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21 de Julio,  Jujuy, Argentina
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"En Los Ángeles hay gente que saltea el tránsito con helicópteros"

Una gran experiencia laboral es vivida por Matías Grosso, el jujeño que compartió sus vivencias en California.
Domingo, 30 de abril de 2023 01:04

Matías Grosso es el jujeño que gracias a una coincidencia o señal divina, le hizo caso a su espíritu instintivo y se dispuso a cambiar en su vida la monotonía por la acción. Y como si fuera una película, se dispuso a cambiar su destino. A través de una acertada decisión, siempre con el ánimo entusiasta, se animó al desafío hace poco más de un año. "Venía de hacer trabajo de oficina en la óptica y como ya estoy arriba de los cuarenta años, sentía que estaba haciendo una vida muy robótica. Era levantarme, ir a trabajar y volver. Sentía que era una vida aburrida para mí", expresó Matías Grosso, quien luego de adquirir la doble ciudadanía italiana comenzó a buscar su lugar en el mundo. A la hora de elegir, Europa siempre estuvo en primer lugar. Y llegar a Berlín en Alemania era el sueño a cumplir. Pero California sería la preferida. Entonces, en ese momento previo a viajar, las emociones se volvieron a encontrar. Una combinación entre incertidumbre y nerviosismo se presentó en Matías.

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Matías Grosso es el jujeño que gracias a una coincidencia o señal divina, le hizo caso a su espíritu instintivo y se dispuso a cambiar en su vida la monotonía por la acción. Y como si fuera una película, se dispuso a cambiar su destino. A través de una acertada decisión, siempre con el ánimo entusiasta, se animó al desafío hace poco más de un año. "Venía de hacer trabajo de oficina en la óptica y como ya estoy arriba de los cuarenta años, sentía que estaba haciendo una vida muy robótica. Era levantarme, ir a trabajar y volver. Sentía que era una vida aburrida para mí", expresó Matías Grosso, quien luego de adquirir la doble ciudadanía italiana comenzó a buscar su lugar en el mundo. A la hora de elegir, Europa siempre estuvo en primer lugar. Y llegar a Berlín en Alemania era el sueño a cumplir. Pero California sería la preferida. Entonces, en ese momento previo a viajar, las emociones se volvieron a encontrar. Una combinación entre incertidumbre y nerviosismo se presentó en Matías.

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"Es muy loco pero, aunque te da miedo, hay que mentalizarse. Con un amigo preparamos todo y teníamos un contacto que nos iba a ayudar. Sacamos fuerzas de donde sea y llegamos. Estuvimos unos quince días parados viviendo en un motorhome (casa rodante) que no funcionaba", explicó el jujeño que se pasó viendo videos y artículos sobre la ciudad que lo vería crecer.

"Vivíamos en un lugar donde no había mucha actividad, era industrial. No había mucha gente y yo hablaba menos que básico de inglés, pero siempre hacía la broma de que, si tenía hambre, me iba a hacer entender, y mi amigo sí había estudiado mucho en institutos", comentó Matías que fue junto a su compañero al norte californiano hacia la Greenhouse (invernadero), donde una amiga en común los incluyó en su entrevista de trabajo y entraron los tres para desempeñar tareas allí. ¿La experiencia? Espectacular.

"Se armó un grupo de trabajo lindo, entraron otras amigas de Córdoba y éramos como siete los argentinos", aseguró este joven que trabajó el año pasado en la granja de una empresa de productos con base en la planta de marihuana.

En ese lugar, su labor era regar y crear clones de plantines, aplicando las técnicas para su cuidado. Pero este año, su función se hizo más citadina y en el corazón de Los Ángeles (LA), donde cumple tareas para la misma firma pero como conductor que transporta químicos relacionados a la planta. La nueva dirección que tomó en su empleo lo llevó a conocer las calles de una ciudad que lo tiene maravillado.

"Me fascina en todo aspecto, porque primero es una megaciudad donde podés ver a LA Lakers, ves cada fin de semana a Madonna o a Depeche Mode, con megaeventos todo el tiempo", detalló sobre este sitio activo las 24 horas del día. "Es una ciudad que está prendida fuego, desde el tránsito, a las 1, 2 y 3 de la mañana siempre está repleto, nadie duerme", expresó este jujeño, quien nunca se imaginó estar en Norteamérica ni de manejarse en un tránsito con autopistas de diez carriles.

"Todo está lleno de autos que te pasan por todos lados. Me da mucha adrenalina ver gente que saltea el tránsito con helicópteros", aseguró. La multiplicidad de culturas es vivida por este argentino curioso que absorbió cada enseñanza como el mejor de los aprendizajes. "Los dueños de la empresa son serbios; el mánager, búlgaro, y como trabajadores, muchos mexicanos y argentinos. Hoy en día trabajo también con rusos", explicó quien sigue ejercitándose en el idioma inglés. "Me renovó las expectativas y las ganas de vivir. En LA salir a trabajar es una aventura para mí", explicó Matías Grosso desde la tierra trabajadora por excelencia.

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Es así que este jujeño logró conocer Hollywood, Beverly Hills y Calabasas; y aunque le falta por conocer muchos lugares, trata de trabajar full time. "Si aquí te esforzás, hacés mucha plata. Los argentinos tenemos un plus", destacó explicando a la perfección el pensamiento de un americano. "Una vez se rompió el calefón, no daba agua caliente. Y el mánager llamó por teléfono y dijo que lo saquen y que pongan uno nuevo. Yo por hacerme el 'canchero' dije: 'En Argentina lo arreglamos todo'. Él me dijo: 'Si yo me tengo que poner a arreglar el calefón, tengo que desarmarlo y demoraría una hora, para ir a buscar el repuesto perdería otra hora, también en volverlo a armar y en el calefón voy a estar tres horas hasta hacerlo funcionar y mi hora sale -por ejemplo- 300 dólares, entonces quiere decir que perdí 900 dólares. En cambio, yo llamo por teléfono y resuelvo el problema en cinco minutos'. Me sirvió para darme cuenta de cómo piensan", aclaró Matías Grosso. "En Los Ángeles se puede tener una vida súper linda sin ser millonario. En un mes de trabajo podés comprarte un auto", destacó este joven que extraña a su familia, a sus amigos y a esos asaditos del domingo que solía disfrutar tiempo atrás.

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