Cambiar radicalmente de vida. Dejar atrás el estrés y estar en pleno contacto con el mar. Ya sea por tiempo determinado o "para siempre", jujeños se van año tras año para conseguir, principalmente, que su esfuerzo sea mejor reconocido. Es así que Melina Sosa, una joven que a los 30 años de edad quiso ser protagonista de una historia que la lleva a vivir múltiples sensaciones en México.
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Cambiar radicalmente de vida. Dejar atrás el estrés y estar en pleno contacto con el mar. Ya sea por tiempo determinado o "para siempre", jujeños se van año tras año para conseguir, principalmente, que su esfuerzo sea mejor reconocido. Es así que Melina Sosa, una joven que a los 30 años de edad quiso ser protagonista de una historia que la lleva a vivir múltiples sensaciones en México.
La arquitecta y modelo profesional, oriunda de la capital, quien hace un tiempo decidió irse a vivir a Cancún y Playa del Carmen, explicó a El Tribuno de Jujuy cuáles fueron los motivos de su migración y cómo es trabajar en otra parte del mundo.
"El motivo por el que me fui de Jujuy y Argentina es porque sentía que trabajaba unos 5 o 6 meses para ahorrar para viajar, y luego viajaba con fecha de ida y vuelta, viajes planificados de 15 días. El tiempo que me permitía el trabajo poder ausentarme, lo cual me parece muy reducido", arrancó diciendo la entrevistada criada en el barrio capitalino de Coronel Arias.
CONTACTO CON EL MAR | DISFRUTA A PLENO DE LAS AGUAS TURQUESAS.
También señaló que "es más sencillo estar en los destinos que quiero conocer, el tiempo que desee, trabajando y así generando ingresos para hacer tour y paseos, aprendiendo de la cultura local de cada lugar que visite". Y mencionó el lugar que más le atrajo de México, "hasta el momento, lo que más me gustó es Isla Mujeres, es un lugar paradisíaco, de descanso, naturaleza y aventura".
Asimismo, el gran interés por el mar y las aguas turquesas, entre otros motivos, llevó a la jujeña a elegir México para estar más en contacto con la naturaleza. "El idioma, la calidez de la gente. También porque me gusta su arquitectura y arte. Era un país que todavía no conocía", comentó Sosa que no descartó la opción de visitar países cercanos como Estados Unidos, Panamá, Costa Rica o República Dominicana.
El cambio cultural, sin dudas, fue una experiencia "fuerte" y marcada sólo en la "alimentación". "Se basa en tipos de comida y horarios. Aquí están acostumbrados a comer en cualquier horario tacos, quesadillas, burritos, nachos, y algunas otras comidas en que para mí son sólo para el almuerzo o cena", indicó la jujeña que la comida que más le gustó fueron los chilaquiles de arrachera.
ISLA MUJERES | LUGAR PARADISÍACO, DE DESCANSO, NATURALEZA Y AVENTURA.
Con respecto a otros ámbitos, Melina Sosa habló de su adaptación a su nuevo empleo y las actividades diarias. "Me siento como en casa, me recibieron muy bien, los argentinos somos muy queridos por los mexicanos. Mis primeros meses estuve trabajando en un hostel que fue mi hogar y mi familia", sostuvo agregando que "mi día a día depende de las tareas que me asignen, mis horarios laborales en Argentina solían ser en la mañana y tarde, pero aquí cambiaron mucho porque trabajo en la tarde y noche, me toca hacer el tour playa a un grupo de turistas, después hacer entretenimiento, juegos y actividades a huéspedes en el bar, venta de entradas a discotecas y otros días trabajo de bartender en la barra del hostel por las noches. Las actividades son de voluntariado, a cambio de hospedaje y comidas. Usar la lavandería, tener descuentos en tours, etc. Y otras tareas son pagadas, más las propinas".
Su intención es quedarse hasta noviembre y presenciar la atractiva celebración donde se honra la memoria de los muertos. "Es un evento característico del país, y quiero vivirlo en la zona donde más se nota la cultura mexicana, como Puebla o Michoacán. Ese es mi objetivo, y después conocer otro país a partir de diciembre 2023, pero no tengo nada planeado todavía".
Tras un par de meses fuera de los pagos, es lógico añorar situaciones como "pasear en los destinos que elegía para relajarme, salir a caminar o tomar mates, como Yala, Termas de Reyes y los diques de Jujuy. A veces extraño los días que corría un viento frío, o la sensación fresca de estar bajo la sombra en verano, ya que aquí las temperaturas superan los 30°C todos los días", y cerró diciendo que "también extraño mis típicos sábados de torneos de fútbol en las canchas de los profesionales y esa pasión que le pone la gente al jugar".