Mediante una celebración religiosa, ayer el padre Luis Diego Casares fue posesionado como el nuevo rector del seminario "Pedro Ortíz de Zárate". El sacerdote indicó que el objetivo es que los seminaristas sientan que el "seminario es una familia en donde pueden ser escuchados" y agregó que servir a Dios "es el mejor camino en la vida".
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Mediante una celebración religiosa, ayer el padre Luis Diego Casares fue posesionado como el nuevo rector del seminario "Pedro Ortíz de Zárate". El sacerdote indicó que el objetivo es que los seminaristas sientan que el "seminario es una familia en donde pueden ser escuchados" y agregó que servir a Dios "es el mejor camino en la vida".
El nuevo rector tendrá a su cargo la formación de futuros sacerdotes, diez que ya se encuentran en pleno proceso de formación en el seminario y participaron ayer de su asunción, y el desafío de despertar la vocación religiosa en los jóvenes de la provincia.
Casares es español pero lleva seis años en nuestro país. Vivió en Buenos Aires y en Córdoba y forma parte de la hermandad de sacerdotes operarios. El padre informó que su misión es que el seminario pueda ser una familia para los seminaristas, en donde el equipo formativo "trabaje para servirlos".
"Me propusieron venir y con mucho gusto me trasladé a Jujuy para comenzar esta nueva aventura", sostuvo el sacerdote, quien lleva dos semanas en San Salvador de Jujuy.
Luis Diego Casares sostuvo que se trabajará con mucha ilusión con los diez jóvenes que se encuentran en el seminario, un número bajo para lo que es la historia de la institución local que no desestimó.
Sobre su misión de buscar nuevas vocaciones al servicio de Dios, el religioso indicó que se invitará a más jóvenes de la Diócesis a ser parte de este tipo de vida, y consideró que el principal desafío para reducir la merma de seminaristas, es profundizar las "invitaciones personales".
"Debemos ir a las comunidades y hacer un seguimiento personalizado, conocer la realidad concreta de ese joven que busca a Dios, que tiene una familia, sus luces, sus sombras. Una vez conocido debemos presentarle la invitación de Dios al sacerdocio", sostuvo Casares.
El padre agradeció el recibimiento en la provincia, se puso a disposición de la diócesis y envió un mensaje a todos los jóvenes interesados en tener una vida consagrada: "este es el mejor camino en la vida, llevo 16 años de sacerdote y no lo cambio absolutamente por nada", dijo el nuevo rector.
"A pesar de las dificultades naturales, lo único que he recibido de Dios es alegría, amor y felicidad, por tanto uno tiene que renunciar a ciertas cosas pero luego Dios te lo devuelve de sobra. Cuando uno se entrega a Dios, Dios se entrega todavía mucho más a nuestra vida", concluyó Luis Diego Casares.