La inflación oficial de la Argentina alcanzará este año "el 18 % anual o como máximo el 20 por ciento", pronosticó ayer el ministro de Economía, Axel Kicillof.
"Según los números que nos están dando ahora, (la inflación) estaría alrededor del 18 %, máximo el 20 %, pero como máximo", expresó el funcionario en declaraciones.
Aclaró el ministro que la inflación nacional también dependerá de algunos factores que no controla la economía nacional, como los precios internacionales de los alimentos e insumos básicos como el petróleo.
"Muchos atribuían la inflación al gasto público y la emisión monetaria, y se han tenido que guardar el violín en la bolsa porque esa hiperinflación que anunciaban el año pasado no ocurrió y hasta la estadística más cretina tuvo que reconocer la desaceleración", dijo.
Recordó que mientras el Gobierno presupuestó en diciembre una inflación del 15 por ciento para este año todos los opositores y la prensa crítica hablaban del 40 por ciento: "Hoy esos mismos que querían hacer daño están diciendo 25 por ciento, como los diputados opositores del Congreso", dijo.
"Yo veo que hubo una desaceleración muy fuerte de los precios que tuvo que ver con factores argentinos pero también con ciertos factores internacionales porque hubo una caída de los precios de los commodities, de los alimentos, de los insumos básicos", insistió.
El funcionario señaló que "los empresarios que pensaban que iban a remarcar los precios ahora ven que no pueden. Y los trabajadores que pensaban que (la inflación) iba a ser una dinámica creciente, ahora (ven que) es decreciente".
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"Según los números que nos están dando ahora, (la inflación) estaría alrededor del 18 %, máximo el 20 %, pero como máximo", expresó el funcionario en declaraciones.
Aclaró el ministro que la inflación nacional también dependerá de algunos factores que no controla la economía nacional, como los precios internacionales de los alimentos e insumos básicos como el petróleo.
"Muchos atribuían la inflación al gasto público y la emisión monetaria, y se han tenido que guardar el violín en la bolsa porque esa hiperinflación que anunciaban el año pasado no ocurrió y hasta la estadística más cretina tuvo que reconocer la desaceleración", dijo.
Recordó que mientras el Gobierno presupuestó en diciembre una inflación del 15 por ciento para este año todos los opositores y la prensa crítica hablaban del 40 por ciento: "Hoy esos mismos que querían hacer daño están diciendo 25 por ciento, como los diputados opositores del Congreso", dijo.
"Yo veo que hubo una desaceleración muy fuerte de los precios que tuvo que ver con factores argentinos pero también con ciertos factores internacionales porque hubo una caída de los precios de los commodities, de los alimentos, de los insumos básicos", insistió.
El funcionario señaló que "los empresarios que pensaban que iban a remarcar los precios ahora ven que no pueden. Y los trabajadores que pensaban que (la inflación) iba a ser una dinámica creciente, ahora (ven que) es decreciente".
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