"No me digas que mañana (por hoy) hay partido. No sabía nada", tal vez Roberto, un taxista bastante verborrágico, no se haya enterado del choque
Gimnasia-
Tigre porque no le gusta el fútbol. Sin embargo, con los formoseños que
El Tribuno de Jujuy pudo conversar ni siquiera uno sabía que la
Copa Argentina volvía a la ciudad.
En realidad, la poca difusión en los medios de comunicación influye bastante. Ni los periódicos, radios o canales de televisión hicieron menciones al respecto. Sol de América y Sportivo Patria, junto a los superclásicos Boca-River que se vienen, son los que se llevan todos los titulares.
Desde el Gobierno provincial se está intentando que el
estadio "Antonio Romero", que pertenece a la liga, se transforme en una sede fija de espectáculos de nivel nacional e internacional. Pero la gente no responde a las expectativas.
Al mismo tiempo, los valores de las entradas, que oscilan de 90 a 200 pesos se hacen sentir en los bolsillos, y a esta altura del mes.
Se sabe que para llevar fechas de esta competencia a cada provincia es necesario licitar y ganar, obviamente. Es decir, prima el aspecto económico sobre el futbolístico. A nadie debe asombrar. Ahora bien, después de cuatro ediciones disputadas, los organizadores deben empezar a analizar porque se trata de una competencia que no termina de llegarle a la gente. Y la respuesta es simple: falta pasión.
Esta noche -si no se habilitan gratuitamente los accesos como se piensa-, la cancha ubicada a la salida de la ciudad tendrá tribunas semivacías. Los simpatizantes de Gimnasia arribarán en tres o cuatro combis y sus pares de Tigre también llegarán en pequeños grupos. La pregunta obligada es qué hubiese sucedido si el encuentro se jugaba en el "23 de Agosto" o en el reducto de Victoria. El éxito, en convocatoria de hinchas, hubiese estado asegurado. Hoy todo pinta que se escucharán los gritos de los jugadores dentro del campo.
"No me digas que mañana (por hoy) hay partido. No sabía nada", tal vez Roberto, un taxista bastante verborrágico, no se haya enterado del choque
Gimnasia-
Tigre porque no le gusta el fútbol. Sin embargo, con los formoseños que
El Tribuno de Jujuy pudo conversar ni siquiera uno sabía que la
Copa Argentina volvía a la ciudad.
En realidad, la poca difusión en los medios de comunicación influye bastante. Ni los periódicos, radios o canales de televisión hicieron menciones al respecto. Sol de América y Sportivo Patria, junto a los superclásicos Boca-River que se vienen, son los que se llevan todos los titulares.
Desde el Gobierno provincial se está intentando que el
estadio "Antonio Romero", que pertenece a la liga, se transforme en una sede fija de espectáculos de nivel nacional e internacional. Pero la gente no responde a las expectativas.
Al mismo tiempo, los valores de las entradas, que oscilan de 90 a 200 pesos se hacen sentir en los bolsillos, y a esta altura del mes.
Se sabe que para llevar fechas de esta competencia a cada provincia es necesario licitar y ganar, obviamente. Es decir, prima el aspecto económico sobre el futbolístico. A nadie debe asombrar. Ahora bien, después de cuatro ediciones disputadas, los organizadores deben empezar a analizar porque se trata de una competencia que no termina de llegarle a la gente. Y la respuesta es simple: falta pasión.
Esta noche -si no se habilitan gratuitamente los accesos como se piensa-, la cancha ubicada a la salida de la ciudad tendrá tribunas semivacías. Los simpatizantes de Gimnasia arribarán en tres o cuatro combis y sus pares de Tigre también llegarán en pequeños grupos. La pregunta obligada es qué hubiese sucedido si el encuentro se jugaba en el "23 de Agosto" o en el reducto de Victoria. El éxito, en convocatoria de hinchas, hubiese estado asegurado. Hoy todo pinta que se escucharán los gritos de los jugadores dentro del campo.