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11 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Programa de recuperación para la reinserción social

La comunidad de AA lucha contra el flagelo del alcoholismo, propiciando el encuentro con el otro y el intercambio de vivencia. Se trata de una "escuela de vida" que fomenta la reinserción social, buscando cambios de hábitos y de actitud.
Martes, 12 de septiembre de 2017 19:56

Entre tantos flagelos que atacan cada vez con más fuerza en la sociedad está presente el alcoholismo, una práctica que lamentablemente está presente cada vez en edades más tempranas y que en Argentina afecta al 50% de los jóvenes, ubicándose así entre los países con mayor consumo de América Latina.

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Entre tantos flagelos que atacan cada vez con más fuerza en la sociedad está presente el alcoholismo, una práctica que lamentablemente está presente cada vez en edades más tempranas y que en Argentina afecta al 50% de los jóvenes, ubicándose así entre los países con mayor consumo de América Latina.

 

El programa AA nació hace mas de 80 años en Estados Unidos y actualmente se desarrolla en mas de 180 países del mundo.

Desde hace más de 60 años, la Organización Mundial de la Salud declaró al alcoholismo como una enfermedad, por cuanto reúne los requisitos de un padecimiento humano, es decir, es diagnosticado, tratado, rehabilitado, y prevenido dentro de los principios médicos. Se la define como una alergia física seguida de una obsesión mental, y se la considera como una patología física, mental y espiritual.

 

Para dar batalla a este padecimiento, desde hace más de 80 años se creó el programa Alcohólicos Anónimos (AA una comunidad de hombres y mujeres que comparten mutuas experiencias para ver de qué forma pueden dejar de beber, siendo el único requisito para integrarlo el deseo sincero de abandonar la bebida, ya que es fundamental que la persona admita que padece la enfermedad.

Si bien mucho se habla del programa AA, pocos conocer realmente como funciona, en qué consiste y de qué manera lo ponen en práctica sus miembros. A lo largo de los años, AA se ha ido expandiendo por el mundo, logrando instalarse con éxito en más de 180 países, entre ellos Argentina, y a su vez en las distintas provincias del país.

El coordinador del área Jujuy de AA, Gabriel F., explicó que el programa es un espacio abierto, libre y gratuito, que recibe a toda aquella persona que reconoce "ser alcohólico" y que tiene el deseo real de dejar de beber. "Generalmente una persona llega al grupo cuando toco fondo, con problemas económicos, sociales, familiares, que es lo que en definitiva lleva a la persona a buscar ayuda. Cuando eso sucede, y hay un deseo sincero de abandonar la bebida, comenzamos a intervenir desde AA", señaló.

Según dijo, cada grupo celebra reuniones diarias o semanales, en las cuales los miembros relatan sus experiencias narrando de qué manera llegaron y cómo se van sintiendo en cada una de las reuniones. Para esto se emplea una guía basada en literatura hecha por alcohólicos y de esa manera cada miembro va encontrando su propia recuperación. 

A los que recién ingresan se les sugiere probar un tiempo con el programa, con reuniones diarias porque al ser la mayoría bebedores diarios, lo ideal es que acudan a cada reunión para evitar “la primera copa que es la que enciende la mecha”. 

El programa cuenta con 12 pasos y las 12 tradiciones porque, como dijo, no basta con el mero hecho de dejar de beber. “El reconocer la enfermedad y dejar la bebida es solo el primer paso, pero si uno no sigue el programa al pie de la letra puede hasta incluso caer en lo que llamamos las "borracheras secas", que es como una depresión en la que si bien uno no toma, nada le cae bien, todo lo irrita, es decir no recupera su vida plenamente pese a que se encuentre en estado de sobriedad; es por eso que el programa te enseña a vivir con amor propio, y hacia los demás”. 

El programa funciona en cualquier circunstancia que este atravesando la persona, siempre y cuando tenga el deseo sincero de dejar de beber. “Se trata de un cambio de hábito, de actitud, el grupo nos ayuda a darnos la oportunidad de vivir diferente y para eso nos brinda autodisciplina” dijo.

 

En Argentina existen alrededor de 900 grupos de AA distribuidos en las distintas provincias. Hoy en Jujuy funcionan 25.

Dónde acudir en Jujuy
 

EN ANONIMAT/ JUAN Y GABRIEL RELATARON SUS EXPERIENCIAS DENTRO DE AA Y EXPLICARON EL MODO EN QUE FUNCIONA EL PROGRAMA. 

El programa nació en Estados Unidos, en 1935 y de a poco se fue extendiendo en todo el mundo. En Argentina existen alrededor de 900 grupos distribuidos en las distintas provincias, cifra que si bien parece abultada, es baja en relación a otros países como por ejemplo Brasil, donde hay más de 4 mil, o México donde hay cerca de 9 mil. Actualmente en la provincia trabajan 25 grupos, de los cuales la mayoría están radicados en la capital. Hay grupos en localidades de la puna, la quebrada, valles y el ramal, los cuales se congregan en parroquias, centros vecinales, salas de primeros auxilios, entre otros espacios comunitarios, y con reuniones periódicas con días y horarios fijos.

En San Salvado de Jujuy hay cerca de diez grupos de AA: “Corazón Sobrio” ubicado en el CIC Copacabana en avenida Marina Vilte y Chorcán, “Volver a Empezar” en la sala primero auxilios del barrio Coronel Arias, “Esperanza” en Mosconi 688, Chijra, “Jujuy” en la Catedral, otro en el barrio Moreno, en Perú esquina Colombia, en el CPV de Malvinas en Mejías y San Luis, el grupo “San Lucas” en Arnoldo Hansen esquina Presidente Perón y en la capilla San Roque del barrio Exodo en Alto Comedero.

