Las décadas de los 80 y 90 fueron periodos de grandes transformaciones y por lo tanto de grandes decisiones para la producción cañera de nuestro país, producto de una crisis del sector por la caída de los precios, la desregulación de la actividad dispuesta por el gobierno nacional a partir del año 1991 y de un nuevo régimen de comercialización entre cañeros e industriales, denominado "depósito y maquila", logrado por los cañeros a mediados de los 80.
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Las décadas de los 80 y 90 fueron periodos de grandes transformaciones y por lo tanto de grandes decisiones para la producción cañera de nuestro país, producto de una crisis del sector por la caída de los precios, la desregulación de la actividad dispuesta por el gobierno nacional a partir del año 1991 y de un nuevo régimen de comercialización entre cañeros e industriales, denominado "depósito y maquila", logrado por los cañeros a mediados de los 80.
La desregulación de la actividad azucarera se tradujo en una sensible reducción de los precios del azúcar, lo que exigía una transformación en el manejo de las explotaciones cañeras, a través del incremento de la productividad, reducción de los costos, aumento de la escala de producción, integraciones horizontales, diversificaciones agrícolas y agroindustriales y la creación de empresas generadoras de servicios.
Frente a este gran desafío que imponía el mercado interno y externo, las decisiones a tomar en este contexto, fueron vitales para la sostenibilidad de la producción. Es decir quedarse abajo o subirse al tren que prometía consolidar el crecimiento de la producción.
En este sentido, la visión que caracterizaba a sus dirigentes y las bases sólidas gestadas por los fundadores de la institución, les permitieron tomar grandes decisiones que lograron afrontar las problemáticas del sector, pero también hechos sobresalientes para el desarrollo y crecimiento de la producción. Grandes decisiones que de alguna manera Marcaron el Norte de la Producción Nacional.
Entre los hechos logrados se destacan: la realización del primer congreso internacional de productores de caña de azúcar en la provincia de Jujuy, el mejoramiento agronómico y tecnológico de los cañaverales, las primeras exportaciones de azúcar de los productores a países de la región y la participación de la cuota a Estados Unidos, entre otros, que posiciono a la producción de la región en general y la institución en particular en el ámbito nacional e internacional.
También tuvieron que tomar grandes decisiones frente a las problemáticas que se presentaron durante este periodo en el marco de una crisis del sector tales como:
La convocatoria del Ingenio La Esperanza, donde la institución supo mantener la política y el accionar que siempre la caracterizo: informarse permanentemente sin interferir en el desarrollo de los acontecimientos pero con una posición firme en defensa de los intereses de cada uno de sus asociados.
Así también participar firmemente frente a la decisión que tomo Brasil de derogar los aranceles argentinos para los productos alimenticios como el azúcar, un firme reclamo ante algunos ingenios por el azúcar faltante de los productores, caída del precio del azúcar, la delicada situación financiera de la cooperativa de productores cañeros , el pedido de una emergencia agropecuaria provincial y económica a nivel nacional, deudas con el personal de la Institución y la regularización de su estado económico, refinanciación de deudas bancarias, entre otros
Todo esto en el marco de la celebración del 50 aniversario de la institución. Cuya conmemoración significó para los productores cañeros la consolidación de la institución y grandes desafíos para el futuro de la producción. Oportunidad en la cual la institución fue acompañada y reconocida por todos los actores que integran el sector. Asimismo por otras instituciones productivas del ámbito nacional e internacional, y de los gobiernos de las provincias productoras y nacional.