En la sala de audiencias del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la capital jujeña, días atrás se llevó adelante una audiencia de conciliación por un conflicto por la titularidad de tierras ubicadas entre la ciudad fronteriza de La Quiaca y la localidad de Ojo de Agua, a la que concurrieron más de veinte compradores de lotes.
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En la sala de audiencias del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la capital jujeña, días atrás se llevó adelante una audiencia de conciliación por un conflicto por la titularidad de tierras ubicadas entre la ciudad fronteriza de La Quiaca y la localidad de Ojo de Agua, a la que concurrieron más de veinte compradores de lotes.
En la primera exposición ante el juez, una de las partes demandantes manifestó que el conflicto es una cuestión de larga data, ya que estas personas manifestaron haber adquirido sus terrenos a un hombre llamado Alejandro Rodríguez, quien los habría heredado de una de sus abuelas, mediante un juicio sucesorio a principios de la década de 90.
Al respecto, nuestro diario dialogó con José Orlando Huanco, representante legal de la comunidad aborigen Ojo de Agua, quien aclaró que "las más de 400 familias que la integran, son poseedores ancestrales de un predio de varias fracciones y que tiene límite con La Quiaca, hacia el lado Este, hacia el lado Norte tenemos el límite de Bolivia, hacia el lado Sur con la comunidad Virgen de Tafna y la ruta Nº 40".
"Toda esta gente vive en el lugar, vive de lo que siembra, de lo que cosecha, de sus animales y quiero aclarar que en ningún momento los comuneros han ofertado vender tierras, ni ninguna cuestión como se han presentado el año pasado por terceros", dijo Huanco.
El letrado aclaró que "nosotros tenemos eh la posesión desde hace muchísimo tiempo, es una posesión ancestral, pero en el año 2000 los comuneros lograron conseguir la personería jurídica y empezaron a tener el reconocimiento de la posesión mediante un juicio, que se inició en el año 2007".
Huanco además dijo que "los conflictos han empezado a surgir el año pasado con ciertas personas que han aparecido el año pasado, cuando tomamos conocimiento de esta situación de venta de tierras realizamos la correspondiente denuncia. Ahora, surge que al final del año pasado, nos denuncian por una posible acción de mantener posesión de un grupo de familia que no sabemos quién sería en principio".
El letrado manifestó que sus defendidos hasta el momento desconocen si esa tierra que esta gente pretende, está en la posesión de un tercero o en la posesión de la comunidad, por el simple hecho que no está claro en la demanda.
"Es decir, nosotros tenemos perfectamente en claro, a través de un plano cuál es nuestro lugar, ahora la otra parte dice tener también un plano de un aparente loteo, pero que no sabemos dónde está", dijo el abogado.
El magistrado dispuso que un agrimensor realice estudios de campo para determinar cuál es el espacio que está en conflicto, en qué lugar se ubica y quienes dicen tener posesión del mismo.