Jorge Siufi estaba próximo a cumplir 72 años el próximo 12 de enero, razón por la cual tenía previsto iniciar hoy el regreso a su querido Jujuy desde las paradisiacas playas de Caribe mexicano adonde había viajado en compañía de su esposa Silvia Blasco y uno de sus hijos.
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Jorge Siufi estaba próximo a cumplir 72 años el próximo 12 de enero, razón por la cual tenía previsto iniciar hoy el regreso a su querido Jujuy desde las paradisiacas playas de Caribe mexicano adonde había viajado en compañía de su esposa Silvia Blasco y uno de sus hijos.
Fue justamente en Cancún donde en horas del viernes este jujeño de "pura cepa" alzó vuelo rodeado de la mujer que amó y quien supo ser su compañera, esposa, compinche, amiga y socia en su negocio familiar.
Jorgito era el hijo varón de Jorge Siufi y Jorgina Otero, familia conformada además por sus dos hermanas Elsa y Cristina.
Después de haber trabajado durante muchos años bajo la atenta mirada de Carlos, Domingo y su padre en el tradicional y señero negocio de Alvear al 600, el por siempre recordado "Siufi Hermanos", y haber disfrutado de interminables horas de amistad y "farras" en los principales locales de la época, "La Rural", "La Royal" y algunos de la ciudad de Salta que solía frecuentar, cuando la vida lo premió y el amor golpeó a su puerta.
Junto a Silvia tuvieron tres hijos, Bárbara, Agustina y Matías, y de a poco comenzaron con el emprendimiento de calle Esteban Echeverría y Coronel Pérez de Uriondo, tal vez siguiendo la tradición familiar de Silvia, inauguraron una estación de servicio. El más duro golpe sufrido por Jorge y su familia fue la repentina partida de su hija Bárbara el 3 de febrero de 2015.
Jorge estaba de vacaciones acompañado de Silvia y Matías y una de sus cuñadas cuando sorpresivamente lo encontró la muerte. De completarse la documentación correspondiente sus restos arribarán el próximo martes en horas de la mañana a Salta y de allí a Jujuy.
La despedida de su primo Roberto
“Tenía varios apodos el primo..."chato"... "elena"... " Tarzán de maceta"..." tachuela"...para mí fue siempre Jorgito ... Jorge era su papá... él no era Jorge Jr. sino Jorgito... porque era chiquito nomás...
En este relato voy a poner de relieve algunos perfiles que lo distinguían... así como algunas anécdotas de su vida... yo compartí varias...
Desde chico zapateaba el malambo... todo de blanco con botas negras era un "chúcaro" en miniatura...
En sus años de adolescencia... se lucía en la pista de "La Rural"... bailando el rock and roll... era un placer verlo bailar ... hacía pasar a su compañera por un brazo para agarrarla por el otro... yo una vez quise hacer lo mismo y mi compañera salió despedida y fue a parar contra unas mesas...
Hubo una época que estaba de moda un baile tipo africano... el "pata-pata" de Mirian Makeba... Alberto Ax organizó un concurso para bailarlo... lo ganó Jorgito de punta a punta... parecía que había nacido en el corazón de África...
En los famosos intercolegiales de básquet que se disputaban en la vieja cancha de la Sirio... cuando aparecía Jorgito para defender los colores de su colegio Comercial el estadio estallaba en un coro unánime..."elena... elena...elenanito..."
Junto a Jorgito... mi papá... el "sopita" y el "huevo"...realicé uno de los viajes más hermosos de mi vida.
Se fue hace unas horas ... lejos de casa... en Cancún.. lo voy a recordar con alegría... todavía resuenan en los oídos el bullanguero..."elena...elena...el enanito..." de los intercolegiales...sí ..con alegría ... pero no hay caso.. no lo puedo evitar.... se me pianta un lagrimón...”