Más de 3.400 unidades productivas en Jujuy tienen al frente a una mujer, y alrededor del 40% de las explotaciones agropecuarias son gestionadas por ellas. Por ello, el Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo distinguió ayer la trayectoria de 34 mujeres rurales, cuatro de las cuales recibieron el Premio Pachamama y otras seis, menciones de honor.
La iniciativa, denominada "Distinción Pachamama: mujeres, sueños y campo", forma parte del Programa de Jóvenes y Mujeres en la Ruralidad, impulsado por la Dirección de Desarrollo Agrícola y Forestal. Apuntan a visibilizar y fortalecer el rol de las mujeres en el ámbito rural, reconociendo sus experiencias como motores de transformación social, económica y ambiental.
El acto se realizó ayer en el Cabildo Histórico, encabezado por el ministro Carlos Abud Robles, quien explicó que "dentro de este cambio de la matriz productiva de Jujuy, es fundamental destacar el esfuerzo y la resiliencia de las mujeres del campo, que sostienen la cultura del trabajo y la producción en condiciones muchas veces adversas".
Por su parte, la directora provincial de Desarrollo Agrícola y Forestal, María Emilia Deiana, explicó que las 34 mujeres nominadas fueron seleccionadas a partir de una convocatoria abierta realizada en septiembre. "Buscamos reconocer la innovación, el impacto ambiental, social y económico que generan en sus comunidades. Los criterios de evaluación se basaron en la sostenibilidad, el cuidado del ambiente, el compromiso social y la capacidad de dinamizar la economía local", señaló.
Deiana destacó además que, según el último Censo Nacional Agropecuario, el 42% de las unidades productivas de Jujuy están lideradas por mujeres, el porcentaje más alto del país, muy por encima de la media nacional, que ronda entre el 17% y el 18%.
Durante la ceremonia, también se realizó una distinción especial a Patricia Ríos, secretaria de Desarrollo Productivo, en reconocimiento a su trayectoria y aporte al sector. Las cuatro mujeres que obtuvieron el Premio Pachamama 2024 fueron María Gianina Giacoppo, Virginia Pérez, Marisa Ramos y Victoria Máxima Quipildor, cada una con historias que reflejan el compromiso y la innovación que hoy caracterizan a las productoras rurales jujeñas.
María Gianina Giacoppo, ingeniera agrónoma, lleva adelante el manejo técnico de una finca familiar en Pampicho, donde se cultivan tabaco, frutales y granos, que combina tradición, innovación y cuidado ambiental
Desde El Piquete, Virginia Pérez impulsa un proyecto forestal que comenzó en 2009 y hoy cuenta con más de 100.000 árboles plantados en 200 hectáreas certificadas. "Trabajo con especies nativas como lapacho, quina, urundel y quebracho. Hacemos un manejo basado en la conservación, y junto a mi marido producimos pisos de madera maciza, dándole valor agregado al recurso natural", dijo. También trabaja con escuelas, municipios y comunidades originarias para generar un nuevo vínculo con la Madre Tierra.
En el departamento de Yavi, Marisa Ramos es productora de camélidos y ovinos, y se propone dinamizar la cadena de valor de las carnes andinas. "Queremos diversificar la producción. Estamos desarrollando snacks y carne deshidratada de llama, con procesos más eficientes que permitan mantener la oferta todo el año. Hace más de diez años comercializamos carnes frescas, pero ahora buscamos agregar valor para llegar a nuevos mercados", explicó.
Luego, Victoria Máxima Quipildor, de la comunidad de Santa Ana, habló en representación de todas las distinguidas. Productora de papa e integrante de la cooperativa Sembrando Cultura Andina, trabaja junto a 16 familias que cultivan alrededor de 40 variedades de papas andinas. "Desde que tengo memoria producimos papa, pero en los últimos años incorporamos maquinaria y motocultivadores. Todavía nos falta consolidar nuestra personería jurídica, pero seguimos comercializando en las comunidades cercanas y soñamos con un sello propio", expresó.
Seis menciones de honor también
Las menciones de honor fueron para Mercedes María Luz Cruz, productora caprina y quesera de El Perchel, Tilcara, distinguida por la innovación aplicada en su sala de elaboración de quesos de cabra y el uso de ordeñadora mecánica; y Susana Ester Mayo, agricultora y ganadera andina de Lagunilla de Pozuelos, por mejorar la calidad de sus productos mediante la mejora genética de ovinos y camélidos.
Mientras María Teresa Blesa, profesional cañera de San Pedro, por su participación en el sector azucarero y su trayectoria en la Unión Cañeros Independientes de Jujuy y Salta; y Flavia Plácida Mamani, de Colonia San José, Huacalera, por su diversificación productiva en cría de cabras, elaboración de quesos, cultivos con biofertilizantes y promoción de nuevos emprendimientos locales. María Román, de Isla Chica, Palma Sola, fue valorada por más de 30 años de trabajo agroecológico y elaboración artesanal de mermeladas y escabeches; y Ana Colque, horticultora de Aguas Calientes, recibió su distinción por su compromiso con la gestión local y el fortalecimiento de la agricultura familiar.