En medio de la preocupación por la suba de precios de algunos alimentos y el intento por mantener una alimentación balanceada y saludable, el consumo de pescado se mantiene firme y sus precios no registran variación hace aproximadamente tres meses.
Esta situación se pudo conocer tras un relevamiento en pescaderías de distintos puntos de la ciudad capital en las que sus propietarios coincidieron en que las ventas en el sector se mantienen y que los más consumidos son el sábalo, la merluza, el pejerrey y los rebozados.
Ramón Rodríguez, que tiene su comercio en el barrio Malvinas, destacó que en el último tiempo le llamó la atención que sus clientes adultos mayores empezaron a consumir salmón rosado por sugerencia médica debido a sus valor nutricional. Un producto que solía vender muy poco por su costo.
"Antes se vendía una penca cada dos semanas, en cambio, ahora entre cuatro y cinco por semana. Es caro, pero se llevan dos o tres pedacitos para la semana porque los médicos les dicen que tiene muchas vitaminas", comentó.
Es que no es un secreto que la carne de pescado tiene múltiples beneficios que la convierten en un alimento clave para una dieta equilibrada y rica en nutrientes. Es por esto que El Tribuno de Jujuy consultó con la nutricionista Patricia Calisaya quien analizó sus beneficios frente a otras carnes.
Explicó que "no se trata de reemplazar por completo a la carne vacuna o al pollo, sino de mantener una variedad semanal que combine los distintos tipos de proteínas". Citó a las Guías Alimentarias para la Población Argentina (Gapa) que indican que lo ideal es que en la semana se consuma, tres días carne de vaca, dos días carne de pollo y dos días pescado.
Cada una aporta nutrientes específicos, la vaca es más rica en hierro, el pollo tiene menos grasa y el pescado aporta ácidos grasos como el omega 3 que es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo ya que nosotros no lo producimos.
Destacó que estos ácidos grasos ayudan a reducir los triglicéridos, previenen la enfermedad del hígado graso y disminuyen el riesgo de trombosis, sin embargo, hizo un llamado de atención.
"Las personas con problemas renales por el fósforo, es decir, con hiperfosfatemia y las personas anticoaguladas deben consultar con un nutricionista para saber si deben o no comer pescado y cuántas veces, porque todo depende del contenido de fósforo", advirtió al tiempo que destacó la importancia de buscar un profesional nutricionista y no guiarse por páginas de internet.
Hecha la salvedad, informó que entre los más recomendados figuran los pescados azules como la sardina, el jurel, la caballa y el atún, todos ricos en omega 3. En este sentido, la especialista destacó el valor nutricional de la sardina que, además, aporta calcio, vitamina D, yodo y selenio, una excelente alternativa al salmón rosado por sus nutrientes clave para mejorar el sistema inmune y favorecer el buen funcionamiento de la tiroides.
Por último, sugirió priorizar los pescados de mar por su contenido en omega 3 ya que los de río, si bien aportan otros minerales, no contienen este ácido graso. También sugirió cocinarlos al vapor y evitar en lo posible de hacerlos fritos, aunque es una costumbre muy arraigada.
Algunos precios
Los precios varían de acuerdo a la zona donde se encuentren las pescaderías pero no difieren demasiado. En el microcentro capitalino el kilo de sábalo se consigue a $9.000, el filet de merluza $15.000, pejerrey $16.000, boga $15.000 y salmón rosado a $40.000.
En la zona de la vieja terminal, el kilo de sábalo $10.000, el filet de merluza 13.000, el pejerrey $16.500 y el atún $15.500.
En barrio Malvinas, el kilo de sábalo se vende a $8.500, el filet de merluza $12.000, el pejerrey $14.000, la boga $11.000 y el salmón rosado $38.000.
Se mantienen los precios
A diferencia del mercado cárnico, el del pescado se rige por otros factores. Sus precios no varían del todo por la inestabilidad económica del país, sino que depende de cómo vaya la actividad de los pesqueros. “Por ejemplo, hace un tiempo subió el precio de la merluza porque todos los que se dedicaban a buscar merluza estaban pescando el langostino porque les conviene exportarlos. Entonces, como son pocos los que pescan la merluza, subió el precio”, explicó José Sanguedolce, de un local del centro capitalino.
Los comerciantes consultados coinciden en que el precio del pescado en general se mantiene estable hace por lo menos tres meses y que la última vez que aumentó fue para Semana Santa y pasada la festividad algunos bajaron. Así lo confirmó también René Esquivel, que tiene su pescadería en la zona de la exterminal. “El pescado se está manteniendo por ahora desde hace dos o tres meses” y que en el rubro todos los años ocurre lo mismo: “en el invierno la gente consume menos pescado por lo que durante un par de meses tenemos que aguantar, pero igual nunca se deja de vender”.
Destacó que la venta repunta en los días de calor y que los que más salen son: el sábalo los fines de semana para hacer a la parrilla y durante la semana, la merluza y el pejerrey. Otro infaltable en las mesas jujeñas son los rebozados por su practicidad a la hora de cocinarlos. Las hamburguesas de merluza clásicas en el centro cuestan $12.000 el kilo y las que tienen rellenos $12.500.
El precio varía en barrios como Malvinas donde las simples se venden a $7.200 y las rellenas a $7.600. Y las hamburguesas de pollo de mar a $8.200 y $8.600. Respecto a la elección de los pescados en sus distintas presentaciones, la nutricionista Patricia Calisaya subrayó que tanto el pescado fresco como el congelado mantienen su valor nutricional. Y aunque los enlatados también son válidos, deben enjuagarse bajo agua tibia para reducir el exceso de sodio.