La canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu, partió rumbo a Egipto, adonde llegará hoy para tratar de aclarar las circunstancias en las que murieron ocho compatriotas a manos del ejército egipcio, durante una excursión turística por el desierto.
Personal diplomático y consular "tuvo acceso a los restos mortales de víctimas del ataque y pudo confirmar que estos corresponden a los de seis mexicanos que formaban parte del grupo de turistas y cuyo estado no había podido ser corroborado hasta ahora", dijo la cancillería en un comunicado, luego de que el lunes fueran identificados los otros dos fallecidos.
Claudia Ruiz Massieu viajó a El Cairo en compañía de familiares de los mexicanos muertos y heridos en el ataque. La ministra viajó para entrevistarse con responsables egipcios para "esclarecer las circunstancias de ese deplorable acontecimiento que le costó la vida a turistas mexicanos inocentes".
Luis Barajas Fernández, uno de los fallecidos en el ataque a turistas mexicanos, viajaba con su esposa Carmen Susana Calderón, quien resultó herida, y una sobrina, dijo a Milenio TV Ana Barajas, hermana del hombre fallecido. Luis Barajas viajó con un grupo de mexicanos residentes en la región de Jalisco (oeste) donde él trabajaba, aunque era originario de Tamaulipas (noreste).
"Tratamos de buscar serenidad, lo que viene, la repatriación de sus restos. Tenemos que tomar todo, como decimos, el toro por los cuernos", indicó la mujer.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, pidió al Gobierno egipcio "una investigación exhaustiva, a fondo y rápida" y que se establezcan responsabilidades sobre ese ataque que, según el testimonio de los heridos, fue perpetrado por un avión y helicópteros.
Los turistas y el guía no sabían que se trataba de una zona prohibida pues ningún cartel lo señalaba.
Apoyo del Gobierno egipcio
Por su parte el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi llamó a Peña Nieto para expresarle que su gobierno estaba "acompañando a las víctimas" y que aportaría "toda la ayuda necesaria" para tratar a los heridos.
El Gobierno egipcio anunció 12 muertos y 10 heridos en total, pero sin precisar la nacionalidad de las víctimas, y sigue sin informar sobre las circunstancias exactas del drama, el lugar preciso del ataque y el balance detallado de víctimas.
Desde el domingo, Egipto afirma que las fuerzas de seguridad atacaron "por error" al convoy de coches que transportaba a 14 turistas mexicanos en el desierto occidental porque se encontraban persiguiendo a "terroristas" yihadistas y los guías no tenían permiso para penetrar en esa zona "prohibida a los extranjeros".
Responsables de las fuerzas de seguridad que pidieron el anonimato dijeron a la AFP que el Ejército y la Policía llevaban a cabo en ese momento una operación contra un comando que había secuestrado y decapitado a un civil egipcio empleado de las fuerzas de seguridad.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
La canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu, partió rumbo a Egipto, adonde llegará hoy para tratar de aclarar las circunstancias en las que murieron ocho compatriotas a manos del ejército egipcio, durante una excursión turística por el desierto.
Personal diplomático y consular "tuvo acceso a los restos mortales de víctimas del ataque y pudo confirmar que estos corresponden a los de seis mexicanos que formaban parte del grupo de turistas y cuyo estado no había podido ser corroborado hasta ahora", dijo la cancillería en un comunicado, luego de que el lunes fueran identificados los otros dos fallecidos.
Claudia Ruiz Massieu viajó a El Cairo en compañía de familiares de los mexicanos muertos y heridos en el ataque. La ministra viajó para entrevistarse con responsables egipcios para "esclarecer las circunstancias de ese deplorable acontecimiento que le costó la vida a turistas mexicanos inocentes".
Luis Barajas Fernández, uno de los fallecidos en el ataque a turistas mexicanos, viajaba con su esposa Carmen Susana Calderón, quien resultó herida, y una sobrina, dijo a Milenio TV Ana Barajas, hermana del hombre fallecido. Luis Barajas viajó con un grupo de mexicanos residentes en la región de Jalisco (oeste) donde él trabajaba, aunque era originario de Tamaulipas (noreste).
"Tratamos de buscar serenidad, lo que viene, la repatriación de sus restos. Tenemos que tomar todo, como decimos, el toro por los cuernos", indicó la mujer.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, pidió al Gobierno egipcio "una investigación exhaustiva, a fondo y rápida" y que se establezcan responsabilidades sobre ese ataque que, según el testimonio de los heridos, fue perpetrado por un avión y helicópteros.
Los turistas y el guía no sabían que se trataba de una zona prohibida pues ningún cartel lo señalaba.
Apoyo del Gobierno egipcio
Por su parte el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi llamó a Peña Nieto para expresarle que su gobierno estaba "acompañando a las víctimas" y que aportaría "toda la ayuda necesaria" para tratar a los heridos.
El Gobierno egipcio anunció 12 muertos y 10 heridos en total, pero sin precisar la nacionalidad de las víctimas, y sigue sin informar sobre las circunstancias exactas del drama, el lugar preciso del ataque y el balance detallado de víctimas.
Desde el domingo, Egipto afirma que las fuerzas de seguridad atacaron "por error" al convoy de coches que transportaba a 14 turistas mexicanos en el desierto occidental porque se encontraban persiguiendo a "terroristas" yihadistas y los guías no tenían permiso para penetrar en esa zona "prohibida a los extranjeros".
Responsables de las fuerzas de seguridad que pidieron el anonimato dijeron a la AFP que el Ejército y la Policía llevaban a cabo en ese momento una operación contra un comando que había secuestrado y decapitado a un civil egipcio empleado de las fuerzas de seguridad.
PUBLICIDAD