Gimnasia nunca se terminó de recuperar de la goleada que le propinó
Juventud Unida de Gualeguaychú en casa y la posterior sorpresiva renuncia de
Sebastián Méndez como director técnico. Anoche en Paraná fue una sombra y
Patronato, el líder absoluto de la
B Nacional, no lo perdonó. Ganó por dos a cero, pero hasta pudo haber goleado. Es imperioso cambiar el chip cuanto antes porque los buenos puntos conseguidos hasta el momento no van a servir de mucho si no se levanta cabeza.
El "lobo" con una doble línea de cuatro intentó no dejar espacios para los habilidosos del local y a su vez tapar posibles asistidores para el "Flaco" Matías Quiroga. En los primeros minutos controló el juego y no pasó mayores sofocones. La chance más clara recién se produjo al final con un zapatazo de Marcos Quiroga que "Maxi" Cavallotti desvió al córner. De esta manera el arquero se reivindicó de un error en la jugada previa.
En el segundo tiempo no pasaba demasiado. El "patrón" seguía intentando pero sin ideas. Eso sí, el partido se abrió cuando el arbitro Ariel Suárez cobró un dudoso penal de Berza sobre Acosta que Bértoli cambió por gol. Encima el central del equipo "albiceleste" se fue expulsado.
Gimnasia no tuvo tiempo de reaccionar ya que tres minutos después Matías Garrido capturó un rebote en el área, tras un despeje de Cavallotti, y marcó el segundo. Pensar en un empate a esta altura de las circunstancias parecía una utopía. Con un hombre menos y con el rival refugiado en el mediocampo, no había huecos por donde entrar. Claro que una pincelada de Poclaba dejó solo mano a mano a Osvaldo Miranda frente al arquero rival, pero el "Flaco" pisó la pelota y no pudo descontar.
El final encontró a los hinchas locales, que no llenaron el 50% su estadio, festejando a lo grande y al "lobo" sumergido en una crisis futbolística que debe encontrar solución en la brevedad posible para no tener sorpresas en el torneo.
Gimnasia nunca se terminó de recuperar de la goleada que le propinó
Juventud Unida de Gualeguaychú en casa y la posterior sorpresiva renuncia de
Sebastián Méndez como director técnico. Anoche en Paraná fue una sombra y
Patronato, el líder absoluto de la
B Nacional, no lo perdonó. Ganó por dos a cero, pero hasta pudo haber goleado. Es imperioso cambiar el chip cuanto antes porque los buenos puntos conseguidos hasta el momento no van a servir de mucho si no se levanta cabeza.
El "lobo" con una doble línea de cuatro intentó no dejar espacios para los habilidosos del local y a su vez tapar posibles asistidores para el "Flaco" Matías Quiroga. En los primeros minutos controló el juego y no pasó mayores sofocones. La chance más clara recién se produjo al final con un zapatazo de Marcos Quiroga que "Maxi" Cavallotti desvió al córner. De esta manera el arquero se reivindicó de un error en la jugada previa.
En el segundo tiempo no pasaba demasiado. El "patrón" seguía intentando pero sin ideas. Eso sí, el partido se abrió cuando el arbitro Ariel Suárez cobró un dudoso penal de Berza sobre Acosta que Bértoli cambió por gol. Encima el central del equipo "albiceleste" se fue expulsado.
Gimnasia no tuvo tiempo de reaccionar ya que tres minutos después Matías Garrido capturó un rebote en el área, tras un despeje de Cavallotti, y marcó el segundo. Pensar en un empate a esta altura de las circunstancias parecía una utopía. Con un hombre menos y con el rival refugiado en el mediocampo, no había huecos por donde entrar. Claro que una pincelada de Poclaba dejó solo mano a mano a Osvaldo Miranda frente al arquero rival, pero el "Flaco" pisó la pelota y no pudo descontar.
El final encontró a los hinchas locales, que no llenaron el 50% su estadio, festejando a lo grande y al "lobo" sumergido en una crisis futbolística que debe encontrar solución en la brevedad posible para no tener sorpresas en el torneo.