Gotas y gotitas: Metamorfosis
Palabrita que en mi vida cambió de significado. No me sonaba muy bien. Hoy, gracias a Dios, tiene para mí otro significado. Fui aprendiendo que muchas veces en nuestra vida es necesaria una metamorfosis. Que necesitamos como envolvernos nuevamente en ese capullo, donde sólo estamos nosotros y lo que sentimos, donde podemos escucharnos y escuchar nuestro cuerpo, donde los ruidos exteriores no lleguen para interrumpir el proceso. Muchas veces pensé y dije que era imposible, porque uno siempre tiene ocupaciones que creemos son más importantes que nosotros mismos. Sin embargo se puede, se puede acallar todo lo que está fuera. Obviamente debemos ponernos en primer lugar y priorizar nuestras necesidades para luego poder con las de otros. Aprender a sentirme, para mí, no ha sido fácil, acallar los de afuera tampoco, fue necesario practicar la humildad de saber que el mundo gira perfectamente, aunque yo pare por un tiempo. Escucharme, mimarme, preguntarme que necesito y en qué momento y auto asistirme es uno de los grandes aprendizajes de mi vida. Pero una cosa es aprenderlo racionalmente y otra es trasladarlo a mi realidad y a mi cuerpo. Costó un poco, pero lo hice, y estoy muy orgullosa de ello. Muchos no lo entenderán, a otros les será más fácil; en todo caso, lo importante es el respeto que sentí de quienes me quieren y les importa lo que me pasa y para mi es suficiente. El proceso fue a veces doloroso, a veces amoroso, a veces me produjo ansiedad, a veces miedo. Pero seguí adelante, confié en él. Lentamente siento que se va cumpliendo, que van apareciendo sensaciones más placenteras. Va apareciendo la confianza en mí misma y mis propios recursos. Tenía miedo que eso signifique que no voy a necesitar a los demás, a mis afectos, a los que amo. Aprendí también que aunque puedo ayudarme a salir de mi capullo, los sigo necesitando en mi vida, pero de otra manera más real y menos dependiente, los necesito para compartir y seguir construyendo con cada uno de ellos desde un amor más libre y real. Hasta la próxima. Namasté.
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