Cada 21 de marzo y 21 de septiembre, se vuelve tendencia en TikTok e Instagram el gesto de regalar flores amarillas, especialmente entre jóvenes de varios países de Latinoamérica. Este fenómeno tiene dos razones principales:
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Cada 21 de marzo y 21 de septiembre, se vuelve tendencia en TikTok e Instagram el gesto de regalar flores amarillas, especialmente entre jóvenes de varios países de Latinoamérica. Este fenómeno tiene dos razones principales:
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El equinoccio: Estas fechas marcan el equinoccio, un evento astronómico en el que el sol se alinea con el ecuador terrestre, haciendo que el día y la noche tengan una duración similar en todo el mundo. El 21 de marzo celebra la llegada de la primavera en el hemisferio norte, mientras que el 21 de septiembre marca la primavera en el hemisferio sur. Regalar flores amarillas simboliza la celebración de esta estación, asociada con temperaturas más cálidas y la belleza de las flores tras el invierno.
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Influencia de una serie argentina: La tradición también está vinculada a la popular canción "Flores Amarillas" de la telenovela argentina Floricienta. En la historia, el personaje principal soñaba con recibir flores amarillas como símbolo de amor y felicidad.
Este gesto de regalar flores amarillas se convitió en un fenómeno cultural que traspasó fronteras, popularizándose en redes sociales como TikTok. Representa una forma de celebrar la llegada de la primavera y expresar sentimientos de cariño, amistad y optimismo.
El color amarillo, asociado con la luz del sol, la alegría y la energía positiva, añade un simbolismo especial a esta tradición. Más allá de celebrar una nueva estación, regalar flores amarillas fortalece la conexión emocional entre las personas, ya sea en relaciones románticas, familiares o de amistad.
El significado detrás de las flores amarillas: amor, amistad y esperanza
El acto de regalar flores amarillas tiene múltiples significados según el contexto. Para algunos, representa amor puro y eterno, mientras que para otros simboliza amistad, gratitud y reconocimiento de logros personales. El color amarillo, asociado con la felicidad y la esperanza, refuerza estos sentimientos.
En el ámbito romántico, es un gesto para reafirmar el amor y la complicidad, mientras que en la amistad expresa gratitud y aprecio por los momentos compartidos. En general, esta tradición celebra la belleza de las relaciones humanas y la alegría de vivir, convirtiéndose en un símbolo de conexión y emociones positivas.