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27 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Nuevo bombardeo a una clínica del este de Alepo

Sabado, 30 de abril de 2016 01:30
CLÍNICA BOMBARDEADA / TRASLADAN UN CUERPO EN UNA CAMILLA EN MEDIO DE LOS ESCOMBROS DE EDIFICIOS DESTROZADOS.
Un bombardeo alcanzó ayer una clínica en la zona rebelde de la ciudad siria de Alepo, todavía conmocionada por las decenas de muertos en un ataque aéreo contra un hospital hace apenas 24 horas.
Para los habitantes de Alepo, la tregua entre el régimen y los rebeldes impuesta por Rusia y Estados Unidos a finales de febrero no parece más que un lejano recuerdo. Más de 200 civiles murieron en una semana en los bombardeos que alcanzaron la gran ciudad del norte, dividida desde 2012.
Los ataques en los barrios rebeldes causaron ayer al menos dos muertos, una mujer y un niño, según un balance a media mañana del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (Osdh). La televisión siria informó de tres personas muertas por disparos de cohetes de los rebeldes en las zonas controladas por el régimen. Un corresponsal de la AFP en la parte rebelde contó al menos diez ataques. Los servicios de urgencias, por su parte, estaban desbordados y se apresuraban a ir a todos los barrios. El bombardeo que alcanzó la clínica situada en el barrio de Al Marja, en el este de Alepo, causó varios heridos, uno de ellos un enfermero, y provocó graves daños en el edificio, indicó la defensa civil.
Por miedo a nuevos ataques, la oración del viernes fue suspendida por primera vez en los barrios rebeldes, según una instancia religiosa.
Esta decisión fue tomada al día siguiente de la peor jornada desde la ruptura del alto el fuego en Alepo hace una semana, con 54 civiles muertos, según un nuevo balance del Osdh. Al menos 32 de ellos, entre ellos tres niños, murieron en bombardeos del régimen, la mayoría en el bombardeo del hospital Al Quds. Otros 22, entre ellos dos niños, murieron por disparos rebeldes.
Según la ONU, este ataque al hospital es "imperdonable". "Debe haber responsables para estos crímenes", advirtió el secretario general de la organización, Ban Ki-moon.
Ban condenó "los recientes bombardeos ciegos por partes de fuerzas gubernamentales y los grupos de oposición y las prácticas terroristas empleadas por grupos extremistas". Y pidió a todas las partes beligerantes "comprometerse nuevamente en el cese de las hostilidades".

Un desastre humanitario

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Un bombardeo alcanzó ayer una clínica en la zona rebelde de la ciudad siria de Alepo, todavía conmocionada por las decenas de muertos en un ataque aéreo contra un hospital hace apenas 24 horas.
Para los habitantes de Alepo, la tregua entre el régimen y los rebeldes impuesta por Rusia y Estados Unidos a finales de febrero no parece más que un lejano recuerdo. Más de 200 civiles murieron en una semana en los bombardeos que alcanzaron la gran ciudad del norte, dividida desde 2012.
Los ataques en los barrios rebeldes causaron ayer al menos dos muertos, una mujer y un niño, según un balance a media mañana del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (Osdh). La televisión siria informó de tres personas muertas por disparos de cohetes de los rebeldes en las zonas controladas por el régimen. Un corresponsal de la AFP en la parte rebelde contó al menos diez ataques. Los servicios de urgencias, por su parte, estaban desbordados y se apresuraban a ir a todos los barrios. El bombardeo que alcanzó la clínica situada en el barrio de Al Marja, en el este de Alepo, causó varios heridos, uno de ellos un enfermero, y provocó graves daños en el edificio, indicó la defensa civil.
Por miedo a nuevos ataques, la oración del viernes fue suspendida por primera vez en los barrios rebeldes, según una instancia religiosa.
Esta decisión fue tomada al día siguiente de la peor jornada desde la ruptura del alto el fuego en Alepo hace una semana, con 54 civiles muertos, según un nuevo balance del Osdh. Al menos 32 de ellos, entre ellos tres niños, murieron en bombardeos del régimen, la mayoría en el bombardeo del hospital Al Quds. Otros 22, entre ellos dos niños, murieron por disparos rebeldes.
Según la ONU, este ataque al hospital es "imperdonable". "Debe haber responsables para estos crímenes", advirtió el secretario general de la organización, Ban Ki-moon.
Ban condenó "los recientes bombardeos ciegos por partes de fuerzas gubernamentales y los grupos de oposición y las prácticas terroristas empleadas por grupos extremistas". Y pidió a todas las partes beligerantes "comprometerse nuevamente en el cese de las hostilidades".

Un desastre humanitario

Médicos Sin Fronteras (MSF), que respaldaba este hospital, consideró a este ataque como “indigno dirigido una vez más contra un centro de salud en Siria”. Este establecimiento era “el principal centro pediátrico de la región”, declaró la ong. El último pediatra de la zona murió en el ataque.

Frente a esta matanza, el enviado de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, instó a Rusia y a Estados Unidos, los propulsores de la tregua en vigor el 27 de febrero, a tomar “una iniciativa urgente” para hacer respetar de nuevo el alto el fuego.

Para el Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr), Alepo se encuentra “a las puertas de un desastre humanitario”.

“Allá, desde donde estén, pueden escuchar las mortales explosiones, los bombardeos y el vuelo de los aviones”, describió Valter Gros, el representante del Cicr en la ciudad.

En este marco, el porta voz insistió: “Los habitantes viven al filo de la navaja. Todos temen por su vida”.

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