21°
25 de Junio,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

El valor de abrirnos a los procesos para poder avanzar

Miércoles, 23 de octubre de 2024 00:15

La vida es un continuo devenir de experiencias, de ciclos que se abren, que se cierran, cambios vitales. Cada proceso, conlleva un ciclo que necesita cerrarse para ir a lo nuevo. Esto sería lo sano para poder estar presente.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La vida es un continuo devenir de experiencias, de ciclos que se abren, que se cierran, cambios vitales. Cada proceso, conlleva un ciclo que necesita cerrarse para ir a lo nuevo. Esto sería lo sano para poder estar presente.

Sin embargo, con mucha frecuencia sucede que atravesar procesos nos confronta a angustias, a la sensación de pérdida del control, a perder el control, a redefinir relaciones, situaciones. . . y para evitar esto, mecanismos inconscientes y decisiones conscientes van interfiriendo en la elaboración de estas vivencias. Algunos mecanismos son congelar las emociones, olvidar, distorsionar, desconectarnos de nosotros mismos, desconectarnos de los demás, sobre racionalizar como mecanismo de evitación del sentir, enfermar. . .

Otras veces para no sentir, en lugar de vivir, nos lanzamos a una vorágine de acciones como exceso de trabajo, conductas adictivas (alcohol, tabaco, sexo, trabajo. . .), hiperactividad para no sentir.

Así vamos pasando la vida, como un queso gruyere, llenos de agujeritos. "Según expertos del laboratorio Agroscope, son el resultado de minúsculas partículas de heno que se acumulan en los cubos donde se recoge la leche y en la medida que el queso va madurando, los hoyos se hacen más grandes".

Eso que vamos dejando sin resolver se va haciendo más grande con el paso del tiempo, las deudas energéticas son como hipotecas bancarias. El tema que lo que se hipoteca es la vida propia y la de nuestra descendencia.

Como siempre te invito a reflexionar, a vivir, a mirar la vida, a mirar todo y todos.

¿Qué cosas tienes en tu vida sin resolver? ¿Qué te duele aun? ¿Qué esconde la coraza de tus excesos de racionalidad? ¿Qué metáfora encriptan tus síntomas? ¿Aún te duele mamá? ¿Aun tienes peleas con papá? ¿Aun te sigues preguntando por qué?

No abrirnos a los procesos es, como en la imagen del film, "La Misión", en el personaje del Capitán Mendoza, protagonizado por Robert De Niro, subir todos los días la montaña con una pesada cruz, o como en la mitología Sísifo, subir todos los días esa pesada roca, sin hallar descanso.

Abrirnos a los procesos emocionales es abrir una caja de Pandora, nunca sabemos qué saldrá. Lo que sí sabemos, que lo que está destinado a salir es mejor que salga. Los bolos fecales no sólo suceden en el intestino grueso. Entiéndase la metáfora.

Todos los que alguna vez se abrieron a transitar el dolor, el trauma, saben que en el fondo es como una experiencia muy profunda, incluso a veces nos da la sensación de haber muerto. Tras algunas experiencias es sentir que hubo un antes y un después que nos marca para siempre.

Todos llevamos heridas de guerra. A todos algo nos marcó.

¿Qué harás de esas marcas? La resiliencia podría ser un camino.

Según Wikipedia, "en resistencia de materiales, se llama resiliencia de un material a la energía de deformación que puede ser recuperada de un cuerpo deformado cuando cesa el esfuerzo que causa la deformación. En términos simples es la capacidad de memoria de un material para recuperarse de una deformación, producto de un esfuerzo externo".

Todo lo que nos dolió, hoy puede comenzar a procesarse. Para un proceso es fundamental contar con soportes. Soportes cognitivos, emocionales, económicos, espirituales. Necesitamos de otro que nos acompañe. Sanar las experiencias de soledad o de contactos que lastimaron.

Abrirnos a un proceso es dejar que lo que duele duela, que lo que enoja nos enoje. Es dejar de estar en automático. Es soltar el control y dejarnos llevar.

¿Dónde estás hoy?

¿Estás en víctima? Estar en la queja es una evitación al sentir y a la responsabilidad de poder sanar. La energía se distrae sacando hacia afuera la energía.

¿Estás anestesiado? ¿No sientes nada?

¿Estás inundado de emociones que no entiendes?

Sea donde sea que estés hoy, respira. Sostén la respiración. Para procesar es necesario poder sostener esa instancia. Sentir. Que se genere ese movimiento de intercambio entre lo que necesita salir y lo que necesita entrar.

Detente. Siente. Abraza tu dolor. Deja de rechazarlo, de evitarlo.

Harold Kushner decía: "Sólo el médico herido es capaz de sanar".

Estamos para sanar juntos. En verdad, te lo digo por experiencia, tras la tormenta el arco iris se vuelve sublime. Y surge un extraño poder que te regala nuevos ojos, nuevas miradas.

Ven, traspasa ese punto fóbico, de evitación al proceso. Todo pasa y esto también pasará.

(*) Licenciada en Psicología; coach ontológico profesional;

magister en Salud Pública con mención en Atención primaria de la salud; especialista en Salud Pública; facilitadora en procesos de comunicación, resolución de conflictos, expansión de la conciencia, liderazgo; coordinación de grupos y conciencia de redes; y facilitadora en entrenamientos a líderes en gestiones de oratoria y comunicación. pamela_arraya@yahoo.com.ar, cel. 3884416256.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD