Con banderas, pancartas e innumerables remeras con los rostros de Cristina y Néstor Kirchner, una multitud de militantes y simpatizantes del oficialismo colmó este domingo la Plaza del Congreso y sus adyacencias, para respaldar a la Presidenta en su último discurso de apertura de sesiones ordinarias.
Fuentes del Gobierno consultadas por NA se mostraron exultantes con la magnitud de la concentración y calcularon en "320 mil" la cantidad de personas que se movilizó a la plaza donde erige el Monumento a los Dos Congresos, en tanto que la Policía Federal estimó la concurrencia en más de 250.000.
Luego de la marcha del 18F por la muerte del fiscal Alberto Nisman, el oficialismo demostró así un gran poder de movilización, que en esta oportunidad se vio reforzado por una buena cantidad de seguidores de clase media urbana que respaldan al Gobierno y que se acercaron al lugar en subte, trenes y colectivos.
El grueso de la multitud arribó a la plaza en centenares de micros que se estacionaron en las inmediaciones del Congreso y convirtieron el centro porteño en un caos de tránsito que obligó a cortar importantes arterias como las avenidas Callao y 9 de Julio.
La Cámpora volvió a ser la agrupación militante estrella de la movilización, aunque hubo también una gran presencia de las agrupación Kolina, con sus banderas características de color verde, del Movimiento Evita, Tupac Amaru, Nuevo Encuentro, Frente Transversal, Socialistas Para la Victoria, Juventud Peronista, Peronismo Militante, Partido Intransigente y Partido Humanista.
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Con banderas, pancartas e innumerables remeras con los rostros de Cristina y Néstor Kirchner, una multitud de militantes y simpatizantes del oficialismo colmó este domingo la Plaza del Congreso y sus adyacencias, para respaldar a la Presidenta en su último discurso de apertura de sesiones ordinarias.
Fuentes del Gobierno consultadas por NA se mostraron exultantes con la magnitud de la concentración y calcularon en "320 mil" la cantidad de personas que se movilizó a la plaza donde erige el Monumento a los Dos Congresos, en tanto que la Policía Federal estimó la concurrencia en más de 250.000.
Luego de la marcha del 18F por la muerte del fiscal Alberto Nisman, el oficialismo demostró así un gran poder de movilización, que en esta oportunidad se vio reforzado por una buena cantidad de seguidores de clase media urbana que respaldan al Gobierno y que se acercaron al lugar en subte, trenes y colectivos.
El grueso de la multitud arribó a la plaza en centenares de micros que se estacionaron en las inmediaciones del Congreso y convirtieron el centro porteño en un caos de tránsito que obligó a cortar importantes arterias como las avenidas Callao y 9 de Julio.
La Cámpora volvió a ser la agrupación militante estrella de la movilización, aunque hubo también una gran presencia de las agrupación Kolina, con sus banderas características de color verde, del Movimiento Evita, Tupac Amaru, Nuevo Encuentro, Frente Transversal, Socialistas Para la Victoria, Juventud Peronista, Peronismo Militante, Partido Intransigente y Partido Humanista.
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