El
potente tifón Goni golpeó ayer el suroeste de
Japón, perturbando el
transporte ferroviario y aéreo, a la vez que los habitantes de muchas localidades costeras fueron invitados a abandonar sus casas como medida de precaución.
El decimoquinto tifón de la temporada en el continente asiático, que ha dejado al menos 26 muertos en Filipinas, alcanzó la prefectura de Kumamoto, en la isla de Kyushu, indicó la Agencia de Meteorología Japonesa, que advirtió del riesgo de fuertes lluvias y olas gigantes.
Acompañado de vientos de hasta 198 kilómetros por hora, el ciclón tropical Goni se desplazaba hacia el norte, bordeando la isla principal de Honshu, y se esperaba que se desvíe hacia el noroeste.
Al menos 13 personas resultaron heridas leves, la mayoría por cristales rotos, según un responsable de la prefectura de Kumamoto.
Las autoridades locales invitaron a 400.000 personas a evacuar sus casas, si bien estos consejos fueron levantados parcialmente después.
Muchas conexiones ferroviarias fueron interrumpidas y unos 300 vuelos fueron anulados en la zona afectada. Más de 425.000 hogares se hallaron privados de electricidad.
El
potente tifón Goni golpeó ayer el suroeste de
Japón, perturbando el
transporte ferroviario y aéreo, a la vez que los habitantes de muchas localidades costeras fueron invitados a abandonar sus casas como medida de precaución.
El decimoquinto tifón de la temporada en el continente asiático, que ha dejado al menos 26 muertos en Filipinas, alcanzó la prefectura de Kumamoto, en la isla de Kyushu, indicó la Agencia de Meteorología Japonesa, que advirtió del riesgo de fuertes lluvias y olas gigantes.
Acompañado de vientos de hasta 198 kilómetros por hora, el ciclón tropical Goni se desplazaba hacia el norte, bordeando la isla principal de Honshu, y se esperaba que se desvíe hacia el noroeste.
Al menos 13 personas resultaron heridas leves, la mayoría por cristales rotos, según un responsable de la prefectura de Kumamoto.
Las autoridades locales invitaron a 400.000 personas a evacuar sus casas, si bien estos consejos fueron levantados parcialmente después.
Muchas conexiones ferroviarias fueron interrumpidas y unos 300 vuelos fueron anulados en la zona afectada. Más de 425.000 hogares se hallaron privados de electricidad.