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Jacobo Grinberg: enigma del investigador en Parapsicología

Viernes, 06 de diciembre de 2024 23:30

Fue un 8 de diciembre de 1994 -faltaban 4 días para su 48 cumpleaños- cuando el neurólogo y psicólogo mexicano Jacobo Grinberg (Jacobo Grinberg-Zylberbaum), desapareció para siempre. Todas las investigaciones que se hicieron en busca de su paradero o bien de una respuesta sobre qué había sucedido con él, quedaron sin respuesta.

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Fue un 8 de diciembre de 1994 -faltaban 4 días para su 48 cumpleaños- cuando el neurólogo y psicólogo mexicano Jacobo Grinberg (Jacobo Grinberg-Zylberbaum), desapareció para siempre. Todas las investigaciones que se hicieron en busca de su paradero o bien de una respuesta sobre qué había sucedido con él, quedaron sin respuesta.

Antes de seguir digamos que no se trataba de una persona común. Todo lo contrario. Era un reconocido investigador de temas como el chamanismo, los estados alterado de conciencia, la Parapsicología -sobre todo, la telepatía-, las disciplinas orientales y la meditación. Todos los cuales los abordaba con amplio criterio mental pero siempre ceñido al método científico. Sobre estos temas escribió un total de 54 libros.

Como señalamos, Jacobo Grinberg se valió del método científico para llevar adelante tanto sus estudios sobre chamanismo -investigó en directo durante el año 1988 a la célebre curadora Pachita (Bárbara Guerrero)- persiguiendo encontrar respuestas racionales para desentrañar qué ocurre, realmente, en lo que popularmente es denominado "mundo mágico".

"Hace años -escribe el Dr Grinberg- tuve la suerte de conocer a Pachita; recibir sus enseñanzas, compartir su trabajo y acompañarla en sus exploraciones. Esa mujer extraordinaria modificó mi percepción de la realidad y me puso en contacto directo con un mundo lleno de magia y poder. Fui testigo de una serie de acontecimientos asombrosos y me obligué a escribir acerca de ellos con la mayor exactitud posible. Este libro es el resultado de ese trabajo. Describo lo que vi tal como sucedió, sin modificaciones y con toda veracidad. Pachita era capaz de realizar verdaderos milagros modificando el espacio-tiempo y la materia, al grado de poder materializar objetos, realizar trasplantes de órganos, diagnosticar enfermedades y curar a los enfermos que por cientos acudían a pedirle ayuda".

Llegó a la conclusión de que la habilidad de Pachita para producir sus sorprendentes curaciones inmediatas (dicho sea de paso, muy similares a las de los llamados "curadores filipinos" tan en boga por aquellos días) era el resultado de dos diferentes realidades: por un lado, la presencia de un campo neuronal que rodea nuestros cerebros como, por el otro, la presencia de una red espacio-temporal. Tal "red espacio-temporal" entrañaría un entramado tal que hasta pondría en dudas algunas de las leyes emitidas por Albert Einstein. A esto lo denominó "teoría sintérgica", con la cual consideraba que se habría de cambiar la forma en la que los humanos entendemos la realidad total, dando a conocer así una nueva concepción de cómo funciona el Universo. De alguna manera, entiendo que la idea de este atrevido científico volvía a aproximarnos a ciertas concepciones cósmicas habituales en las más antiguas escuelas iniciáticas y de misterios como lo fueron Eleusis -en Grecia- o Sais -en Egipto- donde se entendía que cada ser viviente -y, por sobre todo, cada humano- tiene un rol y función específico en el Cosmos y que existe un permanente entrelazamiento entre la persona y la totalidad universal.

Mientras desarrollaba ese trabajo advirtió que la consciencia es mucho más de lo que la Ciencia académica define, llegando a señalar que el sólo hecho de estar absolutamente convencida la persona de algo, eso ya permite que el hecho ocurra... ío que una materialización tenga lugar! Buscó explicar a través de esa idea la manera en que Pachita podía "materializar" un órgano humano de la nada y utilizarlo para un trasplante sin necesidad de la metodología que usa la Medicina y, además, sin que hubiera peligro de infecciones. Dedujo Grinberg que para que tuvieran lugar fenómenos como los que producía Pachita debía tener lugar la manifestación parapsicológica conocida como psikinesis: esto es, la acción del factor parapsicológico sobre acontecimientos externos. Lo usualmente llamado "materialización", acontecimiento que ya era conocido a fines del siglo XIX en las sesiones mediúmnicas.

