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30 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Cumplió 98 años el templo parroquial

La magnífica obra arquitectónica es un testimonio vivo de la fe y esfuerzo compartido que perdura en casi un siglo.
Lunes, 30 de junio de 2025 01:04

La feligresía sampedreña celebró con júbilo un nuevo aniversario de la inauguración y bendición del templo parroquial, importante acontecimiento acaecido el 28 de junio de 1927. La magnífica obra arquitectónica, de estilo anglicano, donde desde hace casi un siglo se conjuga la historia y la fe del pueblo, se levanta altiva sobre la calle Bartolomé Mitre, frente al principal paseo público de la ciudad, la plaza General Manuel Belgrano.

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La feligresía sampedreña celebró con júbilo un nuevo aniversario de la inauguración y bendición del templo parroquial, importante acontecimiento acaecido el 28 de junio de 1927. La magnífica obra arquitectónica, de estilo anglicano, donde desde hace casi un siglo se conjuga la historia y la fe del pueblo, se levanta altiva sobre la calle Bartolomé Mitre, frente al principal paseo público de la ciudad, la plaza General Manuel Belgrano.

Es importante acotar que merced al meritorio trabajo de investigación realizado por el historiador y multidoctor Jobino Sierra e Iglesias se supo que el verdadero significado del templo trascendió lo meramente constructivo, porque fue concebido como una "obra patriótico-religiosa, un monumento conmemorativo a la Independencia Argentina, en el primer centenario del Congreso de Tucumán, y en honor del clero argentino, en cuya proclamación, éste ha desempeñado un papel tan brillante y principal". Esto marcó sin lugar dudas, una verdadera fusión entre la fe y el espíritu de la nación argentina.

La historia de este emblemático edificio se remonta a principios del siglo pasado y como lo especifica el historiador en su libro "Un tiempo que se fue", la capilla existente ya no era suficiente para una población en constante crecimiento. Sus paredes de adobe, deterioradas por el tiempo, amenazaban con derrumbarse, generando una urgente necesidad de un nuevo espacio para el culto.

Impulsados por esta inquietud, tanto el pueblo como el entonces sacerdote, el padre Luis María Lorber, se unieron en un esfuerzo común. Se crearon dos comisiones pro-templo, una de damas y otra de caballeros, que incansablemente gestionaron apoyo a nivel nacional y provincial, así como de personas influyentes, para hacer realidad el sueño de un nuevo templo.

La piedra fundamental de esta monumental obra fue colocada hace 109 años, el 11 de junio de 1916, estaba labrada en mármol ónix traído de la finca Las Cañadas, impecable trabajo artístico realizada por el destacado vecino de La Esperanza Fernando Sembinelli, Pero su significado trascendía lo meramente constructivo.

Once años después de la colocación de la piedra fundamental, el 28 de junio de 1927, en la víspera de la festividad del santo patrono, el templo fue finalmente inaugurado y bendecido bajo la advocación de San Pedro Apóstol. El solemne acto fue presidido por el obispo de Salta, monseñor Julio Campero, en un día de profunda alegría para toda la comunidad.

La arquitectura del templo, de estilo anglicano, se destaca en el paisaje sampedreño. En su torre, albergaba un reloj público que, curiosamente, tenía su propia historia: perteneció originalmente a la actual Basílica San Francisco de San Salvador de Jujuy.

Los hermanos Leach

Es imposible hablar de la construcción de este templo sin mencionar la crucial y generosa participación de los hermanos Leach. Su contribución fue fundamental y multifacética, fueron quienes donaron uno de los terrenos donde se erige el templo, fabricaron una cucharilla de plata con mango de marfil, réplica de una cuchara de albañil, como recuerdo conmemorativo del acto inaugural, que luego obsequiaron al cura párroco.

También fueron los artífices de los planos de la nave central, se encargaron del transporte gratuito de todos los materiales necesarios para la obra, refundieron en los talleres del ingenio las campanas del templo que presentaban fisuras, asegurando su buen estado. Otro gesto significativo, fue la contribución de $35.000 en efectivo, una suma que representó más de la tercera parte del costo total de la obra.

Primer oratorio que estaba en la casa hacienda que hizo construir MARTIN DE OTERO

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