En materia económica, el 2024 fue un año en el que se esperó el cumplimiento de las promesas realizadas por la nueva presidencia de Javier Milei, entre ellas, y la más esperada por el ciudadano de a pie, bajar la inflación, aunque en los primeros meses los índices fueron los más altos.
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En materia económica, el 2024 fue un año en el que se esperó el cumplimiento de las promesas realizadas por la nueva presidencia de Javier Milei, entre ellas, y la más esperada por el ciudadano de a pie, bajar la inflación, aunque en los primeros meses los índices fueron los más altos.
Con bimestres de subidas y bajadas, la provincia acumuló en once meses un 102,4% de inflación y registró un 2,9% mensual en noviembre. Y en comparación a las cifras nacionales, la inflación mensual de Jujuy quedó un 0,5% por debajo, al igual que la acumulada con un 10,4% menos.
Cabe destacar que en este informe se toman las cifras hasta el mes de noviembre dado que los correspondientes a diciembre se darán a conocer recién en enero de 2025.
La inflación acumulada en once meses de 2024 resultó un 55,9% menor que la del año pasado, mostrando que -pese a no haber llegado a los índices planeados- el porcentaje de inflación se redujo.
Es que si se comparan los datos relevados y publicados por la Dirección Provincial de Estadística y Censos (Dipec), en 2023 el IPC de noviembre fue de 14,2% y el acumulado en esos once meses de 158,3%, mientras que este año la inflación mensual de noviembre fue de 2,9% y el acumulado de 102,4%.
Y en la comparación interanual, es decir entre noviembre de 2023 y noviembre de 2024, el índice de este año también es menor, ya que hasta ahora arrojó un 155,2% frente al 174,3% del año anterior.
En este contexto, el precio de la Canasta Básica Total (CBT) que determina la pobreza aumentó en once meses un 99,5% y el de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que mide la indigencia, un 81,3%. Tal es así que en noviembre una familia de cuatro integrantes necesitó contar con $888.284 para no ser pobre y $ 398.464 para no ser indigente.
Es que durante el año el precio de la carne parecía no tener techo, las tradicionales subas por estacionalidad se vieron aún más potenciadas como ocurrió con la lechuga en enero y febrero cuando aumentó casi un 70%, la mandarina en marzo subió 43%, el tomate en abril, mayo y septiembre y la papa en agosto llegó a costar $1.249 el kilo.
Y una mención aparte para el limón que fue uno de los que más aumentó llegando a registrar una suba del 75% en octubre del 100% en noviembre. Hoy se venden a $300 cada uno.
Pero los alimentos no son los únicos que le dieron el impulso a la inflación de la provincia. Haciendo una síntesis de las variaciones de precios correspondiente a cada división de la canasta del Índice de Precios al Consumidor (IPC) los rubros que más veces lideraron el top 3 de los principales aumentos fueron Enseñanza, Atención médica y gastos para la salud, y Transporte.
Los gastos en transporte impactaron fuerte en el bolsillo jujeño, es que en once meses el transporte público de pasajeros tuvo 6 actualizaciones (en enero, febrero, marzo, julio, octubre y noviembre). Mientras que el servicio de transporte alternativo que incluye a taxis de radio llamada y compartidos registró dos subas, una en febrero y la última en noviembre.
Enseñanza registró sus picos en enero, marzo, mayo, agosto, septiembre, octubre y noviembre, situación que se explica por los costos de las inscripciones a inicio de año y las actualizaciones de las cuotas en los colegios privados a lo largo del ciclo lectivo.
En lo que respecta a gastos para la salud se trata de los incrementos de las prepagas que fueron polémicos en el año y el impacto de las nuevas medidas de desregulación a nivel nacional, entre ellas la modificación de los planes de medicamentos para los afiliados del Pami.
Ahora las expectativas están puestas en los índices que se publicarán en enero, dando recién el cierre a las cifras totales de 2024.