La docencia universitaria de todo el país lleva adelante un nuevo paro nacional convocado por la entidad madre Conadu Histórica, que se extenderá hasta el sábado. En la provincia, la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Jujuy señaló que el acatamiento "es alto" en distintas unidades académicas, particularmente en la Escuela de Minas.
Gabriela Gresores, secretaria gremial de Adiunju, indicó en diálogo con El Tribuno de Jujuy que el impacto de la protesta se hizo sentir desde el primer día. "Sabemos que hay alto acatamiento en la Escuela de Minas, que tuvo que aplazar el examen de ingreso hasta el día 9 de diciembre", sostuvo.
A raíz de la medida, el examen de ingreso de la Escuela de Minas fue reprogramado para el martes 9 de diciembre. Se estima que la medida afectó a alrededor de 700 estudiantes que estaban inscriptos para rendir por 96 plazas disponibles en la sede de San Salvador de Jujuy. Además, se confirmó que los resultados se publicarán el 26 de diciembre. La reprogramación también alcanza a las sedes de Yuto y La Quiaca, cuyos exámenes también se trasladaron al mismo día.
Desde la institución remarcaron que la demanda para ingresar es cada año mayor, debido a que la Escuela de Minas representa para muchas familias una verdadera oportunidad de ascenso social a través de la educación pública.
En cuanto a los motivos de la protesta, Gresores advirtió que el escenario nacional agrava la situación del sistema universitario. Sostuvo que el Gobierno nacional suspendió una ley que garantizaba el financiamiento universitario, lo que genera un fuerte clima de incertidumbre de cara al cierre del ciclo lectivo y al inicio de las actividades en 2026. Esta falta de previsibilidad impacta no sólo en los salarios, sino también en las becas estudiantiles, el equipamiento institucional y las tareas de investigación. "También sabemos que compañeros que nunca pararon están confirmando su voluntad; entendemos que hay gran adhesión", expresó la dirigente.
En relación al aspecto salarial, Gresores comentó que "tenemos el 50% de nuestros docentes en la Unju que cobran menos de 500 mil pesos, es decir, por debajo de la garantía salarial. Y más o menos el 70% está por debajo de la línea de pobreza. Esa es la situación que tenemos nacionalmente y es particularmente grave en Jujuy, donde los salarios docentes nunca fueron altos, pero hoy están aún más relegados frente a otros niveles del Estado provincial".
Asimismo, alertó sobre una creciente "fuga de docentes" hacia otros sectores laborales que ofrecen mejores condiciones económicas, lo que pone en riesgo la calidad académica y la continuidad de proyectos de investigación y extensión.
Desde Adiunju y Conadu Histórica se exige la aplicación plena de la Ley de Financiamiento Universitario, la convocatoria urgente a la paritaria salarial y la defensa de los derechos laborales frente al posible avance de una reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional.
Finalmente, desde el sector remarcaron que "la comunidad universitaria sostiene todos los días la enseñanza, la investigación y la extensión con enorme compromiso. Pero sin un financiamiento adecuado y sin salarios dignos, no hay universidad pública posible".