Un exdiputado del oficialista
Partido Colorado de
Paraguay murió ayer junto a su hijo y otras dos personas, un periodista que estaba con ellos está grave, tras ser baleados en la casa del exlegislador, aparentemente en un hecho ejecutado por sicarios y que fue condenado por el presidente
Horacio Cartes.
Los crímenes fueron obra de cuatro personas encapuchadas que bajaron de una camioneta en una plaza cercana al domicilio de Magdaleno Silva, en la localidad de Yby Yaú, en el departamento de
Concepción, donde se encontraban las víctimas, informó el ministro de Interior, Francisco de Vargas, en una conferencia de prensa.
Los autores del crimen abrieron fuego contra el exlegislador y su hijo, Fernando Silva, quienes presentaban múltiples disparos de bala en todo el cuerpo.
Las otras dos víctimas mortales son el empresario ganadero Félix Peña y su hijo Isaac Peña, mientras que el periodista Ángel Cabaña, fue internado en estado de gravedad, según la fuente. Silva era propietario de una emisora de radio en Yby Yaú, donde en septiembre de 2014 sufrió un atentado del que salió ileso tras recibir dos balazos en una pierna, y según el ministro De Vargas, había rechazado la escolta que le ofreció el Gobierno. Añadió que es pronto para emitir hipótesis, pero señaló que Silva tenía muchos enemigos políticos y que su Ministerio "pondrá toda la carne en el asador" para solucionar el hecho. El presidente Cartes escribió en su cuenta de la red Twitter: "El Estado responderá con todo el peso de la ley". "La balacera fue impresionante. A plena luz del día y entre la gente, eso es lo imperdonable", agregó el ministro De Vargas.
El diario Última Hora señaló a Silva como el hombre que "manejó la vida política de Concepción como si fuera un señor feudal", y citó un informe de 2007 en el que se aseguraba que el exlegislador actuaba como los viejos "caudillos o caciques políticos que manejan territorios como señores feudales, como si su voluntad fuera la única ley y que disponen de la vida de los ciudadanos a su antojo".
En ese informe, el obispo emérito de Concepción, monseñor Zacarías Ortiz, declaró que "el (entonces) diputado Magdaleno Silva, actúa como si estuviera por encima de las leyes. Es prepotente, representa la típica figura de un padrino de la mafia", culminó el obispo.
Un exdiputado del oficialista
Partido Colorado de
Paraguay murió ayer junto a su hijo y otras dos personas, un periodista que estaba con ellos está grave, tras ser baleados en la casa del exlegislador, aparentemente en un hecho ejecutado por sicarios y que fue condenado por el presidente
Horacio Cartes.
Los crímenes fueron obra de cuatro personas encapuchadas que bajaron de una camioneta en una plaza cercana al domicilio de Magdaleno Silva, en la localidad de Yby Yaú, en el departamento de
Concepción, donde se encontraban las víctimas, informó el ministro de Interior, Francisco de Vargas, en una conferencia de prensa.
Los autores del crimen abrieron fuego contra el exlegislador y su hijo, Fernando Silva, quienes presentaban múltiples disparos de bala en todo el cuerpo.
Las otras dos víctimas mortales son el empresario ganadero Félix Peña y su hijo Isaac Peña, mientras que el periodista Ángel Cabaña, fue internado en estado de gravedad, según la fuente. Silva era propietario de una emisora de radio en Yby Yaú, donde en septiembre de 2014 sufrió un atentado del que salió ileso tras recibir dos balazos en una pierna, y según el ministro De Vargas, había rechazado la escolta que le ofreció el Gobierno. Añadió que es pronto para emitir hipótesis, pero señaló que Silva tenía muchos enemigos políticos y que su Ministerio "pondrá toda la carne en el asador" para solucionar el hecho. El presidente Cartes escribió en su cuenta de la red Twitter: "El Estado responderá con todo el peso de la ley". "La balacera fue impresionante. A plena luz del día y entre la gente, eso es lo imperdonable", agregó el ministro De Vargas.
El diario Última Hora señaló a Silva como el hombre que "manejó la vida política de Concepción como si fuera un señor feudal", y citó un informe de 2007 en el que se aseguraba que el exlegislador actuaba como los viejos "caudillos o caciques políticos que manejan territorios como señores feudales, como si su voluntad fuera la única ley y que disponen de la vida de los ciudadanos a su antojo".
En ese informe, el obispo emérito de Concepción, monseñor Zacarías Ortiz, declaró que "el (entonces) diputado Magdaleno Silva, actúa como si estuviera por encima de las leyes. Es prepotente, representa la típica figura de un padrino de la mafia", culminó el obispo.