En estas fiestas de Navidades, donde la paz y el amor, una época de reuniones familiares, reconsideración de nuestras actitudes y acercamiento nos reúnen delante del pesebre y del árbol para recordar en la civilización occidental que el dios cristiano se hizo carne para redimir al mundo. Así muchas obras musicales antiguas españolas hablan de Jesús como el nuevo Adán y María la nueva Eva. La música del renacimiento española es muy rica en la tradición católica, pues se escribieron varias obras polifónicas que se cantaban y ejecutaban en las catedrales.
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En estas fiestas de Navidades, donde la paz y el amor, una época de reuniones familiares, reconsideración de nuestras actitudes y acercamiento nos reúnen delante del pesebre y del árbol para recordar en la civilización occidental que el dios cristiano se hizo carne para redimir al mundo. Así muchas obras musicales antiguas españolas hablan de Jesús como el nuevo Adán y María la nueva Eva. La música del renacimiento española es muy rica en la tradición católica, pues se escribieron varias obras polifónicas que se cantaban y ejecutaban en las catedrales.
Aunque hoy en día conocemos las obras navideñas como villancicos, este nombre anteriormente designaba a las obras cantadas por los villanos o gente del pueblo. Su tinte es más popular que las arias, sonetos o romances, que eran más bien cantadas en las cortes reales y sus personajes eran seres de leyendas, sagas antiguas grecorromanas o textos en latín. Es claro que la gente común no hablaba latín y se divertía más bien cantando música alegre y a veces de textos picantes, como las coplas de comadres que escuchamos en el norte argentino en carnaval, donde el doble sentido hacía reír a la gente y seguían cantando e improvisando en sus melodías y textos. Así, grandes autores y compositores españoles del renacimiento nos han legado villancicos con textos muy cómicos y “subidos de tono”.
Pero este paréntesis era sólo para referirnos al origen de la palabra villancico, que nació como una obra simple cantada por los villanos y no relacionada con la navidad necesariamente. Pero quizás el nexo entre el origen de la palabra y su uso actual sean los pastores, ya que muchos de los villanos eran pastores y comúnmente escuchamos en los villancicos navidenos la alusión a los pastores, como seres pobres, simples pero privilegiados, pues son los que van a ver al Niño Jesús en Belén. Lo cierto es que no se sabe con exactitud cuándo empezaron a llamarse así las canciones de Navidad.
En Alemania son muy solemnes, de gran seriedad y a menudo tranquilos. Dividen muy claramente entre la música de Adviento y la música de Navidad, que se canta a partir del 24 de diciembre. En España en cambio, la Navidad cobra una alegría inmensa y los ritmos navideños nos invitan a bailar. Mientras más al sur nos encontremos en España más alegres son los villancicos. En los últimos años sin embargo, el flamenco ha ido ganando terreno, demasiado para el gusto de algunos y también se ha adueñado de los villancicos andaluces. Es así que tenemos en Jerez de la Frontera, ciudad famosa por sus vinos de Jerez, en especial Tío Pepe, los villancicos con la zambomba. La zambomba es un instrumento muy interesante y singular, que se toca sólo en Navidad y en Adviento en esta región de España.
En la inauguración de las luces navideñas en la ciudad de Málaga he tenido la suerte de escuchar los villancicos con zambomba. Es un instrumento que está formado por una vasija de barro, como las que se venden en los mercados de la Puna jujeña pero que está cubierta con una tela fina con un agujero. A través de ella se introduce un madero y con la mano mojada se hunde el madero a través de la tela y al hacer ese movimiento produce un sonido particular, como un bajo. ¡Sin zambomba no hay villancico! Y es así que la gente se reúne en las calles de Andalucía y canta con panderos, cascabeles y la zambomba las canciones que todos conocemos típicas de estas fiestas. También he visto como improvisan con una botella de aguardiente vacía rugosa y una cuchara a modo de quijada de burro. Así, hemos vibrado cantando horas villancicos que en Jujuy conocemos y cantamos también , como los “Peces en el río”, “La Marimorena”, “Campana sobre campana” o “Veinticinco de diciembre”, fum fum fum, villancicos que deben permanecer en nuestra cultura y transmitirse a las generaciones venideras, pues hablan de nuestra historia y de cómo vivimos la navidad.
En Francia, por otro lado tenemos una tradición de música navideña muy interesante, pues desde la Edad Media se componían obras religiosas para ser cantadas en las grandes catedrales góticas que se originaron en Francia y se pusieron de moda en Europa.
Los villancicos populares son un poco más tranquilos que nos nuestros, pero también los pastores, los ángeles y los animales son muy importantes en los textos navideños.
Pero hemos visto la tristeza en París los últimos días generados por la violencia que ha movilizado al gobierno francés y ha llevado a cambios en la política. La decoración de los Campos Eliseos se ha visto tenida de pena pero esperemos que en las navidades todo vuelva a la normalidad. Un villancico francés muy bonito y muy popular es “Cantique de Noel” escrita por el compositor francés Adolphe Adam y que esperemos que se escuche en las iglesias francesas el 24, celebrando la paz y el amor.
Mientras tanto en Jujuy la Nochebuena nos sorprenderá adorando delante del pesebre y con la esperanza de que el año próximo todo será mejor, deseos de estas fiestas de fin de año y que con gran ansia anhelamos todos.