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26 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Weretilneck expresó su enojo

Viernes, 05 de agosto de 2016 01:30
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, expresó su enojo por la desaparición hace 21 días del policía Lucas Muñoz en Bariloche, afirmó que "es evidente que hay encubrimiento policial y esto no va a quedar así".
"Es gravísimo lo que ocurre, un policía desaparece en democracia, con todas las instituciones funcionando, y no se sabe qué pasó", expresó, cuestionando con dureza la actuación de la Policía de Bariloche.
Dijo que conoce a la Policía rionegrina desde hace muchos años, y que "si le pasa algo a un compañero reaccionan con fuerza, dan vuelta todo para resolver el caso, incluso hasta suelen cometer excesos".
"Por eso en el caso de Bariloche llama mucho la atención la pasividad con la que reaccionaron, es muy raro. Habitualmente hubiesen dado vuelta todo hasta encontrarlo", agregó el gobernador.
Aceptó que "no hay ninguna idea de dónde puede estar" Muñoz y destacó que pese al sector sospechoso de encubrimiento y obstrucción, "toda la Policía de Río Negro está trabajando en el asunto". El oficial ayudante Lucas Muñoz (29) desapareció el jueves 14 de julio pasado mientras iba a trabajar, armado y uniformado, a la Comisaría 42ª, donde era oficial de Servicio.
Hasta hoy no había ningún indicio de su destino, pese a la multiplicidad de testimonios, allanamientos, secuestros y medidas, que incluyeron la imputación a tres comisarios, un subcomisario y dos oficiales, apartados preventivamente de la policía.
Se dió intervención a la Gendarmería Nacional y a la Policía de Seguridad Aeroportuaria y se realizaron rastrillajes con buzos y perros rastreadores en lagos y amplios territorios.
Weretilneck descartó la posibilidad de que el caso se vincule a una interna policial y expresó todo su apoyo al jefe de la Policía Mario Altuna y al titular de la Unidad Regional III, comisario Juan Fernández.
Fernández fue denunciado por demorar la investigación del caso por su segundo, comisario Manuel Poblete, imputado por Campana por irregularidades y obstrucción, y puesto en disponibilidad por la jefatura central.
Asimismo el gobernador sostuvo que "es gravísimo que un policía (sargento Néstor Meyreles, único detenido) a 500 kilómetros de Bariloche haya habilitado un teléfono a nombre de Muñoz" y también consideró importante la adulteración del Libro de Novedades de la Comisaría 42ª.
"Es muy probable que cuando esto avance haya una restructuración policial y más apartamientos", dijo Weretilneck, sin ocultar su malestar con sectores de la fuerza.

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El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, expresó su enojo por la desaparición hace 21 días del policía Lucas Muñoz en Bariloche, afirmó que "es evidente que hay encubrimiento policial y esto no va a quedar así".
"Es gravísimo lo que ocurre, un policía desaparece en democracia, con todas las instituciones funcionando, y no se sabe qué pasó", expresó, cuestionando con dureza la actuación de la Policía de Bariloche.
Dijo que conoce a la Policía rionegrina desde hace muchos años, y que "si le pasa algo a un compañero reaccionan con fuerza, dan vuelta todo para resolver el caso, incluso hasta suelen cometer excesos".
"Por eso en el caso de Bariloche llama mucho la atención la pasividad con la que reaccionaron, es muy raro. Habitualmente hubiesen dado vuelta todo hasta encontrarlo", agregó el gobernador.
Aceptó que "no hay ninguna idea de dónde puede estar" Muñoz y destacó que pese al sector sospechoso de encubrimiento y obstrucción, "toda la Policía de Río Negro está trabajando en el asunto". El oficial ayudante Lucas Muñoz (29) desapareció el jueves 14 de julio pasado mientras iba a trabajar, armado y uniformado, a la Comisaría 42ª, donde era oficial de Servicio.
Hasta hoy no había ningún indicio de su destino, pese a la multiplicidad de testimonios, allanamientos, secuestros y medidas, que incluyeron la imputación a tres comisarios, un subcomisario y dos oficiales, apartados preventivamente de la policía.
Se dió intervención a la Gendarmería Nacional y a la Policía de Seguridad Aeroportuaria y se realizaron rastrillajes con buzos y perros rastreadores en lagos y amplios territorios.
Weretilneck descartó la posibilidad de que el caso se vincule a una interna policial y expresó todo su apoyo al jefe de la Policía Mario Altuna y al titular de la Unidad Regional III, comisario Juan Fernández.
Fernández fue denunciado por demorar la investigación del caso por su segundo, comisario Manuel Poblete, imputado por Campana por irregularidades y obstrucción, y puesto en disponibilidad por la jefatura central.
Asimismo el gobernador sostuvo que "es gravísimo que un policía (sargento Néstor Meyreles, único detenido) a 500 kilómetros de Bariloche haya habilitado un teléfono a nombre de Muñoz" y también consideró importante la adulteración del Libro de Novedades de la Comisaría 42ª.
"Es muy probable que cuando esto avance haya una restructuración policial y más apartamientos", dijo Weretilneck, sin ocultar su malestar con sectores de la fuerza.

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