La coplera abrapampeña, residente en Maimará, Erminda Mamaní, presentará mañana a las 10 de la mañana, en Cauqueva (ubicada en el acceso norte a esa localidad norteña y a orillas de la ruta nacional 9), la reedición de su recopilación de coplas titulada "Mi tierra en coplas".
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La coplera abrapampeña, residente en Maimará, Erminda Mamaní, presentará mañana a las 10 de la mañana, en Cauqueva (ubicada en el acceso norte a esa localidad norteña y a orillas de la ruta nacional 9), la reedición de su recopilación de coplas titulada "Mi tierra en coplas".
Las coplas recopiladas, "tratan sobre cuestiones de la vida: el amor, el desengaño, y todo lo que puede vivir un ser humano", relató en su casa en la Quebrada de Humahuaca, donde reside desde hace aproximadamente 10 años, luego de pasar gran parte de su vida en la Puna, donde se desempeñó como maestra de la primaria.
Doña Erminda, aclara que su libro "es una recopilación" porque "la copla no tiene un autor, son anónimas, y el que la canta, se siente dueño en el momento".
Su objetivo a través del libro, fue "transcribir todo lo que escuché a lo largo de mi vida, sobre todo en mi "mocedad" (juventud) e infancia, para devolver a la gente que ama la copla".
Reconoció que posee algunas coplas "como a todos los que nos gustan las coplas alguna vez concertamos, algunas son de mi autoría, pero no podría decir cuáles, por ahí en algunas ocasiones le canto a mi esposo, otras dedicadas a alguien, pero son poquísimas".
En la media mañana del sábado, doña Laura Vilte, muy conocida coplera y organizadora del Encuentro de copleros, en Purmamarca, será quien presente la reedición de la publicación. Con ella estará el secretario de Turismo, Luis Zerpa y copleros invitados, quienes formando ruedas, entonarán sus coplas finalizado el acto cultural.
Edición anterior
La primera edición, que presentó en el centenario de la fundación de Abra Pampa (1983), posee 800 coplas, mientras que la reedición contiene 1.027, aparte de los contrapuntos que no fueron enumerados.
Por pedido de sus amistades y copleros, es que decidió hacer una reedición de aquella vieja publicación, "y además porque eran muy poquitos los ejemplares de esa edición, y que la hice a las apuradas por el aniversario de la fundación de Abra Pampa". Sólo 100 ejemplares vieron la luz ese año y que están en poder de los cantores populares de la Puna jujeña.
Pero también, le motivó hacer la reedición, porque "seguí transitando el camino de la copla, escuchando coplas muy lindas, me dije que las iba a volcar en un nuevo coplero, es así que lo aumenté".
Desde muy joven se dedicó a cantar coplas en el paraje Abra Pampa y Cerro blanco, "he vivido los carnavales más lindos detrás de la copla, con amigos, conocí el carnaval a caballo que se realizaba en la Puna, recuerdo que nos íbamos a Puesto del Marques donde nos encontrábamos con otros copleros lugareños".
La reedición de Mi tierra en coplas, "es ocasión propicia para reflexionar sobre los quehaceres de quienes ponen en valor esas ‘volátiles mariposillas folclóricas’, al decir del poeta Domingo Zerpa. Quienes por afición se dedican a las tradiciones orales llámense coplas en el noroeste argentino, payadas en las tierras pampeanas, o amorfinos en tierras ecuatorianas), ejecutan comportamientos prototípicos del campo social de los estudiosos del arte verbal", escribió Marcelo Zapana, sobre la publicación de Mamaní.
Zapana, dice que el trabajo de registro no solo incluye las tareas asociadas a tratar de retener, por diversos medios, las coplas que ya fueron cantadas y que no volverán nunca a ser ejecutadas de la misma forma.
"Los amantes del arte coplero se ponen luego, con afanes de precisión, en la faena taxonómica de sus preciosos tesoros dispersos en distintos soportes: borradores de ocasión, cuadernos amarillentos que sobreviven a diversos carnavales, acaso alguna notebook. Alejados de la epifanía de la performance verbal, ahora se ponen a ordenar el universo de sus "volátiles mariposillas".
Más adelante, escribe Zerpa que doña Mamaní en la reedición de su cuaderno de bitácora "nos sorprende con una particularidad de sus procesos de creación verbal. Sabíamos de la existencia de los contrapuntos copleros inmediatos. Son cantados por ejemplo, en las señalas de oveja. También tenemos registros de los contrapuntos semiinmediatos y mediatos. Estos últimos son inventados para ser grabados y comercializados".
Y concluye, que la segunda edición sea una ocasión para valorar el trabajo de tantos etnolinguistas de afición que silenciosamente trabajan "en esta tierras preñadas de arte milenario".