En Abra Pampa existe el grupo “Esperanza de vida” en Gobernador Tello esquina Pellegrini, “Una Luz a seguir”, en Sarmiento 131 y “Un camino a la vida” en Fascio; en la comuna de El Aguilar está el grupo “Semilla de Fe” en la parroquia El Aguilar, en El Cóndor el grupo “Nueva vida” en Departamento Yavi-La Quiaca, en Yavi Chico el grupo “Espiguita del sol naciente” en El Portillo, en Humahuaca el grupo “Nuevo Sendero” en Salta 52 y “Esperanza y Unidad” en el CPV del barrio Santa Bárbara, en Cieneguillas el grupo “Un camino a la luz” en Azul Kasa, Corral Blanco, en La Quiaca está el grupo “Nuevo día” en el anexo de la parroquia en Independencia s/n, y “Sin Fronteras” en la boletería Estación Ferrocarril, en Monterrico en la iglesia San Isidro Labrador, en Palpalá en la iglesia San Cayetano, en Perico en la parroquia San José, en Río Blanco en el Santuario homónimo, y en San Pedro en la Casa Parroquial.

Convivir diariamente con el temor a una posible recaída


AYUDA MUTUA/ LOS MIEMBROS DE AA COMPARTEN RELATOS Y EXPERIENCIAS, A FIN DE ALCANZAR JUNTOS LA RECUPERACION.

Por su parte el secretario del área Jujuy de AA, Juan V., aclaró que participar del programa no garantiza el éxito definitivo en el abandono de la bebida, ya que el alcoholismo demanda una lucha constante, diaria, y pueden existir recaídas. “El programa funciona por 24 horas, hoy, mañana no sé, si uno se interioriza en el programa y practica los 36 principios que propone se puede llevar una vida sin alcohol, pero si no es muy difícil, porque el alcohol está latente en nuestras vidas; esto es como una escuela de vida, que nos capacita y nos reinserta en la sociedad” expresó Juan V.

Explicó que por más que haya pasado un periodo prolongado en que se haya abandonado la bebida, aun así el temor de recaer está latente permanentemente. “Cuando una persona se diagnostica como alcohólica, lo es hoy y para toda la vida, todos desde que entramos convivimos con el miedo de caer nuevamente en la bebida, por esa razón el que práctica el programa sabe que pase lo que pase, siempre debe decir no a la primera copa”, sostuvo.

Ayudar a otros 

Advirtió que este programa no solo puede salvarle la vida a una persona alcohólica sino a toda su familia, “es por eso que quienes nos hemos logrado recuperar seguimos trabajando dentro del programa porque hay una necesidad de devolver ese servicio, ayudando a otras personas que llegan con el mismo problema”.

Una de las gran ventajas de AA y a lo que también se debe su éxito es el compartir relatos entre iguales, es decir que quienes llevan adelante el grupo son personas que padecen o padecieron el alcoholismo, no habiendo superiores o profesionales que intervengan. “Todos somos iguales, y cada uno ayuda desde su experiencia, es por eso que es necesario que cada uno aporte desde su vivencia”, indicó.

Un grupo independiente y anónimo 

Por otra parte, Gabriel hizo hincapié en que el grupo de AA no está afiliado ni forma parte de ninguna religión, secta, partido político, organización, e institución si no que trabaja de manera independiente a fin de evitar controversias entre sus miembros. “Mucha gente tiene una idea equivocada porque ve que las reuniones se realizan en una iglesia o en una sala de primeros auxilios, pero lejos estamos de eso, de hecho dentro del programa no se habla de religión y se reciben a personas con todo tipo de creencias, no se excluye a nadie” explicó.

En este sentido, remarcó que el grupo “no es religioso” pero si es “espiritual”.

También señaló que el anonimato de es fundamental y lo que lleva a que el grupo funcione. “Es importante para nosotros evitar la condena social, el personalismo, el prestigio, y es la única manera de que el grupo funcione. Al escuchar los relatos, de a poco uno empieza a perder la vergüenza porque sabe que todo lo que se dice entre esas cuatro paredes, todo lo que se cuenta y se escuchan queda ahí y eso hace que los miembros se sientan seguros” manifestó. 

“Sin alcohol de puede vivir”

Tanto el coordinador como el secretario del área Jujuy de AA, coincidieron en afirmar que “es posible vivir sin el alcohol”. Y esto es algo que descubrieron dentro del programa de Alcohólicos Anónimos, que como bien definieron es una “escuela de vida”. 

Por eso, consideraron que su tarea hoy es difundir este mensaje y a la vez convocar a todas aquellas personas que quieran recuperarse a acudir a los grupos de AA porque “abandonar la bebida es posible”.

Gabriel F. señaló que lo importante es que quien padece el alcoholismo “se de la oportunidad de llegar a algunos de los grupos, que pregunte, que averigüe cómo funciona, que no tenga miedo porque dentro del grupo va a encontrar gente en iguales condiciones; lo importante es cruzar esa puerta, cuesta, pero les aseguro que no se van a arrepentir”. 

Recuperar lo perdido

En igual sentido, Juan V. convocó a quienes tengan el deseo de dejar de beber que acudan a AA, “porque se puede”.

“Siempre y cuando uno lo desee, es posible no solo abandonar la bebida sino también recuperar lo que uno en algún momento perdió, ya sea la familia, los amigos, el trabajo, porque el programa propone un cambio de habito, de vida, de actitud” dijo.

Incluso advirtió que, con el tiempo y la aplicación correcta del programa y los principios que se proponen, es posible compartir eventos sociales, un almuerzo en familia o encuentros en los que este presente el alcohol. 

“Al principio cuesta, pero mientras uno sepa decir no a la primera copa, y este seguro de eso, se puede compartir con amigos, en una peña, una salida”. concluyó.
 

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