En la jornada de ayer se cumplió una nueva audiencia en el Tribunal en lo Criminal Nº 3, donde se sigue el juicio por el crimen a Luis Darío Condorí, ocurrido en el mes de setiembre de 2012 en la localidad de Humahuaca.
Prestaron declaración cuatro de las cinco personas citadas como testigos, puesto que la oficial Zapata Mealla, quien lleva 38 semanas de embarazo, se sintió mal y tuvo que posponerse su testimonio, hasta su recuperación.
El testigo Jorge Javier Ace, oficial principal y bioquímico que depende de la Policía provincial, en su declaración dispuso conceptos técnicos sobre pruebas de parafina que se practican en la epidermis de los supuestos involucrados en algún hecho de manejo de pólvora. Además hizo notar una diferencia entre restos de pólvora entre una persona que manipuló armas de fuego con otra que hizo explotar pirotecnia.
Otro de los testigos citado a declarar fue el exconcejal Julio Vicente Díaz, quien actualmente reside en la ciudad de Córdoba y fue uno de los ediles que estuvo presente en el lugar de los hechos aquel 5 de setiembre.
"En todo momento estuve con la concejal Zamboni. En el momento que me enteré de la situación intenté comunicarme con los otros funcionarios pero no me respondían. Cuando llegamos al lugar, la gente de Humahuaca le reclamaba a la Policía por qué los agredía", dijo Díaz.
"Luego volvimos al lugar alrededor de las 19 y vimos que ya se había armado un lío más grande, se escuchaban disparos y la pedrea era intensa. Por eso pedí a Zamboni que se arroje al suelo porque volaban las piedras por todos lados y no podíamos correr", continuó Díaz.
"Cuando nos acercamos hacia donde estaba un jefe de Policía conversando con el ayudante fiscal Alancay, me acerqué y les exigí saber quien dio las órdenes de reprimir al pueblo de Humahuaca. En esas circunstancias una oficial me dijo: No los dejamos pasar porque hay gente armada", manifestó Díaz.
"Luego reconocí a Corimayo, un hombre que había sido herido con bala de goma en la pierna y nos fuimos detrás de él hasta el hospital, allí fue cuando nos enteramos que minutos después llegó Condorí y que al poco tiempo falleció", dijo.
"Nos reunimos de urgencia en el Concejo Deliberante y decretamos tres días de duelo por la muerte del joven. En ese momento, alrededor de las 3 de la mañana, un grupo de personas llegó al recinto y nos manifestó que la gente de la "Tití" Guerra ya había sido trasladada a la ciudad de San Salvador y que habían sido agredidos por la Policía. La gente nos culpaba a nosotros de la situación y nos insultaba", dijo Díaz.
Falso testigo
En un tramo de la declaración del testigo Reynaldo Soto, la querella consideró que su testimonio incurrió en contradicciones respecto a lo que había expuesto ante la Brigada de Investigaciones en la ciudad de Humahuaca y estudiaba la posibilidad de denunciarlo por "falso testimonio".
Ante esto el testigo manifestó tener miedo y sentirse nervioso, por el solo hecho de estar en frente del Tribunal.
En una declaración describió físicamente a dos personas involucradas y ayer no lo hizo.
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