Objetivo cumplido y ahora a mirar con onda positiva lo que se viene. Ya de nada sirve lamentarse las chances desperdiciadas, malos arbitrajes o decisiones que no fueron acertadas. Gimnasia afrontará el Reducido por segunda temporada consecutiva de la mano de Matías Módolo y el desafío es lograr el segundo boleto a la Liga Profesional. El primero lo dirimirán los ganadores de grupo, Gimnasia de Mendoza y Deportivo Madryn ce Chubut.
El "lobo" derrotó ayer a Chacarita Juniors en el cierre de la fase regular de la Primera Nacional, terminando quinto en la Zona B. De esta manera, en los playoffs, se medirá con San Miguel la próxima semana, pero con la ventaja deportiva por haber acumulado más puntos que su rival. Es decir, en el duelo de los quintos ubicados, el jujeño será local y empatando habrá avanzado a la fase siguiente.
Mientras que ayer pudo romper el maleficio y fue positivo. Es que después de cuatro derrotas consecutivas estaba obligado a ganarle al "funebrero" para asegurarse terminar en la ubicación actual o bien aspirar a trepar un escalón, pero dependiendo de otros resultados. El empate u otra caída podrían implicar terminar del 6º al 8º, también con un combinación negativa de marcadores.
Pero el equipo "albiceleste" recuperó rápido la memoria. A los dos minutos de juego, Quintana habilitó de primera a Trasante, quien ingresando por el medio venció a Avellaneda.
El gol implicó calmar la ansiedad de todos y posibilitó poder manejar el partido, más allá que la visita también necesitaba los tres puntos para ver si podía acceder al Reducido con tanteadores que lo acompañaran.
Y el panorama se terminó de aclarar cuando Rébola, a la salida de un córner, le pegó una trompada de aquellas a Palazzo, quien sufrió un severo corte en el mentón. El asistente número 1, Erik Grunman, no dudó en avisarle la árbitro Felipe Viola que inmediatamente le mostró la tarjeta roja.
Si bien el local no pudo hacer valer el hombre de más, tampoco sufrió ningún sobresalto y el arquero Álvarez fue un espectador de lujo del encuentro dentro del campo.
En el complemento, luego de un tiro de esquina, Palazzo forcejeó con Chávez, quien envió el balón al fondo de las mallas. Los jugadores de "Chaca" protestaron una mano de Quintana en la acción previa, pero no pasó nada y el dos a cero fue lapidario.
Gimnasia, en realidad, debió haber goleado. Sin embargo, el ingresado Casa no estuvo fino en dos rápidos contragolpes y quedó con el grito atragantado.
Eso sí, el primer tiro al arco con peligro de la visita fue a los 40 minutos, a través de González. Un poco por cierto.
Gimnasia ganó y Jujuy festejó.
Ahora se viene lo mejor. Los "mano a mano" infartantes y el sueño latente de volver a la "A".