Después de una noche larga y la fría madrugada comenzó un nuevo año agrícola con los primeros rayos.
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Después de una noche larga y la fría madrugada comenzó un nuevo año agrícola con los primeros rayos.
En la cosmovisión andina de los pueblos norteños, hoy se celebra el Inti Raymi (Fiesta del Sol), en cambio para el resto de los pobladores es sencillamente, el paso del otoño al invierno.
En la Quebrada y en la Puna, los festejos se extienden desde un extremo a otro en las comunidades indígenas que mantienen vigentes a lo largo del año las costumbres heredadas de los ancestros.
Las ceremonias de espera y bienvenida al sol (mientras se produce el Solsticio de invierno), comenzaron ayer por la noche, prosiguieron durante la madruga, y concluirán al amanecer cuando el astro rey ilumine los territorios.
Durante la larga y fría trasnochada bajo el cielo estrellado, los participantes se protegen con el calor de las fogatas y bebidas espirituosas, cantando y honrando al Tata Inti mientras inicia su camino hacia la Tierra.
A unos 3 kilómetros al sur de Huacalera, donde se encuentra el monolito del Trópico de Capricornio, se produce la ceremonia más convocante y promocionada del Inti Raymi en la Quebrada.
Las comunidades le pidieron al sol que los ilumine y les “brinde sabiduría a nuestros comunidades, a nuestros trabajadores y a nuestro Gobierno. Jalalla tata Inti”, pronunciaron durante la ceremonia.