Es innecesario señalar la manera en que esto repercutió en el mundo conservador de la comunidad científica, por lo que recibió numerosas críticas que -empero- no hicieron mella alguna a su decisión de continuar trabajando con todo empeño en sus indagaciones.

Grinberg fundó el Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia (Inpec) nada menos que en el ámbito de la prestigiosa Universidad Nacional Autónoma de México (Unam)y, después, creó el Laboratorio de Psicofisiología en la Universidad Anáhuac. Posteriormente, en 1987, inauguró el Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia, mismo que contó con financiamiento de la Unam.

Otro de sus estudios de gran importancia consistió en el registro electroencefalográfico de las ondas cerebrales de un chamán originario de Veracruz, mientras éste se encontraba en estado de meditación profunda. Sus hallazgos fueron presentados con gran éxito en un congreso internacional de Neurología celebrado en Alemania.

Más tarde comenzó con la investigación que lo llevaría a crear la ya señalada Teoría Sintérgica, en la cual buscó demostrar que la realidad por todos conocida no es otra cosa que un verdadero "holograma". Concretamente, una construcción mental colectiva, en la cual cada humano no sólo es un espectador, sino que está capacitado para convertirse en un participante activo y, por tanto, con posibilidades concretas para hacer modificaciones en el continuo del tiempo y espacio. De manera tal que toda aquella persona que contara con un campo neuronal de alta sinergia, se hallaría en condiciones de modificar a voluntad el "holograma" concretando acontecimientos que, con las leyes actualmente conocidas por la Ciencia, serían imposibles. Para que quede bien en claro hasta dónde llegaba la idea de este investigador, a partir de la existencia de dicho "campo neuronal de alta sintergia", sería posible para un humano comunicarse con personas fallecidas.

En sus propias palabras: "no hay objetos separados unos de los otros sino que es un campo informacional de una complejidad extraordinaria y que nuestro cerebro interactúa con este campo".

Otro detalle de interés, es que este científico ya menciona el tema de lo cuántico en la explicación de su hipótesis. Lo expresa de la siguiente forma: "La teoría sintérgica afirma que dentro del procesamiento que el cerebro hace para construir la realidad perceptual, uno de los últimos procesos es la construcción del campo neuronal que también es una matriz (... ). Dependiendo de las características del campo neuronal -su sintergia- será el nivel de interacción congruente con el campo cuántico. Se puede hipotetizar que una persona con un gran desarrollo debería poseer un campo neuronal de alta sintergia (...) y que esto le permitiría interactuar en un nivel más básico".

A partir de allí, e indagando en los fenómenos que acontecen durante las prácticas de meditación, Grinberg buscó demostrar que era posible que cualquier humano podía dominar el "holograma" entendiendo su funcionamiento y, entonces, "despertar" a una nueva percepción que habría de permitirle alcanzar la "verdadera realidad". Este es un asunto que, desde tiempos antiguos, ha sido de vital interés por diferentes personalidades: poder disolver los engaños de la percepción normal para abrirnos a una comprensión trascendente. Lo que sería equivalente al desarrollo pleno de la espiritualidad.

Una de sus últimas presentaciones fue -en el mismo 1994 de su desaparición- en la II Conferencia Internacional de los Nuevos Paradigmas de la Ciencia y de la Vida, evento organizado por el Dr Ramón Gallegos Navas, de la Universidad de Guadalajara.

A partir de su desaparición, todo tipo de rumores y sospechas se suscitaron. Las investigaciones realizadas no dieron resultado alguno, lo que incrementó las hipótesis conspirativas. Lo concreto es que no hay ningún registro de que el Dr Jacobo Grinberg hubiera viajado fuera de México, ni tampoco que permaneciera en algún sitio de ese país. Literalmente se esfumó.

 

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