°
20 de Octubre,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

La barra del bar es el escenario de su gran destreza en Estados Unidos

David Rose es flair bartender, reside en Atlanta, Georgia. Dirige cinco escuelas de la profesión que ama.
Lunes, 20 de octubre de 2025 02:12
JUJEÑO EN ATLANTA | DAVID ROSE, EL FLAIR BARTENDER QUE CONOCE TODO EEUU.

Cuando los designios del universo se manifiestan gracias a una visualización previa, los dones de una persona se potencian al máximo nivel para salir a la luz y ser compartidos.

Así es como la fuente de inspiración es inagotable para David Rose, un jujeño que cada día que pasa va cumpliendo el sueño de su vida, como hace diecinueve años lo proyectó desde la conciencia de anhelar un alto vuelo.

Desde el primer instante en su camino elegido, sembraba alegría con su alma de artista a través del baile en Aerodance de Palpalá donde el histrionismo le abrió la puerta a ese lugar que ama, detrás de la barra de un bar.

PARAÍSO TERRENAL | DISFRUTANDO DE LA ENERGÍA QUE REGALA EL MAR.

Es así que gracias a una constante motivación fue perfeccionando técnicas, destacándose en espacios nocturnos de Jujuy, más tarde el país y luego, el mundo. "Es un orgullo representar a Argentina como flair bartender en los torneos que se realizan en Estados Unidos", detalló David Rose quien reside en la ciudad de Atlanta, estado de Georgia; donde se encuentra el Georgia Aquarium, acuario más grande del mundo y Stone Mountain Park.

El jujeño -que trasciende por su fuerza de voluntad y perseverancia en alcanzar nuevas metas- se prepara a través de un entrenamiento para compartir con la gente su pasión a través de los sentidos.

"Trabajar de esto me brinda estabilidad económica pero lo que me emociona en cada presentación, es algo que no se puede explicar, porque lo que más quiero es regalar un momento grato y ver la sonrisa de la gente, eso me hace bien", reflexionó.

Es que, desde su labor, la mixtura de los sabores con los colores y gustos de cada trago se efectúa en conjunción a los malabares y las destrezas que dejan en claro su presencia ante los espectadores.

NARANJA Y AMARILLO, MIXTURADOS

Cada maroma es una invitación al asombro, al arte en movimiento donde las botellas y la combinación de un gran despliegue, corresponden a una coreografía que tiene alitas. Su talento fue visto en cada estado del suelo estadounidense, de norte a sur y de este a oeste; contemplando la maravilla de una cultura que permanentemente lo deslumbra.

"Recuerdo que mi primer show fuera del país, lo hice en el año 2011 en Montana, era lo que más quería llegar a Norteamérica y mostrar lo que puedo hacer", rememoró con un dejo de nostalgia quien llegó a Las Vegas, su anhelo máximo de aquél momento, en 2019.

"Fue un camino intenso en donde no todo salió bien pero eso es parte de la vida. Al principio no tenía dinero, no tenía dónde pasar la noche y me tocó dormir en aeropuertos y un montón de cosas que, después, cuando sucedió lo que quería, fue una caricia al alma", comentó el artista que compartió sus vivencias y sacrificios por los que concretó su proyección.

"Mi intención era llegar a Las Vegas y recuerdo que lo hablaba abiertamente, creo en la ley de atracción y en la idea de manifestar desde el hacerme cargo lo que me resonaba en el alma", reveló.

Es de esta manera que cada persona puede lograr sus sueños, siempre que sean pedidos con el corazón y enviando ese mensaje de una manera cósmica.

ENTRE FRUTAS, EL AZUL

"Me di cuenta que hay factores externos que conspiran en nuestro favor de una manera inexplicable" detalló el flair bartender que cada semana dicta cursos en diferentes estados.

El progreso personal lo llevó a elegir Atlanta como ciudad de residencia pero a este incansable viajero, lo respalda una actividad constante que lo tiene con la mente y la labor de dirigir sus cinco escuelas de "Magic Bartender Show"; la primera fundada en su actual urbe, luego en Miami, Florida; en Carolina del Norte y del Sur y en Dallas Texas.

"El año que viene quiero abrir en Las Vegas, Hawái y New York porque eso implica hacer que otras personas emprendan para salir adelante. Pero yo me he creado una vida intencional, mi objetivo es que las personas que vean a un flair bartender, les genere emociones", explicó.

MÍTICA ESTATUA DE “ROCKY”, FILADELFIA

Ejercer esta profesión no se trata de sólo servir un trago y nada más. Hay toda una historia detrás, un bagaje de experiencias que se convierte en lo más sustancioso, como es el influir en las sensaciones de las personas con la entrega de lo mejor de sí mismo.

"Es una forma de vida transitar este campo, para mí que desde el 2006 hago esto, es apasionante y redituable pero yo trabajo para dar buena vibra", aseguró este embajador de la felicidad en tierras nórdicas con participaciones en treinta torneos mundiales.

“Ver a la Selección es un lujo”

“A los argentinos nos tienen muy bien, no sólo en Estados Unidos, sino por todo el mundo”, indicó David Rose quien está rankeado en el puesto 10 a nivel global por la Flair Bartenders Association.

Es que al viajar por su trabajo a distintos países de Latinoamérica y Europa, le permitió disfrutar todo como una posibilidad. Con la premisa de que cada ser nació con una misión y que es parte de un todo como el universo mismo, es que centraliza su labor desde la fuente creativa que lo ayuda a seguir y ser testigo de la buena fortuna, como fue poder ver a la selección Argentina de Fútbol en vivo, en los últimos dos amistosos con Venezuela y Puerto Rico.

“Fui a ver a la Selección Argentina en diferentes partidos, en la Copa América y amistosos, cuando me enteré que se jugaba en Miami, acomodé mis tiempos para estar allí porque ver a la selección es un lujo”, aseguró el jujeño que gusta del fútbol de élite. “Lo veo jugar a Messi en el Inter Miami pero más me gusta en la selección porque es un espectáculo ver lo que juegan.

Se nota cómo funcionan y que son los mejores del mundo, sin dudas”, expresó Rose feliz porque siente la cercanía de la tierra que lo vio nacer al rodearse de la afición nacional, donde se mezclan tonadas pero todas “bien argentas”; momento en el que se permite extrañar a su familia jujeña y a los sabores de la comida regional y bendecida. Así, el flair bartender con carisma de showman que hace de la barra del bar su escenario presto a deslumbrar a multitudes, tiene grandes aprendizajes cada día, siempre valorando que lo que sucede, conviene.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD