Rebeldes del grupo islamista
Boko Haram, mataron ayer a 68 personas, incluidos niños, en una masacre en la aldea nigeriana de
Njaba, informaron ayer dos testigos y dos miembros pertenecientes a grupos de autodefensa.
"Desde todas las direcciones" acribillaron a las personas que intentaron huir. "Cuatro de mis nietos murieron", contó una mujer.
"Participé en el conteo de los cadáveres. Sesenta y ocho personas murieron", declaró Muminu Haruna, de 42 años, quien relató que pudo escapar del ataque de Boko Haram.
Hombres fuertemente armados atacaron ese poblado del estado en Borno el martes "desde todas las direcciones", dijo Falmata Bisika, 62 años, quien huyó a la capital del estado de Maiduguri, desde donde habló con los periodistas.
"Los terroristas estaban armados hasta los dientes", dijo. La mujer relató la irrupción de los insurgentes en Njaba y cómo los vio disparar contra personas que huían, entre ellos "adolescentes y ancianos".
"Es poco probable que yo regrese" al lugar, sostuvo la mujer, ya que cuatro de sus nietos encontraron la muerte. Los yihadistas, que han matado a miles de personas y han secuestraron a cientos en su campaña por instalar un Estado islámico en África, intensificaron sus ataques más allá de las fronteras de
Nigeria en los últimos meses, llegando hasta Camerún, Chad y Níger.
El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, ha dicho que Boko Haram está vinculado tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico.
Rebeldes del grupo islamista
Boko Haram, mataron ayer a 68 personas, incluidos niños, en una masacre en la aldea nigeriana de
Njaba, informaron ayer dos testigos y dos miembros pertenecientes a grupos de autodefensa.
"Desde todas las direcciones" acribillaron a las personas que intentaron huir. "Cuatro de mis nietos murieron", contó una mujer.
"Participé en el conteo de los cadáveres. Sesenta y ocho personas murieron", declaró Muminu Haruna, de 42 años, quien relató que pudo escapar del ataque de Boko Haram.
Hombres fuertemente armados atacaron ese poblado del estado en Borno el martes "desde todas las direcciones", dijo Falmata Bisika, 62 años, quien huyó a la capital del estado de Maiduguri, desde donde habló con los periodistas.
"Los terroristas estaban armados hasta los dientes", dijo. La mujer relató la irrupción de los insurgentes en Njaba y cómo los vio disparar contra personas que huían, entre ellos "adolescentes y ancianos".
"Es poco probable que yo regrese" al lugar, sostuvo la mujer, ya que cuatro de sus nietos encontraron la muerte. Los yihadistas, que han matado a miles de personas y han secuestraron a cientos en su campaña por instalar un Estado islámico en África, intensificaron sus ataques más allá de las fronteras de
Nigeria en los últimos meses, llegando hasta Camerún, Chad y Níger.
El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, ha dicho que Boko Haram está vinculado tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico.