La presidente de
Brasil,
Dilma Rousseff, y su homólogo uruguayo,
Tabaré Vázquez, coincidieron en la necesidad de mejorar el
Mercosur de modo de adaptar al bloque a "las nuevas realidades" y para "flexibilizar" las normas que impiden a los países socios establecer acuerdos comerciales en forma individual o a velocidades distintas.
Los mandatarios consideraron además una "prioridad" las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la
Unión Europea (UE) y anunciaron que el Mercosur le planteará al bloque comunitario que se defina una fecha para intercambiar sus respectivas ofertas este mismo año.
"El Mercosur debe adaptarse siempre a las nuevas circunstancias", señaló Rousseff, cuyo país ejerce en este semestre la presidencia rotativa del bloque.
La Presidente destacó que el bloque formado por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela constituye "un ambicioso proyecto" que dio "resultados muy expresivos", entre los que citó la multiplicación por 10 del comercio interno en dos décadas, pero juzgó que se precisa "mejorar y avanzar más".
A su turno, Vázquez reiteró el viejo reclamo de Uruguay para que el Mercosur revise las normas que impiden a sus miembros avanzar en acuerdos comerciales con otros bloques o países en forma individual.
Para el presidente uruguayo, los países "forman parte de un bloque regional que tiene un enorme potencial, pero que hoy no está a la altura de su razón de ser". "No somos ilusos ni impacientes, pero tampoco seríamos sinceros si dijéramos que hoy, como está, (el Mercosur) nos satisface", apuntó, y aclaró que no busca hacer "reproches" ni mucho menos "extenderle una partida de defunción al Mercosur".
Con todo, insistió en que el bloque debe estar "al servicio de sus Estados parte y, fundamentalmente, de los pueblos", y pidió que "sin renunciar a objetivos de largo plazo", los cinco países miembros sepan que es "necesario y urgente alinear al bloque con las realidades políticas y económicas del momento", "restablecer su credibilidad" y "generar la necesaria flexibilidad" para nuevos acuerdos.
Respaldó al respecto la propuesta de Brasil para que las negociaciones con otros bloques o países se desarrollen a distintos ritmos, de acuerdo al interés de cada miembro del Mercosur. Vázquez y Rousseff se reunieron por alrededor de una hora, en el Palacio del Planalto, en la primera visita del mandatario uruguayo en su segundo mandato, que inició el 1 de marzo. La reunión incluyó honores de jefe de Estado para Vázquez y un almuerzo en Itamaraty, sede de la Cancillería.
La presidente de
Brasil,
Dilma Rousseff, y su homólogo uruguayo,
Tabaré Vázquez, coincidieron en la necesidad de mejorar el
Mercosur de modo de adaptar al bloque a "las nuevas realidades" y para "flexibilizar" las normas que impiden a los países socios establecer acuerdos comerciales en forma individual o a velocidades distintas.
Los mandatarios consideraron además una "prioridad" las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la
Unión Europea (UE) y anunciaron que el Mercosur le planteará al bloque comunitario que se defina una fecha para intercambiar sus respectivas ofertas este mismo año.
"El Mercosur debe adaptarse siempre a las nuevas circunstancias", señaló Rousseff, cuyo país ejerce en este semestre la presidencia rotativa del bloque.
La Presidente destacó que el bloque formado por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela constituye "un ambicioso proyecto" que dio "resultados muy expresivos", entre los que citó la multiplicación por 10 del comercio interno en dos décadas, pero juzgó que se precisa "mejorar y avanzar más".
A su turno, Vázquez reiteró el viejo reclamo de Uruguay para que el Mercosur revise las normas que impiden a sus miembros avanzar en acuerdos comerciales con otros bloques o países en forma individual.
Para el presidente uruguayo, los países "forman parte de un bloque regional que tiene un enorme potencial, pero que hoy no está a la altura de su razón de ser". "No somos ilusos ni impacientes, pero tampoco seríamos sinceros si dijéramos que hoy, como está, (el Mercosur) nos satisface", apuntó, y aclaró que no busca hacer "reproches" ni mucho menos "extenderle una partida de defunción al Mercosur".
Con todo, insistió en que el bloque debe estar "al servicio de sus Estados parte y, fundamentalmente, de los pueblos", y pidió que "sin renunciar a objetivos de largo plazo", los cinco países miembros sepan que es "necesario y urgente alinear al bloque con las realidades políticas y económicas del momento", "restablecer su credibilidad" y "generar la necesaria flexibilidad" para nuevos acuerdos.
Respaldó al respecto la propuesta de Brasil para que las negociaciones con otros bloques o países se desarrollen a distintos ritmos, de acuerdo al interés de cada miembro del Mercosur. Vázquez y Rousseff se reunieron por alrededor de una hora, en el Palacio del Planalto, en la primera visita del mandatario uruguayo en su segundo mandato, que inició el 1 de marzo. La reunión incluyó honores de jefe de Estado para Vázquez y un almuerzo en Itamaraty, sede de la Cancillería.