En la absoluta paz de un entorno natural verdeado, habita con la ternura que lo caracteriza el carpincho; este famoso animal, que es dulce a simple vista, no deja de llevarse todas las miradas.
Este carismático roedor gigante es único en el mundo, pero sólo residente de países de Sudamérica, donde vive cerca de humedales, lagos o diques, que son hábitats ideales para sumergirse y encontrar un refugio acorde, con un clima templado.
La especie se denomina a nivel científico Hydrochoerus hydrochaeris, cuyo significado es "cerdo del agua", pero es también reconocido en otros países como capibara o ronsoco; lo cierto es que en nuestro país el término carpincho es el más utilizado.
El simpático ejemplar, de apariencia amable, es dueño de una presencia tan notable que no puede pasar desapercibida; mediante su pelaje espeso, el color pardo recubre su cuerpo robusto con patas cortas pero fuertes que le permiten desplazarse dentro de su entorno. La adorable criatura tiene cuatro dedos en las patas delanteras y tres en las traseras, aunque no posee cola visible al igual que los cobayos.
Es un animal que se conecta con su instinto de supervivencia mediante grupos de pares, por lo que es sumamente social y adaptable a diferentes circunstancias.
Al ser un roedor de gran tamaño, se alimenta de manera particular porque es herbívoro. Y es que sus dientes tienen una disposición especial, dos piezas dentales en la parte superior de su boca y otros dos en la inferior.
Es tan particular que prefiere la tarde y la noche como momentos del día para disfrutar, ya que es un instante en el que su refugio rodeado de agua permanece tranquilo.
En la reserva natural del Centro de Atención a la Fauna Autóctona -Cafaju- se encuentra un ejemplar de esta especie marina que está siendo rehabilitado a través del cuidado de los especialistas para su preservación.
Gracias a que su fama es mundial, se trata de un animal popular debido a su paciente forma de ser y en calma vive en el presente, a su ritmo.
En el país, los lugares donde existe mayor población de ejemplares son los Esteros del Iberá en Corrientes y Nordelta, en Buenos Aires, ya que al ser humedales, son hábitats naturales de estos especímenes anfibios.
En nuestra provincia existe un grupo de carpinchos que vive en los distintos diques. Es importante destacar a la comunidad que los carpinchos son animales pacíficos, pero que también deben ser preservados tanto por residentes como por visitantes -turistas- y no alimentarlos con ningún tipo de producto comestible, ni pretender la cercanía o el contacto a fin de no alterar su comportamiento natural.
Es que si bien estos animales poseen una conducta amigable incluso con otras especies, como por ejemplo las corzuelas, es fundamental que su tranquilidad no se vea invadida para no recibir reacciones imprevistas.
Así, los ejemplares de carpinchos no deberían ser molestados, sino dejarlos libres en el apacible paisaje donde se encuentren.
Furor en el merchandising
Fue a principios del año pasado cuando el carpincho cobró notoriedad mundial; tanta que se generó un mercado en torno a su figura tierna y apacible, para mostrar la tranquilidad hecha criatura. Desde hebillas, disfraces y canciones, hasta tazas, mochilas, lámparas y vestidos, un universo de productos se fue creando a partir del furor que causó este gran roedor que aparece en circunstancias tiernas de oficios o como estudiante, relajado o alimentándose, entre otras situaciones. El carpincho -en todas sus formas- logró apropiarse del corazón de niños y adultos en el mundo.