¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

14°
25 de Junio,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Los graves efectos del maltrato en la vida emocional del niño

Antonia Buenader, psicóloga, analizó la problemática y los traumas que provoca en el crecimiento del chico.
Sabado, 27 de abril de 2019 01:00

En el marco de la Semana Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil que fue el jueves pasado, Antonia Buenader, psicóloga que trabaja en el hospital "Carlos Snopek" del barrio Alto Comedero, analizó esta problemática y sus principales efectos en los niños, considerando que causa serios trastornos en ellos como ser agresión o aislamiento.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

En el marco de la Semana Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil que fue el jueves pasado, Antonia Buenader, psicóloga que trabaja en el hospital "Carlos Snopek" del barrio Alto Comedero, analizó esta problemática y sus principales efectos en los niños, considerando que causa serios trastornos en ellos como ser agresión o aislamiento.

"Mediante el trabajo que vengo haciendo puedo decir que el maltrato tiene graves efectos en la vida emocional del niño. Hay muchas patologías que pueden desprenderse de una situación de maltrato, como ser la hiperactividad, y otras. Generando un trauma sea como sea por más que no lo vean y solo lo escuchen. Los padres subestiman mucho eso, dicen que ellos no ven y no lo hacen frente a ellos", mencionó Buenader, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

Con respecto a esas situaciones aseguró que tienen que ver con "que hay una vida que se vive en tensión y los chicos se ponen en alerta, y están todo el tiempo a la defensiva. Y ven a la vida como peligrosa, entonces hay que atacar, hay que defenderse o me paralizo, me inhibo y no me relaciono con otros. Piensa que siempre es mejor pegar a que me peguen".

En ese sentido sostuvo que "empiezan a armarse trastornos vinculares muy graves en la vida de ese chico. Tan graves que tienen sus consecuencias en la edad adulta, porque son situaciones que no se terminan de resolver y mientras más pequeño es el niño es peor".

"Algunos padres dicen que no se da cuenta porque es chiquito, que no sabe de esas cosas y demás pero no es así. Mientras menos edad tiene, menos recursos psicológicos, biológicos y menos disponibilidad subjetiva tendrá para abordar las situaciones traumáticas", añadió.

El impacto de esas situaciones no es lo mismo en cada edad, "no es lo mismo un ruido o grito en un niño de un año que en uno de diez. Genera trastornos varios. El niño que no tiene un sostén de seguridad en este mundo, no se siente seguro ni cuando está en su casa. No tiene la base de sostén necesaria para poder emprender una vida donde pueda resolver situaciones, no está sostenido en la vida", indicó.

Siguió diciendo que "hay otro niños que resuelven esta situación de violencia adaptándose a medida que van creciendo. Hacen todo bien, son perfectos, les va bien en la escuela y demás. Pero internamente tienen sensaciones de tristeza y dificultades cuando se vinculan con su pareja, compañeros, etc., que les trae muchos problemas porque están emocionalmente muy inmaduros".

Además, afirmó que los niños reciben esa violencia como matriz de aprendizaje y pueden superar ese daño mediante acompañamiento, tratamiento y otras situaciones favorables.

No quedan igual toda la vida, hay posibilidades de ser resilientes, para eso necesitan un buen entorno y referentes que los ayuden.

El trauma que provoca un abandono en los chicos

GRAVES SECUELAS / TIENE LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE UN NIÑO.

Una situación que lamentablemente se da con frecuencia en la sociedad es la falta de responsabilidad en la crianza de los hijos que en la mayoría de los casos se da por parte del padre que es ausente económica y emocionalmente, o en el peor de los casos los abandona completamente.
En ese sentido Antonia Buenader dijo que “cualquier experiencia de abandono en un chico es traumática. Cuando un ser querido está ausente tiene la vivencia de que él no vale tanto para ser amado. No pueden elaborar un razonamiento como pensar que mi papá es violento porque no tiene trabajo”.
Agregó que “ellos se sienten el centro del mundo, entonces cuando pasan esas experiencias ellos creen que son los culpables. Que lo que hacen está mal, y eso mira la construcción subjetiva de su ser, sienten que no merecen ese amor y lo pueden reproducir cuando crecen”. 
Por otra parte, resaltó que “la salud mental no es solo subjetiva que le pertenece a un niño, a un papá o a un solo sujeto. Tiene su base en la sociedad que se construye, en situaciones sociales, se puede hacer mucha terapia pero el trabajo es en red. Sin eso no sirve de nada”.
Asimismo, mencionó que “no solo tiene que ver con una cuestión individual y subjetiva, esto se produce en un contexto socioeconómico. La violencia depende del contexto, y ese contexto construye esas situaciones”.
“En los niños hay una mirada adultocéntrica que juzga al chico y le quita su vida emocional como algo importante como ser el juego que es algo muy importante, eso también es violencia. Además de atravesamientos sociales tiene un atravesamiento de la mirada del adulto”, finalizó la especialista.

Un red para frenar la violencia 

Ante casos de violencia comunicarse al 144 (violencia de género), 102 (niños y adolescentes en riesgo) y 145 (trata de personas).

Desde hace más de dos años existe una red en el barrio Alto Comedero que está compuesta por diversas instituciones del lugar que trabajan de forma mancomunada sobre la problemática de violencia que existe en esa zona.
Estas instituciones son municipales como Paridad de Género, establecimientos educativos, los CIC, organizaciones barriales, centros vecinales, y también de salud. Entre ellas el hospital “Carlos Snopek”. 
La red comunitaria e institucional contra la violencia de género trabaja en ese barrio desde hace dos años, “hay mucha demanda y no tantos recursos. Entonces necesitamos aceitar el circuito de cómo trabajar con un paciente que sufrió violencia. Con la red organizamos reuniones y actividades en torno a esta problemática. Se hizo una guía entre todos los sectores de la red e hicimos consultorios móviles que iban a las escuelas para atender a jóvenes”, sostuvo la psicóloga Antonia Buenader.
El consultorio de adolescencia fue al barrio, se llamó esa actividad y trasladaron ese dispositivo institucional hospitalario mediante todos los que componen la red. Lo que había comenzado con atención de una doctora y una psicóloga se fue ampliando y empezaron a incorporarse otros servicios como ser asesoramientos legales y talleres.
Explicó que “esto no es solo de la parte de salud, es algo mucho más grande. Para trabajar con situaciones de violencia es muy importante saber otras cuestiones que no tengan que ver solo con la salud. Se resuelve con experiencias barriales, actividades recreativas para chicos y no solo en un consultorio”. 
Actualmente, además de hacer continuamente capacitaciones internas están confeccionando una guía de recursos comunitarios del barrio Alto Comedero. Relevaron todas las instituciones que existen en ese sector. 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD