Un estreno con varios ingredientes para destacar, se producirá hoy a las 21.30, en la sala "Galán" del Teatro Mitre. Mañana a la misma hora, la obra se repondrá.
Estamos hablando de "Ladran... Pancho".
En primer lugar, es una obra escrita especialmente para dos actores-amigos; y además representa el regreso a la dirección después de quince años, del gran Carlos Soruco, nombre emblemático en la historia del teatro independiente jujeño.
Los actores Alejandro Aldana y Dante Quispe, con quienes llevan adelante la interpretación, y también son destacados artistas de las tablas de Jujuy. Ellos y el director también están unidos por el Grupo Jujeño de Teatro, que hace varias décadas fundaba Damián Tito Guerra en la provincia.
"Este es un homenaje a dos amigos, que son Dante y Alejandro, que trabajan muchísimo haciendo teatro y que siempre han tenido el proyecto de hacer una obra juntos, desde hace muchos años, y nunca lo pudieron concretar. Entonces un día charlando con Ale, le dije 'bueno, yo voy a escribir una obra para ustedes dos, pero no lo que pensaban hacer ustedes que era un proyecto de juventud'", empieza contando la autora en conversación con nuestro diario. Ella es también la asistente de dirección.
Y nos anticipa algo de la historia: "En un día de carnaval, estos dos amigos, un poco mamaditos, se reencuentran después de veinte años, en un lugar poco ortodoxo. Se reconocen, y hay reclamos, mucha emoción, se preguntan por qué se alejaron y se van aclarando un poco las cosas. También hay algo de humor, y va pasando la noche. Ya con el sol brillando, viene la otra parte del encuentro, donde se ve el amor de los amigos. El final es absolutamente inesperado. En el recordar su juventud, ellos también van ilusionándose con un futuro, que no sabemos si va a ser juntos", cuenta Tapia.
Y en el intento de definir la obra, nos dice que es un drama con algunos toques de humor, y que para ella es un orgullo que Soruco haya aceptado dirigirla.
"Es que además nos unen muchas cosas", interviene Soruco, muy feliz también de estar de vuelta, "el grupo Jujeño de Teatro se creó con Tito Guerra y yo. Lo creamos juntos, él dirigía una parte, la de lo que él llamaba 'los jóvenes debutantes' entre los que estaban estos dos actores que dirijo hoy; y yo me encargaba de los actores adultos", recuerda. "O sea que hoy a mí me une un gran cariño con el Grupo Jujeño".
"Son dos amigos que se reencuentran después de veinte años, y todo lose desarrolla a partir de ahí es muy humano, tiene mucho que ver con los sentimientos, las posturas, las ideas...", detalla Soruco. "Ambos están en una edad, rondando los sesenta, en la que las personas somos más pensantes, hay sabiduría y experiencia".
Carlos está volviendo después de haberse apartado un poco del teatro para dedicarse a la educación (rector del Colegio Emdei). Su última obra dirigida fue nada más y nada menos que "El cerco de Leningrado", con Virginia Mamaní y María del Carmen Echenique que se puso en escena en el teatro Mitre. Y en esa puesta también tuvo como asistente a Gladys Tapia.
Por varios flancos, esta producción es un reencuentro.
Ya hablando sobre la puesta que se estrena hoy, Soruco explica que "es una obra en la que hemos trabajado de una manera especial. Es la primera vez que me toca dirigir un grupo con dos actores muy experimentados, que muchas veces pareciera que se están dirigiendo ellos solos, por la experiencia que tienen. Eso a mí me aliviana, por un lado, el trabajo, pero por otro me lo dificulta. Igualmente es un trabajo muy bueno el que pudimos hacer", comenta.
"Es una alegría haber vuelto al teatro", asegura, "por mucho tiempo me enfrasqué con el Colegio Secundario Emdei, y eso me copó la cabeza totalmente", comenta, "eso sigue siendo importante, pero el teatro es una de las cosas que más me satisfacen".
Cabe recordar que en realidad comenzó a volver el año pasado, cuando Alejandro Carrizo (autor y director de "Lola Mora, una pasión") lo invitó a ser su asistente de dirección.
Una pregunta para los dos
Les pregunto, ¿Por qué hacer teatro hoy, este año, en este momento?
"Para mi es una necesidad, algo interno. Verlo a estos actores que la vez que se juntaban insistían con que tenían que hacer algo. Somos muy unidos con Alejando. Hace seis años que yo no sacaba obras de teatro mías. De pronto este año sentí que era mi momento", comienza expresando Gladys. "Es la primera vez que escribo una obra pensando en los actores. Antes siempre primero escribí y la entregué para que se hiciera cargo otro de elegir actores, director, etc. Iba escribiendo una escena, los actores se juntaban, la leían y la interpretaban agregando cosas. Entonces la volvía a escribir y ellos la volvían a leer. Ha sido muy agradable escribirla de esta manera", asegura.
Y Carlos, por su parte, responde: "Yo pienso que el teatro es una expresión artística y como tal tiene sus propios códigos. En primer lugar, el arte sirve para resistir. Y aun cuando esta obra no es política, tiene mucho que ver, y definitivamente es una obra de resistencia, porque estos personajes encuentran la forma de ver cómo se sale adelante. Esté quien esté, el teatro siempre reivindica, por eso hago arte yo también, y confío en la mirada política de todo tipo de arte, de un cuadro, de una música", dice.
Y en segundo lugar "porque para mí es un reencuentro con algo que quiero, como es el teatro. Me siento como un pez en el agua. Celebro mi vuelta", concluyó.
El staff de "Ladran... Pancho" se completa con Emiliana Quispe en maquillaje; Darío Medina, en vestuario y Miguel Chauque, en la técnica.