Un inspector municipal denunció haber sido agredido por un vendedor de frutas que se ubica en cercanías de la esquina de Santiago del Estero y José de la Iglesia y por otra comerciante informal, cuando realizaba un control por esa zona de la ciudad cercana a la exterminal de ómnibus.
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Un inspector municipal denunció haber sido agredido por un vendedor de frutas que se ubica en cercanías de la esquina de Santiago del Estero y José de la Iglesia y por otra comerciante informal, cuando realizaba un control por esa zona de la ciudad cercana a la exterminal de ómnibus.
La agresión, según la denuncia del inspector de apellido Jaramillo, se dio en la tarde del último jueves, alrededor de las 17.30, cuando hacía un relevamiento de los comerciantes informales de la citada zona. Por el ataque, que también se dio en medio de agresiones verbales por parte de los vendedores, terminó con una seria lesión en unos de sus ojos.
El hecho fue filmado por algunos testigos y se difundió por distintos medios y redes sociales.
El subsecretario de Fiscalización y Control del municipio, Bruno Jerez, dijo que se realizó la denuncia pertinente en la Seccional 4º del barrio Cuyaya y tomó intervención el asesor legal del municipio.
Jerez, quien se encontraba en el lugar al momento del hecho, manifestó que los inspectores estaban haciendo un relevamiento de rutina en la zona, cuando en cierto momento los agresores- que no cuentan con permisos otorgados para la venta desde el municipio- se acercaron sin mediar diálogo y empezaron a agredirlos con insultos y palos.
"Ésta es la quinta o sexta denuncia que hacemos por personal municipal agredido. Hay mucha gente que por falta de conocimiento los apoya, pero en realidad es gente que no tiene permisos otorgados y generan una competencia desleal. Allí se encuentra el Mercado de Abasto, con comercios que pagan impuestos, pagan alquiler y a sus empleados", expresó Jerez.
Por su parte el inspector agredido, dijo que no es la primera vez que reciben este tipo de tratos por parte de los "fruteros". En reiteradas ocasiones los amenazan con machetes e insultos, no solamente cuando cumple con su labor diaria, sino en situaciones cotidianas y personales.