Enseñar en condiciones en las que la salud del alumno no es la mejor, ya que dejaron de asistir a la escuela, no es tarea fácil y necesitan vocación, carisma y empatía. Para ellos significa una misión, y el desafío de saber llegar a ellos para motivarlos a estudiar, mientras que para los chicos implica un acercamiento a su vida social.
"Más que trabajar es una misión a cumplir. Es llegar a la casa o a las salas de hospitales y despertar sus partes sanas para que sientan el deseo de aprender", explicó Úrsula Murillo, responsable de nivel inicial y primario, de Capital y Palpalá.
La docente explicó que implica una tarea de esfuerzo y compromiso. Es que deben poner en juego lo actitudinal y lo emocional, más allá del conocimiento y además tienen que respetar sus tiempos.
Hospital de Niños
En esta ciudad trabajan en el Hospital de Niños, donde funciona el Centro Educativo "Carlos Alberto Alvarado", de 14 a 18, con lo cual los docentes recorren las cuatro salas: Amarilla, Naranja, Verde y Fucsia; y debido a la gran demanda no buscan a los chicos y se contacta con las escuelas tras detectarlos.
Las evaluaciones son de proceso y constantes, tienen todo preorganizado y trabajan para preservar la trayectoria escolar.
"Cuando es en el hospital los niños nos esperan con ansias, a pesar del dolor, aún más en los domicilios. El contacto con el mundo social que es sentirse alumno y parte de su institución la llevamos nosotros, los docentes", relató la educadora explicando que valoran el contacto social. "Algunos hasta sus últimos días no dejan de aprender", agregó.
Manifestó que se valen del juego como terapia y aprendizaje, a las que se suman la lectura y las netbooks, porque esto los mantiene en contacto con situaciones y lugares donde no pueden llegar, con lo cual las herramientas son muy útiles.
En tanto, los padres en su mayoría son comprometidos, con lo cual estimó que deben entender que la educación, a pesar de que sus hijos están enfermos, es importante, y es algo que algunos observan que tras las clases, los chicos se sienten mejor al igual que los adolescentes.
Accidentes de motos
En el caso de los últimos, la mayoría que recibe estas clases es porque tuvo accidentes de moto, con lo cual debe tener un reposo de 30 a 40 días, y reciben a tres o cuatro profesores.
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Enseñar en condiciones en las que la salud del alumno no es la mejor, ya que dejaron de asistir a la escuela, no es tarea fácil y necesitan vocación, carisma y empatía. Para ellos significa una misión, y el desafío de saber llegar a ellos para motivarlos a estudiar, mientras que para los chicos implica un acercamiento a su vida social.
"Más que trabajar es una misión a cumplir. Es llegar a la casa o a las salas de hospitales y despertar sus partes sanas para que sientan el deseo de aprender", explicó Úrsula Murillo, responsable de nivel inicial y primario, de Capital y Palpalá.
La docente explicó que implica una tarea de esfuerzo y compromiso. Es que deben poner en juego lo actitudinal y lo emocional, más allá del conocimiento y además tienen que respetar sus tiempos.
Hospital de Niños
En esta ciudad trabajan en el Hospital de Niños, donde funciona el Centro Educativo "Carlos Alberto Alvarado", de 14 a 18, con lo cual los docentes recorren las cuatro salas: Amarilla, Naranja, Verde y Fucsia; y debido a la gran demanda no buscan a los chicos y se contacta con las escuelas tras detectarlos.
Las evaluaciones son de proceso y constantes, tienen todo preorganizado y trabajan para preservar la trayectoria escolar.
"Cuando es en el hospital los niños nos esperan con ansias, a pesar del dolor, aún más en los domicilios. El contacto con el mundo social que es sentirse alumno y parte de su institución la llevamos nosotros, los docentes", relató la educadora explicando que valoran el contacto social. "Algunos hasta sus últimos días no dejan de aprender", agregó.
Manifestó que se valen del juego como terapia y aprendizaje, a las que se suman la lectura y las netbooks, porque esto los mantiene en contacto con situaciones y lugares donde no pueden llegar, con lo cual las herramientas son muy útiles.
En tanto, los padres en su mayoría son comprometidos, con lo cual estimó que deben entender que la educación, a pesar de que sus hijos están enfermos, es importante, y es algo que algunos observan que tras las clases, los chicos se sienten mejor al igual que los adolescentes.
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En el caso de los últimos, la mayoría que recibe estas clases es porque tuvo accidentes de moto, con lo cual debe tener un reposo de 30 a 40 días, y reciben a tres o cuatro profesores.
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