En una iniciativa pionera dentro del deporte de alto rendimiento, la delegación de gimnasia artística de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos incorporó perros de terapia a su equipo, destacándose Beacon, un Golden Retriever de cuatro años, como un miembro esencial en la promoción de la salud mental de los atletas.
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En una iniciativa pionera dentro del deporte de alto rendimiento, la delegación de gimnasia artística de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos incorporó perros de terapia a su equipo, destacándose Beacon, un Golden Retriever de cuatro años, como un miembro esencial en la promoción de la salud mental de los atletas.
Este programa se intensificó tras los desafíos enfrentados por la gimnasta Simone Biles en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, marcando un punto de inflexión en el cuidado emocional dentro del deporte competitivo.
Beacon no solo capturó los corazones de las gimnastas del equipo nacional, sino que también se convirtió en una sensación en las redes sociales, acumulando más de 24,000 seguidores en su cuenta de Instagram (@goldendogbeacon). Su capacidad para ofrecer consuelo y aliviar la tensión antes de las competiciones lo ha hecho un recurso invaluable, tanto que Jill Geer, directora de comunicaciones y marketing de USA Gymnasts, medio en broma sugirió que "Beacon necesitaría un agente" debido a la alta demanda para interactuar con él.
Beacon fue adoptado a las ocho semanas de edad por Tracey Callahan Molnar, quien tiene una larga trayectoria con USA Gymnastics y vio en Beacon el potencial para continuar el legado de su anterior perro, Tulsa, también registrado como perro de terapia. Desde su integración, Beacon ha demostrado una impresionante habilidad para detectar y responder al estrés de las atletas, proporcionando un alivio tangible en momentos críticos.
La introducción de Beacon y otros perros de terapia ha sido tan exitosa que Caroline Hunt, vicepresidenta del programa de gimnasia rítmica de USA Gymnastics, planea expandir esta iniciativa. El programa ha demostrado ser un componente crítico del bienestar de los atletas, ofreciendo una válvula de escape emocional y apoyo psicológico que complementa su preparación física y técnica.
A pesar de algunos desafíos logísticos que impidieron llevar a Beacon a París, su historia y la de sus compañeros caninos resaltan el compromiso continuo de USA Gymnastics con el cuidado integral de sus deportistas.