El obispo Daniel Fernández remarcó que "fue extraño no tener la celebración en la Catedral estos días, no tenerla abierta para que la gente pueda rezar" y comentó que sobre los arreglos que requiere la parte que se derrumbó de la iglesia Catedral. "La verdad que estamos todavía como en pañales, porque se están haciendo algunos relevamientos del estado del edificio. Uno no puede hacer nada hasta que no se sepa concretamente en qué estado de deterioro está el edificio".
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El obispo Daniel Fernández remarcó que "fue extraño no tener la celebración en la Catedral estos días, no tenerla abierta para que la gente pueda rezar" y comentó que sobre los arreglos que requiere la parte que se derrumbó de la iglesia Catedral. "La verdad que estamos todavía como en pañales, porque se están haciendo algunos relevamientos del estado del edificio. Uno no puede hacer nada hasta que no se sepa concretamente en qué estado de deterioro está el edificio".
"Lamentablemente -continuó- este tiempo que no deja tener muchos días de sol y que pueda evaporarse la humedad tanto en la zona que se derrumbó como en otras partes del edificio, no ayuda. Esperemos que Dios nos abra los caminos para ir avanzando, aunque sea de a poco, pero con un diagnóstico claro".
En el trabajo que se está realizando hasta el momento, según aseguró monseñor Fernández "todos están poniendo algo. Desde Monumentos Históricos de Nación contactaron aquí a un ingeniero estructuralista; también el Colegio de Ingenieros se ofreció a dar el aporte, a veces hay alguien que también acerca alguna posibilidad de hacer algún estudio, todo es bienvenido. También el Gobierno y nosotros hacemos lo que podemos. A lo mejor se permitirá poder abrir el templo y seguir celebrando mientras se soluciona o habrá que esperar un poco más".