SALTA (Agencia). Una niña de 8 años fue demorada en el sector de cajas de un supermercado barrial cuando llevaba entre sus ropas mercadería que había hurtado de las góndolas; al ser interrogada, denunció y señaló a su propia madre como quien la había enviado a robar.
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SALTA (Agencia). Una niña de 8 años fue demorada en el sector de cajas de un supermercado barrial cuando llevaba entre sus ropas mercadería que había hurtado de las góndolas; al ser interrogada, denunció y señaló a su propia madre como quien la había enviado a robar.
A la niña se le había preguntado dónde se encontraba su madre o su padre, por si fuera el caso que estuvieran dentro del salón de ventas, a lo que la niñita contestó que la estaba esperando afuera.
El propietario del local, advertido de la dolorosa y a la vez escandalosa situación llamó a la policía.
La niña, según una fuente fidedigna, después de ser descubierta se retiró del local comercial directamente hacia donde estaba una mujer de 24 años, quien la recibió y le dijo que le entregara lo que la había mandado a sacar del negocio de autoservicio.
Allí fue abordada por personal del negocio, que entabló un difícil diálogo. En ese momento llegó la policía, quienes fueron testigos de que la mujer tenía en su poder un bolso que se encontraba colmado de mercadería que la niña inocentemente le traía desde el interior del minimercado.
La policía procedió a la demora de la mujer, que se resistió, y la identificó como una vecina del barrio Solidaridad que responde a las siglas T. J. A. La mujer no pudo justificar la propiedad de lo que ya tenía en un poder y para empeorar su situación, según palabras textuales recogidas por este medio, la niña les dijo a los presentes "ella me mandó", señalando a T.J.A.
Inmediatamente la mujer fue conducida a la sede policial y, según la fuente, la niña fue entregada a familiares de la misma, aunque esta versión no pudo ser confirmada hasta anoche.
No se pudo recabar información sobre las condiciones de vida de la familia y si es conveniente que la niña vuelva adonde destrozan sus valores morales.
Muchos padres entrevistados en la zona ayer dijeron que el caso era muy conocido entre los clientes del negocio, que se encuentra a metros del hospital Papa Francisco y que este tipo de corrupción de menores o utilización de los mismos para delinquir es mucho más frecuente de lo que se cree.
Un vecino del barrio Convivencia, donde ocurrió el hecho, relató que la mujer concurrió al comercio varias veces junto a la niña, le señaló los productos a llevar y se retiró, dejando a la menor para que realice el hurto de la mercadería ya señalada.
Cuando la policía llegó al lugar se dio con la novedad de que la mujer se encontraba escondida a la vuelta del negocio, recriminándole a la menor cuestiones referidas a ser descubierta y al ver llegar a la policía pretendió huir sin la niña, pero fue detenida por personal femenino tras una alocada persecución por las ripiosas calles del barrio Convivencia.
El caso, que tiene antecedentes y muchos en esta capital, motivó la inmediata denuncia del propietario del local comercial, quien según fuentes policiales se hallaba más ofuscado por la degradación a la que sometió a su hija la mujer detenida que por el robo en sí.
Ayer, personal del negocio, en diálogo con El Tribuno, dijo: "Siempre hay gente que roba, pero no así".