El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) Yuto dio a conocer los resultados del Relevamiento Citrícola 2025, un estudio pionero en precisión técnica que actualiza el estado de una de las actividades agrícolas más estratégicas del piedemonte jujeño. Según los datos presentados, la provincia de Jujuy cuenta con 6.279,26 hectáreas (ha) dedicadas a cítricos, distribuidas entre 274 productores
El informe se hizo mediante el uso combinado de imágenes satelitales de alta resolución, procesamiento en Sistemas de Información Geográfica (SIG) y validación mediante recorridos en terreno, ofreciendo una radiografía georreferenciada y actualizada de la superficie implantada, la estructura productiva y las dinámicas territoriales del sector.
Según los datos presentados, la provincia de Jujuy cuenta con 6.279,26 hectáreas dedicadas a cítricos, distribuidas entre 274 productores. La actividad citrícola se concentra sobre todo en dos departamentos Ledesma, con 3.259,87 hectáreas, que supone el 52 % del total, y Santa Bárbara con 2.534,58 hectáreas, el 40 % por lo que juntos concentran más del 90 % de la superficie citrícola provincial.
También se detectaron áreas en proceso de renovación, retracción o expansión, datos clave que dan cuenta de la dinámica actual de la actividad. En menor medida, también se registran cultivos en San Pedro con 319,28 ha y El Carmen 165,53 ha, donde la producción tiene un carácter más marginal o complementario.
A nivel municipal, sobresalen cuatro polos productivos, Yuto con 1.287,6 ha, Palma Sola con 1.251,6 ha, Santa Clara 1.203,73 ha y Calilegua 927,9 ha. En estas localidades están los núcleos de mayor densidad citrícola de la provincia, con una marcada vocación agroexportadora en algunos casos y una base de agricultura familiar en otros.
La estructura productiva revela una fuerte heterogeneidad. Si bien la mayoría de los productores, 140 equivalentes al 51 % poseen menos de 5 ha, apenas el 4 % de la superficie total, un grupo de grandes establecimientos concentra una proporción desproporcionada del área cultivada. Son cuatro los productores superan las 200 hectáreas y juntos controlan más del 40 % de la superficie citrícola provincial. Uno de ellos opera una plantación de más de 500 hectáreas, por lo que coexisten modelos productivos muy diversos, desde pequeñas explotaciones de subsistencia hasta emprendimientos empresariales altamente tecnificados.
En cuanto a la evolución en el tiempo, el sector citrícola presentó una leve tendencia a la contracción. Comparado con el relevamiento de 2019, que registró 6.789 hectáreas, la superficie total se redujo en 510 hectáreas, lo que equivale a una caída del 7,5 %.
Este retroceso se atribuye a múltiples factores, el abandono de plantaciones envejecidas, especialmente en zonas como Yuto, procesos de cambio de uso del suelo, la baja rentabilidad de ciertas variedades, y el impacto de la prolongada sequía que afectó áreas críticas como Palma Sola, donde la falta de riego provocó la pérdida de miles de plantas.
Sin embargo, ese diagnóstico no es unilateral. El análisis comparativo entre 2019 y 2025 también identifica 796 hectáreas nuevas, principalmente en Santa Bárbara, donde se observan dinámicas de renovación y expansión.
Además, se registraron 1.060 hectáreas eliminadas y 6.525 hectáreas que se mantuvieron sin cambios, lo que sugiere una estabilidad estructural de fondo, con ajustes internos significativos en la distribución espacial del cultivo.
Desde el Inta, los responsables del estudio destacaron que contar con datos actualizados y georreferenciados es fundamental para comprender la dinámica de la citricultura jujeña, planificar políticas públicas, priorizar asistencia técnica y orientar la inversión en el territorio. La metodología empleada para determinar estos datos, combina de tecnología satelital, SIG y trabajo de campo. Esto permite, "monitorear la actividad con una precisión que antes no estaba disponible", convirtiéndose en una herramienta clave para la toma de decisiones de productores, gobiernos locales y organismos provinciales.
Más allá de los números, el relevamiento reafirma el rol estratégico de la citricultura en Jujuy no solo por su peso en la economía regional, sino también por su impacto en el empleo rural y el desarrollo territorial del piedemonte.
En este contexto, el Inta anunció que seguirá fortaleciendo sus sistemas de monitoreo para acompañar procesos de renovación productiva, promover la sostenibilidad ambiental del sector y apoyar la competitividad de sus actores desde el pequeño productor hasta la gran empresa agrícola.
El equipo técnico
El equipo técnico responsable del informe de actualización integral está coordinado por Marcelo Perondi y Flavio César Speranza, de la Estación Experimental Agropecuaria de Yuto; y los colaboradores Fátima del Valle Miranda, Florencia Belén Díaz, de AER Palma Sola; Rocío Salardi Eect Yuto; Sebastián Buono y Milton Vargas de AER San Pedro. El documento completo está disponible en el repositorio institucional https://repositorio.inta.gob.ar/handle/20.500.12123/24520. Contar con estos datos actualizados resulta fundamental para planificar políticas públicas, mejora productiva y ambiental.