La música popular salteña y el cancionero nacional despiden hoy, a una de sus figuras más emblemáticas: Federico Córdoba, referente indiscutido y cofundador del legendario grupo Las Voces de Orán, falleció tras una dura batalla contra una enfermedad oncológica.
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La música popular salteña y el cancionero nacional despiden hoy, a una de sus figuras más emblemáticas: Federico Córdoba, referente indiscutido y cofundador del legendario grupo Las Voces de Orán, falleció tras una dura batalla contra una enfermedad oncológica.
La noticia fue confirmada por familiares, amigos y compañeros músicos a través de emotivos mensajes en redes sociales, donde lo despidieron con sentidas palabras y recordaron su enorme legado artístico.
Su carrera inició integrando Los Salteños y Las Voces del Huayra. Luego en 1969, junto a Martín "Pitín" Zalazar y Roberto Franco fundó Las Voces de Orán, grupo que se transformó en un verdadero ícono del folclore argentino. Con su voz potente y cálida, Córdoba participó en innumerables giras, festivales y grabaciones, siempre llevando bien alto la identidad salteña y oranense.
El conjunto se destacó por interpretar clásicos como "Cuando me acuerdo de Salta", "La Nochera", "Juana Azurduy", entre tantas otras piezas que siguen vivas en el corazón del público. Gracias a su estilo inconfundible y la calidad interpretativa, lograron conquistar escenarios como el Festival Nacional de Folclore de Cosquín, el Festival de la Chaya, Jesús María y la Serenata a Cafayate, entre otros.
Federico Córdoba, mucho más que un músico, era un auténtico embajador cultural. Sus colegas lo recuerdan como un hombre humilde, cercano y profundamente comprometido con la música, el folclore y con la defensa de las raíces del norte argentino.
Federico Córdoba fue también autor y compositor de canciones que hoy forman parte del repertorio afectivo del norte argentino. Entre sus obras más recordadas se encuentran "Amar es un verbo triste", compuesta con Roberto Franco y Hugo Alarcón; "Chacarera para un cantor", junto al Chango Nieto y Andrés Cáceres; "El robadito", con Oscar Cuellar y Oscar Valles; y "El verde se llama Orán", también con Alarcón.
También escribió "Están que arden los carnavales" y "Florcita de carnaval" con el Chango Nieto, "La chicharra chocha" con José Solís Pizarro, y otras como "La culpa es del carnaval", "Los que nunca han tomado un vino", "Más linda que una flor" y "Todas se burlan de mí", en coautoría con destacados músicos y poetas.
Triste despedida
Tras conocerse la triste noticia, varios artistas, festivales y asociaciones culturales expresaron su pesar y enviaron condolencias a su familia. "Hoy el folclore está de luto. Se fue mi padrino artístico, el querido Federico Córdoba. Dueño de una voz inconfundible y de una humildad que lo hacía aún más grande. Fue un amigo entrañable, un referente de esos que dejan huella para siempre. Su canto emocionó a generaciones y su legado vive en cada escenario y en el corazón de quienes tuvimos la suerte de compartir camino con él.
Gracias Federico, por tu ejemplo, tu apoyo, tu amistad. Me llevo estos hermosos momentos compartidos. Tu voz se apaga, pero tu huella será imborrable", escribió el Chaqueño Palavecino en un sentido posteo en redes sociales que se viralizó rápidamente.
Federico Córdoba deja un vacío enorme en el folclore, pero su huella será eterna. Su legado seguirá vivo en cada zamba, en cada carnavalito y en cada escenario donde se celebre la música popular.