Como cada tercer domingo de junio, hoy en Argentina se celebra el Día del Padre, una fecha especial para homenajear a aquellos hombres que de alguna forma cumplen el rol de amigos, compañeros, confidentes, guías y consejeros, con la intención de brindarse y dar lo mejor para sus hijos. Por diferentes circunstancias de la vida, muchas personas perdieron sus padres o nunca los tuvieron a su lado, sin embargo en la mayoría de los casos, siempre aparece alguien que suple ese rol de papá y que con cualidades similares, logra llenar ese vacío que en algún momento existió. Y sucede también que algunos padres que perdieron a sus hijos o que los conservan a la distancia, logran encontrar otros hijos del “corazón” que, con la misma intensidad llegan a cautivar ese amor de padre.
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Como cada tercer domingo de junio, hoy en Argentina se celebra el Día del Padre, una fecha especial para homenajear a aquellos hombres que de alguna forma cumplen el rol de amigos, compañeros, confidentes, guías y consejeros, con la intención de brindarse y dar lo mejor para sus hijos. Por diferentes circunstancias de la vida, muchas personas perdieron sus padres o nunca los tuvieron a su lado, sin embargo en la mayoría de los casos, siempre aparece alguien que suple ese rol de papá y que con cualidades similares, logra llenar ese vacío que en algún momento existió. Y sucede también que algunos padres que perdieron a sus hijos o que los conservan a la distancia, logran encontrar otros hijos del “corazón” que, con la misma intensidad llegan a cautivar ese amor de padre.
Una historia similar a ésta es la de Oscar Aisama, quien se considera papá de cuatro hijos: Martín, Valentina, Andrea y Carlos. Es que según relató, en un primer momento tuvo a su dos primeros hijos, quienes actualmente son mayores de edad, tienen hijos y están radicados en otras provincias; pero después de muchos años, “la vida lo premió”, como él dice, con dos hijos del corazón. Es que cuando la vida parecía indicar que había culminado con “sus deberes de padre”, de la noche a la mañana acogió en su corazón a dos hijos más.
Todo ocurrió cuando conoció a su actual pareja quien para entonces ya tenía dos hijos, Andrea que vive en Corrientes y Carlos, con quienes Oscar rápidamente creó una excelente relación. Relató que cuando se conocieron, hacía poco más de un año que Carlitos había perdido a su papá y él estaba atravesando una crisis muy fuerte en su salud, por lo que entre charlas comenzaron a construir una buena relación.
Carlos sufrió una distrofia muscular de tipo Duchenne y desde hace un par de años está en silla de ruedas, sin embargo eso no fue impedimento para que ambos forjaran una relación fraterna. De hecho Oscar resaltó que a partir de allí su vida dio un giro importante porque pasó de ser un papá pasivo, que tenía a sus hijos lejos, a ser un papá activo, que acompaña, “Un papá las 24 horas”, como se calificó. “Carlitos es mi hijo del corazón y sé que para él yo soy su papá del corazón. Nos adoptamos mutuamente, y fue maravilloso nuestro encuentro porque nos vimos, nos tratamos y surgió esta hermosa relación”, dijo.
Oscar reconoció que además de ser su amigo y confidente, también asumió la tarea de padre de Carlos, especialmente a la hora de ponerle límites y corregir sus errores. “Carlos es un chico muy inteligente, sabe lo que quiere pero yo trato de corregirlo y de ayudarlo en todo lo que puedo, salimos a pasear, la pasamos bien pero también hay momento tensos como toda relación de padre e hijo”.
Destacó que la vida lo ha premiado con cuatro hijos, cuatro nietos y uno más que viene en camino, por lo que se siente un hombre bendecido por Dios. “A mis casi 60 años la vida me ha vuelto a sorprender y hoy puedo decir que realmente mis hijos son un regalo del cielo”, remarcó.
Finalmente Oscar señaló que su mensaje en el Día del Padre va para todos los hijos, quienes hoy y todos los días “deben decirle a sus papás, "¡te quiero!’. Que no haya un solo día del padre sino que todos los días sean el Día del padre y que podamos abrazarlos y estar con ellos”.