Un grupo de vecinos de la calle Sarmiento, entre 9 de Julio y avenida Hipólito Irigoyen de la ciudad de San Pedro de Jujuy, reiteró su pedido a las autoridades del Ejecutivo municipal y del Concejo Deliberante para que consideren al traslado de una parada de remises de la Nueva ciudad a raíz de todos los inconvenientes que esta ha generado a los ciudadanos que viven en el sector.
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Un grupo de vecinos de la calle Sarmiento, entre 9 de Julio y avenida Hipólito Irigoyen de la ciudad de San Pedro de Jujuy, reiteró su pedido a las autoridades del Ejecutivo municipal y del Concejo Deliberante para que consideren al traslado de una parada de remises de la Nueva ciudad a raíz de todos los inconvenientes que esta ha generado a los ciudadanos que viven en el sector.
Este pedido fue realizado mediante nota en el mes de julio de este año dirigido al titular del Ejecutivo sampedreño, Julio Bravo, y al Concejo Deliberante de la ciudad.
A pesar de la formalidad y de que cada una de las instituciones estaba informada de la situación, hasta el día de hoy no hay una respuesta y los problemas siguen sucediendo.
Los vecinos comentaron que inicialmente la parada debía instalarse sobre avenida Irigoyen, pero desde que se colocaron en la calle Sarmiento comenzó el calvario para los comerciantes y residentes.
Entre algunos de los problemas señalaron falta de respeto de los remiseros hacia los vecinos, daños materiales como rayones en portones de las casas y situaciones de falta de higiene y consideración. En especial en la casa de una vecina a la que le usan el frente de su vivienda como baño público. Además, comentaron que los autos están estacionados casi todo el día ahí, ocupando espacios no autorizados, obstaculizando garajes, generando caos en el tránsito y hasta provocando accidentes. También se quejaron de la música a todo volumen que sale de los vehículos estacionados, que no respetan ni siquiera la presencia de una sala velatoria en el lugar.
Finalmente, esperan que las autoridades pertinentes se acerquen al lugar, analicen la situación y prevean una solución urgente para poder superar estos conflictos entre remiseros, y vecinos para que prime la cordura y la convivencia pacífica entre ambos.
Se avanza en castraciones
SAN PEDRO (Corresponsal). La Municipalidad de San Pedro de Jujuy, a través de la Dirección de Plagas y Zoonosis, intensifica las campañas de castración y vacunación antirrábica en la perla del ramal y los resultados vienen siendo positivos. En relación a las castraciones, Rubén Bonomo, titular del área, explicó que este es un trabajo que se viene haciendo desde hace casi 7 años. Los turnos se entregan en la oficina ubicada en la terminal de ómnibus de lunes a jueves; mientras que las castraciones se realizan de martes a viernes. Todos los días se entregan un máximo de 10 turnos y la demanda es permanente. Actualmente la castración de mascotas tiene un costo mínimo de $3 mil pesos.
Cabe destacar que desde que se fortaleció la campaña de castración, la gente ha tomado conciencia y los resultados de este trabajo quedan evidenciados en la notable reducción de la población canina y felina. Ya no se observan tantos perros sueltos en las calles, indicó el funcionario. Como tampoco se da tan seguido el fenómeno de abandonar perros y gatos recién nacidos en la vía pública, como se hacía años atrás. De todos modos hay que seguir trabajando para lograr que los sampedreños puedan asumir que la conciencia animal y el cuidado responsable de las mascotas es un factor clave para crecer como sociedad.
Antirrábica
Sobre la vacunación antirrábica Bonomo comentó que este miércoles trabajaron con el personal de zoonosis en el barrio San Francisco vacunando a las mascotas casa por casa. Un método tradicional que siempre ha dado buenos resultados. Ya se vacunó a las mascotas de los barrios de la zona sur, Bernachi, Horacio Guzmán, Santa Rosa, San José, La Merced, Ejército del Norte, 25 de mayo, Mina Puloy, San MIguel, 9 de Julio, entre otros. La vacunación es gratuita y se realiza una vez por año. Se entrega un certificado al propietario del animal que permite llevar un control de la cantidad de dosis colocadas y los lugares donde se llevó a cabo la campaña de vacunación.