El
reality danés "
Married at first sight" ha generado polémica. ¿Por qué? Por ser un programa en el que expertos en relaciones eligen la pareja y los presentan en el altar. De allí, los mandan de luna de miel y los siguen durante la convivencia.
"Matrimonio a primera vista" es un formato que nació en Dinarmaca, lleva dos temporadas y que se vendió a 15 países, la mayoría europeos. Este mes se estrenó en Australia, en el canal Nine Newtork.
Especialistas en búsquedas matrimoniales realizan el "casting" entre los participantes: arman cuatro parejas de ocho extraños, a partir de sus afinidades y demandas. Los novios recién se ven cuando están en el altar: dan el sí, los mandan de luna de miel y luego el reality sigue su vida juntos. Allí está la gracia.
Según reporta el diario británico Daily Mail, la polémica se desató en el país, donde una petición ya juntó más de 20.000 firmas para levantar el ciclo por antiético. Pero la primera emisión ya les dio tela para cortar a sus espectadores, con una de las parejas "consumando" su matrimonio en la noche de bodas.
El
reality danés "
Married at first sight" ha generado polémica. ¿Por qué? Por ser un programa en el que expertos en relaciones eligen la pareja y los presentan en el altar. De allí, los mandan de luna de miel y los siguen durante la convivencia.
"Matrimonio a primera vista" es un formato que nació en Dinarmaca, lleva dos temporadas y que se vendió a 15 países, la mayoría europeos. Este mes se estrenó en Australia, en el canal Nine Newtork.
Especialistas en búsquedas matrimoniales realizan el "casting" entre los participantes: arman cuatro parejas de ocho extraños, a partir de sus afinidades y demandas. Los novios recién se ven cuando están en el altar: dan el sí, los mandan de luna de miel y luego el reality sigue su vida juntos. Allí está la gracia.
Según reporta el diario británico Daily Mail, la polémica se desató en el país, donde una petición ya juntó más de 20.000 firmas para levantar el ciclo por antiético. Pero la primera emisión ya les dio tela para cortar a sus espectadores, con una de las parejas "consumando" su matrimonio en la noche de bodas.