Un hombre de la
comunidad gitana fue asesinado de al menos ocho balazos cuando circulaba en un Mini Cooper por la localidad bonaerense de Temperley, en el partido de
Lomas de Zamora, y la Policía investiga si el hecho está vinculado a un ajuste de cuentas.
El crimen ocurrió la noche del jueves, donde la víctima identificada como Gabriel Alejandro Maceiras (23), fue ejecutada por un hombre que efectuó varios disparos con una pistola y no le robó nada.
Según un testigo, el asesino descendió de un auto marca Chevrolet Corsa a bordo del cual había una o dos personas más.
"El testigo dice que a él le pareció que primero se hablaron de auto a auto, luego bajó uno de los ocupantes del Corsa, sacó una pistola y ejecutó al conductor del Mini Cooper de varios balazos", dijo un jefe policial que trabaja en la pesquisa.
Las fuentes indicaron que de acuerdo a las evidencias balísticas recolectadas en el lugar del hecho y a los impactos que había en el auto de la víctima, el asesino efectuó entre ocho y diez disparos con una pistola calibre 9 milímetros.
Los voceros explicaron que Maceiras y su familia vivían en la zona, por lo que una vez enterado de lo sucedido, el hermano mellizo de la víctima llegó corriendo, se subió al Mini Cooper y lo condujo hasta el Hospital Gandulfo, aunque allí los médicos no pudieron hacer nada porque se constató que el hombre baleado había llegado muerto.
Los investigadores trataban de determinar cuál de los mellizos tenía antecedentes penales, ya que en un principio se había informado que la víctima había estado sometida a procesos por delitos y más tarde se mencionó que en realidad el imputado había sido su hermano.
En ese marco, los pesquisas no descartaban la posibilidad de que quien cometió el asesinato se haya equivocado de blanco, ya que el Mini Cooper era propiedad del mellizo de la víctima.
El segundo jefe de la Departamental Lomas de Zamora, comisario Germán Rustom, aseguró que "el hecho resultó muy llamativo en virtud de que no le robaron absolutamente nada".
Rustom indicó que el joven "tenía sus pertenencias personales: celular, dinero -más de mil pesos-, cadenas de oro y hasta un par de zapatillas recién compradas en el asiento trasero que quedaron en el lugar".
"La saña con la que le dieron muerte también nos resultó llamativa, porque la víctima recibió de ocho a diez impactos de bala", comentó el comisario.
Al ser consultado si se trataba de un "ajuste de cuentas", Rustom contestó: "Esa hipótesis no se descarta. Este hecho tiene algunos perfiles que pueda tratarse de eso".
Un hombre de la
comunidad gitana fue asesinado de al menos ocho balazos cuando circulaba en un Mini Cooper por la localidad bonaerense de Temperley, en el partido de
Lomas de Zamora, y la Policía investiga si el hecho está vinculado a un ajuste de cuentas.
El crimen ocurrió la noche del jueves, donde la víctima identificada como Gabriel Alejandro Maceiras (23), fue ejecutada por un hombre que efectuó varios disparos con una pistola y no le robó nada.
Según un testigo, el asesino descendió de un auto marca Chevrolet Corsa a bordo del cual había una o dos personas más.
"El testigo dice que a él le pareció que primero se hablaron de auto a auto, luego bajó uno de los ocupantes del Corsa, sacó una pistola y ejecutó al conductor del Mini Cooper de varios balazos", dijo un jefe policial que trabaja en la pesquisa.
Las fuentes indicaron que de acuerdo a las evidencias balísticas recolectadas en el lugar del hecho y a los impactos que había en el auto de la víctima, el asesino efectuó entre ocho y diez disparos con una pistola calibre 9 milímetros.
Los voceros explicaron que Maceiras y su familia vivían en la zona, por lo que una vez enterado de lo sucedido, el hermano mellizo de la víctima llegó corriendo, se subió al Mini Cooper y lo condujo hasta el Hospital Gandulfo, aunque allí los médicos no pudieron hacer nada porque se constató que el hombre baleado había llegado muerto.
Los investigadores trataban de determinar cuál de los mellizos tenía antecedentes penales, ya que en un principio se había informado que la víctima había estado sometida a procesos por delitos y más tarde se mencionó que en realidad el imputado había sido su hermano.
En ese marco, los pesquisas no descartaban la posibilidad de que quien cometió el asesinato se haya equivocado de blanco, ya que el Mini Cooper era propiedad del mellizo de la víctima.
El segundo jefe de la Departamental Lomas de Zamora, comisario Germán Rustom, aseguró que "el hecho resultó muy llamativo en virtud de que no le robaron absolutamente nada".
Rustom indicó que el joven "tenía sus pertenencias personales: celular, dinero -más de mil pesos-, cadenas de oro y hasta un par de zapatillas recién compradas en el asiento trasero que quedaron en el lugar".
"La saña con la que le dieron muerte también nos resultó llamativa, porque la víctima recibió de ocho a diez impactos de bala", comentó el comisario.
Al ser consultado si se trataba de un "ajuste de cuentas", Rustom contestó: "Esa hipótesis no se descarta. Este hecho tiene algunos perfiles que pueda tratarse de eso".