El jefe del Estado Provincial inauguró el viernes el 164 período ordinario de sesiones de la Legislatura con un mensaje sobrio y concreto, que reflejó en gran medida su primer año de gestión.
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El jefe del Estado Provincial inauguró el viernes el 164 período ordinario de sesiones de la Legislatura con un mensaje sobrio y concreto, que reflejó en gran medida su primer año de gestión.
Como todos los mensajes de los gobernadores, estuvo precedido de expectativas, ninguna de ellas desmedida, pero lo que se puede afirmar es que Carlos Sadir, tras su segundo acto como titular del Poder Ejecutivo frente a los diputados, dejó muy en claro que ahora sí, está transitando un tiempo que le pertenece, una gestión con su sello, y un tramo que lleva su firma.
Despegado de los ocho años de la anterior gestión de Cambia Jujuy, asumió en plenitud la responsabilidad de lo que hizo y de las proyecciones para lo que viene y de las decisiones que tomará pronto. Y más que el mensaje de un político, aunque sin dejar de serlo, fue el discurso de un profesional de las ciencias económicas, un contador público nacional experto en equilibrios.
Quizás la impronta de su mensaje quedó estampada tanto al comienzo como al final: dijo de entrada que desde el primer momento, decidió llevarse bien con el gobierno nacional y lo repitió al final, guiado por el irrebatible argumento de que eso es un imperativo para trabajar por Jujuy y los jujeños. Un pragmatismo inteligente que hasta aquí, le ha permitido valorar la utilidad y el sentimiento práctico de las cosas.
En poco más de una hora, Carlitos se ufanó de haber reducido sensiblemente la deuda de la provincia y de haber honrado los pagos comprometidos con los organismos internacionales que habían confiado en Jujuy. Aclaró que si bien logró alcanzar y sostener el déficit cero, lo hizo "priorizando a los jujeños". Según su síntesis, mediante la administración responsable de los recursos pudo lograr equilibrio y superávit fiscal, pero, aclaró, "con un enfoque social", que según le asegura el pago puntual de los salarios y la asistencia a sectores vulnerables. En las breves pausas de su discurso, Carlitos fue interrumpido por una entusiasta barra que lo aplaudía, pero que evidentemente, él no forzaba ni buscaba deliberadamente. Su mensaje fue templado y sobrio, para nada tribunero.
Naturalmente el discurso incluyó el agradecimiento a los legisladores por el acompañamiento, particularmente por la aprobación del presupuesto provincial, y un puntual reconocimiento a todos y cada uno de sus ministros, cuando se refería a hechos de gestión sobresalientes. Pero, como todos esperaban, se detuvo en la deuda principal que lleva un año de recarga de intereses: la ley de coparticipación municipal. Este 31, se debatirá el proyecto final con intendentes y comisionados, y quizá Jujuy, logre con esta ley la mayoría de edad que le falta. Ponderó el proyecto del Corredor Bioceánico, del que es presidente protémpore, que vendría a completar el viejo sueño de los jujeños pioneros del Paso de Jama, y de los protagonistas del Geicos, (Grupo Empresario Interregional del Centro Oeste Sudamericano) y su consecuencia el Zicosur, (Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur). Siempre teniendo a Jujuy, como piedra angular del comercio y la integración de un camino que lleve el futuro de océano a océano.
Sadir ponderó su plan de obras públicas y el modesto programa de construcción de viviendas, que sin recursos nacionales, Jujuy va llevando con esfuerzo. Hizo lo propio con el empuje que seguirá imprimiendo a la producción de energías no tradicionales. En el caso de la apuesta a la minería como eje del desarrollo, el gobernador destacó que seguirá adelante apelando como condición a la utilización responsable de los recursos naturales. Obviamente, este pasaje mereció el rechazo terminante de comunidades aborígenes congregadas en la puerta de Palacio legislativo, que reclamaban desde temprano en contra de esta industria extractiva y de lo que denuncian como atropellos a derechos adquiridos y el avance sobre zonas de litio y tierras raras.
Finalmente, el Gobernador, buscó poner de relieve que la provincia, a pesar de la situación económica adversa, seguirá pagando el Fonid, a los maestros, sostendrá el Begu y la tarjeta Sube y mantendrá las ayudas sociales. Y obviamente, colgó la "cereza del postre" cuando afirmó que todos los empleados del estado con cinco años de contratos, pasarán a revisar en las plantas permanentes.
Las voces oficialistas compitieron en melosos elogios ponderando el sesgo federalista que Carlos Sadir intenta imprimir a su gobierno. Las opositoras abundaron en críticas y en encontrar el pelo al huevo a cada afirmación del Gobernador. Naturalmente, el Talón de Aquiles de la gestión, seguirá siendo el nivel de los salarios de los empleados públicos, lejano de las canastas básicas y siempre corriendo desde atrás, de muy atrás, a la inflación. El presidente del bloque peronista Rubén Rivarola fue terminante: "Si esto que vivimos hoy es su visión de lo social, no es muy bueno", dijo y agregó: "Al parecer en Jujuy, no tenemos problemas de fondo" y concluyó reclamando mejores sueldos para los empleados públicos. La diputada Daniela Vélez agregó: "En todos los barrios de capital e interior, la gente nos comenta todas las necesidades insatisfechas que tienen y el gobierno debe brindar respuesta a estas demandas". Leila Chaher dijo que el gobernador Sadir "miente a los jujeños diciendo que defiende a Jujuy cuando lo único que hace, es ser cómplice de un ajuste brutal del que nuestra provincia es parte".
El coro de dirigentes gremiales rechazó el mensaje y especialmente, dejó claro que descree de la promesa de pasar los contratados a planta permanente. "El anuncio se da de patadas con el decreto firmado en enero que congela los ingresos al estado. Es la estrategia de un año electoral" definieron y volvieron a exigir discusiones paritarias. Luces y sombras de una de las ceremonias más importantes del sistema que dejó al Poder Legislativo está en plenas funciones, a la par del Judicial y el Ejecutivo.
Y a "poder político" se le vence su primer plazo a dos meses exactos de las elecciones: hasta mañana tiene tiempo para registrar alianzas electorales ante el Tribunal Electoral de la Provincia. ¿Será por eso que en muchas "jabonerías" el finde fue intenso y de altas temperaturas?