El boxeo jujeño amaneció ayer con una de esas noticias que nadie quiere recibir. Iván Ibáñez en un siniestro vial perdió la vida y enluto al deporte de la provincia en general, con 33 años y muchas peleas por concretar.
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El boxeo jujeño amaneció ayer con una de esas noticias que nadie quiere recibir. Iván Ibáñez en un siniestro vial perdió la vida y enluto al deporte de la provincia en general, con 33 años y muchas peleas por concretar.
Porque después de un tiempo de alejarse de la actividad, subir de peso, esta temporada se decidió a retomar los guantes y hasta se dio el lujo de hacer tres peleas, dos en Cafayate y una en la Federación Argentina de Boxeo.
"El resultado es lo de menos, poco a poco siguió bajando de peso, quiero llegar a mi categoría natural y por eso aprovecho los entrenamientos y las peleas que me convocan, estoy seguro que voy a volver a ser el mismo de antes", le había confesado a diario El Tribuno de Jujuy.
Su amor por el deporte de los puños lo heredo de su familia, el apellido Ibáñez, es sinónimo de boxeo en Jujuy, desde su abuelo Armando "Chingolo" Ibáñez, su tío "Chingolito", antes gran pugilista y hoy árbitro y juez, lo mismo que Nelson Ibáñez, todos ligados a esta disciplina.
Cuando comenzó como amateur, llenaba el salón de la "Sociedad Obrera".
Esos inicios fueron con los "Profes" Rodolfo Durán, "Café" Gutiérrez, Daniel Miranda, hasta partir a Capital Federal.
"Bam Bam" Ibáñez tenía un estilo vistoso, de escuela, sus movimientos cautivaron a los promotores de Buenos Aires y fue así que se aventuró, junto a Juan Jurado primero y luego se le sumó Julieta Cardozo, a buscar nuevas oportunidades lejos de casa hasta llegar a debutar en el campo rentado.
Pero la falta de continuidad, hizo que decidiera pegar la vuelta un par de temporadas después, allí intentó hacer una que otra pelea, pero ya tenía otras obligaciones que no le permitían entrenar con normalidad y se alejó unos años.
Se lo va a extrañar, en el gimnasio, en el ring, en la calle, un "Loco" del club de sus amores, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, siempre salía al ring con la "albiceleste", y por supuesto, fanático del Indio Solari.
Generosidad
Un día antes del trágico accidente, había posteado: “Feliz día del boxeador a todos los que practican este hermoso deporte”, celebrando a todos los que hacen del boxeo un estilo de vida. En la misma red social, donde posteriormente se llenó de “caritas tristes” y mensajes de dolor, se vio el clásico “me gusta”. Quien conoció a “Bam Bam” Ibáñez supo que siempre fue un hombre de bien, dispuesto a extender una mano a todos los que necesitaban, con un incondicional amor por el boxeo heredado de toda una familia.