El oso polar "Arturo" del Zoológico de Mendoza murió ayer a los 30 años a raíz de un proceso de descompensación y deterioro irreversible. El preciado animal falleció por un desbalance hemodinámico, lo que desencadenó en una descompensación multisistémica.
El cuadro clínico era terminal debido a su avanzada edad, informaron las autoridades, a pesar de todo lo que realizó por el cuerpo médico veterinario que lo atendía.
El Gobierno de la provincia de Mendoza informó la triste noticia y precisó cómo fueron los últimos momentos del animal.
"El viernes el equipo de veterinarios y los funcionarios de Ambiente se apostaron junto al animal para acompañarlo y que su deceso fuera tranquilo", dice un comunicado.
Incluso se contempló la posibilidad de dormirlo para evitarle sufrimiento, una vez que estaban agotadas todas las instancias de tratamientos, pero la naturaleza siguió su curso y esta tarde falleció, continuó el informe.
El animal había perdido el apetito por completo y experimentó disminución de su peso, así como la pérdida de la visión y el olfato.
Arturo había llegado al zoológico provincial con ocho años en 1993 y pasó 22 años en el Zoológico.
El cuadro clínico era terminal debido a su avanzada edad, informaron las autoridades, a pesar de todo lo que realizó por el cuerpo médico veterinario que lo atendía.
El Gobierno de la provincia de Mendoza informó la triste noticia y precisó cómo fueron los últimos momentos del animal.
"El viernes el equipo de veterinarios y los funcionarios de Ambiente se apostaron junto al animal para acompañarlo y que su deceso fuera tranquilo", dice un comunicado.
Incluso se contempló la posibilidad de dormirlo para evitarle sufrimiento, una vez que estaban agotadas todas las instancias de tratamientos, pero la naturaleza siguió su curso y esta tarde falleció, continuó el informe.
El animal había perdido el apetito por completo y experimentó disminución de su peso, así como la pérdida de la visión y el olfato.
Arturo había llegado al zoológico provincial con ocho años en 1993 y pasó 22 años en el Zoológico.
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El oso polar "Arturo" del Zoológico de Mendoza murió ayer a los 30 años a raíz de un proceso de descompensación y deterioro irreversible. El preciado animal falleció por un desbalance hemodinámico, lo que desencadenó en una descompensación multisistémica.
El cuadro clínico era terminal debido a su avanzada edad, informaron las autoridades, a pesar de todo lo que realizó por el cuerpo médico veterinario que lo atendía.
El Gobierno de la provincia de Mendoza informó la triste noticia y precisó cómo fueron los últimos momentos del animal.
"El viernes el equipo de veterinarios y los funcionarios de Ambiente se apostaron junto al animal para acompañarlo y que su deceso fuera tranquilo", dice un comunicado.
Incluso se contempló la posibilidad de dormirlo para evitarle sufrimiento, una vez que estaban agotadas todas las instancias de tratamientos, pero la naturaleza siguió su curso y esta tarde falleció, continuó el informe.
El animal había perdido el apetito por completo y experimentó disminución de su peso, así como la pérdida de la visión y el olfato.
Arturo había llegado al zoológico provincial con ocho años en 1993 y pasó 22 años en el Zoológico.
El cuadro clínico era terminal debido a su avanzada edad, informaron las autoridades, a pesar de todo lo que realizó por el cuerpo médico veterinario que lo atendía.
El Gobierno de la provincia de Mendoza informó la triste noticia y precisó cómo fueron los últimos momentos del animal.
"El viernes el equipo de veterinarios y los funcionarios de Ambiente se apostaron junto al animal para acompañarlo y que su deceso fuera tranquilo", dice un comunicado.
Incluso se contempló la posibilidad de dormirlo para evitarle sufrimiento, una vez que estaban agotadas todas las instancias de tratamientos, pero la naturaleza siguió su curso y esta tarde falleció, continuó el informe.
El animal había perdido el apetito por completo y experimentó disminución de su peso, así como la pérdida de la visión y el olfato.
Arturo había llegado al zoológico provincial con ocho años en 1993 y pasó 22 años en el Zoológico.
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